
Resuelto el misterio de las dos urnas con las cenizas de Mario Vargas Llosa: todos los detalles
Resuelto el misterio de las dos urnas con las cenizas de Mario Vargas Llosa: todos los detalles
Este lunes, 21 de abril, Álvaro, el hijo del reconocido escritor, ha confesado dónde descansarán los restos de su padre tras su reciente fallecimiento.
Más información: Los restos mortales de Mario Vargas Llosa son incinerados y entregados a sus hijos tras una ceremonia íntima y privada
Una semana ha pasado ya desde que Mario Vargas Llosa falleció. En la tarde del pasado lunes, 14 de abril, los restos mortales del escritor fueron trasladados al Centro Funerario y Crematorio del Ejército de Chorrillos, en Lima (Perú), para proceder a la incineración del cuerpo del Premio Nobel.
Sin embargo, tras el acto crematorio, sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana salieron del centro funerario con las cenizas de su padre en dos urnas diferentes. Pero, ¿por qué dos recipientes distintos? Tras siete días, el misterio se ha resuelto, ya que su hijo Álvaro Vargas Llosa (59 años) ha redactado una emotiva carta en la que desvela el motivo y la última voluntad de su padre.
Este lunes, 21 de abril, El País ha publicado dicha carta, que el hijo mayor del Nobel de Literatura hizo pública mientras viajaba a Europa para llevar las cenizas de su padre con la familia al "lugar que sabes del Viejo Continente", como cuenta en la misma.

Mario Vargas Llosa
A siete días desde que se conoció la noticia de que Mario Vargas Llosa había fallecido tras "una larga enfermedad" -tal y como revelaba su nieta Josefina en su perfil de Instagram-, se ha sabido finalmente el lugar donde descansarán las cenizas del escritor. En el texto publicado por el medio citado, Álvaro detalla que la despedida de su padre se celebró en la más estricta intimidad, tal y como él mismo lo había pedido antes de morir.
También cuenta que logró llegar a Lima a tiempo para despedirse de Vargas Llosa. "Me recibiste con una risotada", recuerda con cariño, un gesto que habla mucho del espíritu encantador que caracterizaba al escritor.
"Me dijo, con los ojos brillando de emoción: Je me souvenais du rythme, pas des mots ('Me acordaba del ritmo, no de las palabras')", ha escrito Álvaro al evocar los últimos días junto a su padre, dos días antes de su fallecimiento, mientras le leía el poema Le Bateau ivre, de Rimbaud. Un fragmento de lo más emotivo que quedará para el recuerdo en esta carta de despedida.
En la misma misiva, Álvaro también se acuerda de sus hermanos y les dedica unas bonitas palabras, en reconocimiento por haber acompañado y cuidado a su padre hasta el último instante: "Morgana, que batalló como una leona en estos meses; Gonzalo, que viajó tantas veces desde Siria, donde cumple con su labor en ACNUR, hasta Lima", ha escrito con orgullo sobre su familia, algo que conmueve.

Álvaro Vargas Llosa ante los medios de comunicación. Gtres
Tampoco olvida a su madre, el que fue el amor incondicional de su padre, Patricia Llosa, una mujer a la que recuerda con profunda emoción y define como "esa santa en vida". Por último, menciona a sus nietos, quienes ya han comenzado a echarlo de menos.
"Hemos perdido un trozo de nosotros (y a mi mejor amigo). Pero, como dicen que le dijo Renoir a Matisse cuando este lo vio pintando a pesar del traumático reúma que sufría: 'El dolor pasa, la belleza permanece'. Adiós, Varguitas querido", concluye esta emotiva carta.
La incógnita de las dos urnas queda resuelta tras la publicación de este conmovedor texto de Álvaro Vargas Llosa en El País. Una parte del escritor descansará en Europa y otra en su Lima natal, donde pasó sus últimos días de vida, acompañado por su familia y amigos más cercanos.