Rafael Amargo en el juzgado de guardia en Madrid en 2020.

Rafael Amargo en el juzgado de guardia en Madrid en 2020.

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Rafael Amargo, en el banquillo: las cuatro claves para entender el juicio por el que le piden 9 años de cárcel

EL ESPAÑOL ha conversado con Jaime Caballero, abogado del bailaor, momentos antes del arranque de uno de los contenciosos más mediáticos.

7 junio, 2023 02:25

Ahora sí, llegó el momento. Este miércoles, 7 de junio, Rafael Amargo (48 años) pisará la sala que lo juzgará tras la acusación de ser el presunto cabecilla de un grupo que traficaba con drogas, fundamentalmente metanfetamina, que vendía desde su piso del barrio de Malasaña en Madrid. Por estos supuestos hechos la Fiscalía pide nueve años de cárcel para él.

Según pudo confirmar EL ESPAÑOL por fuentes de total solvencia, el juicio del bailaor se celebrará el 7, 8 y 9 y 12 de junio en la Sección 30 de la Audiencia Provincial de Madrid. Unas jornadas en las que también se juzgará al productor Eduardo de los Santos y otro socio del artista, llamado Miguel Ángel Batista León.

Está previsto que este miércoles declaren los acusados y que testifiquen tres policías, mientras que el día 8 lo harían un total de 33 testigos -la mayoría agentes- y varios peritos, precisaron a EFE fuentes jurídicas. El día 9, la Sala analizaría las intervenciones telefónicas y el día 12 serían las pruebas documentales y los informes finales.

[Hablamos con el abogado de Rafael Amargo tras su detención por tráfico de drogas y agredir a un policía]

Rafael Amargo en una imagen de archivo.

Rafael Amargo en una imagen de archivo. Gtres

En conversación con Jaime Caballero, el abogado de Rafael Amargo confirma a este periódico que su representado está "bien" aunque es cierto que han casi dos años y medio "de calvario", en lo personal y lo profesional, pues desde su detención, "no ha logrado que le devuelvan su pasaporte y no ha podido trabajar fuera de España". 

"No vamos a dar ningún tipo de declaraciones a la entrada del juicio. Y a la salida... ya lo pensaremos, en función de lo que acontezca", concluye Caballero, prudente y seguro de la inocencia de su representado. Ante estos complicados días, este diario recoge, de manera cronológica, las cuatro claves para entender uno de los juicios más mediáticos del año y que podría llevar a prisión a Rafael Amargo.

1. Detención 

El 1 de diciembre de 2020, cuando salía de su casa de la calle de la Palma en dirección al Teatro de La Latina para ensayar su obra Yerma, el bailaor Rafael Amargo era detenido por los presuntos delitos de tráfico de drogas y de organización criminal en una operación de la Policía Nacional.

La investigación estuvo desarrollándose durante meses, según informaron fuentes policiales a EL ESPAÑOL. Rafael Amargo fue esposado y acompañó a los agentes a registrar su domicilio. A continuación, fue trasladado hasta la comisaría del Distrito Centro de la capital.

"Me desnudaron entero. Que también está fatal, ¿no? Imagínate... ¿Sabes qué le dije? Toma las llaves, que yo tengo que ensayar. 'Es que creo que no se está enterando. Es que está usted detenido', me dice. Fíjate tú, yo... Además, es que estaban los obreros haciendo obras. Estaban los obreros dentro que, por cierto, a uno de ellos se lo llevaron también detenido como parte de la banda, de la organización criminal... ¿Nos falta uno pa' la banda? Tú", declaró el flamenco en una entrevista con este periódico.

2. Medidas cautelares

Por este asunto, las medidas cautelares que se decretaron fueron la obligación de que Rafael Amargo fuera a firmar cada 15 días al juzgado correspondiente y la retirada de su pasaporte: lo que más daño le ha hecho. 

"Yo lo que quiero es que tu entrevista la lean los jueces y me den mi pasaporte. No puede ser este acoso y derribo en contra de mí. El ministro de Interior, Marlaska, sabe perfectamente que todo es mentira. ¿Por qué no actúa? ¿Por qué le he mandado seis emails y no me contesta? Oye, que donde estás tú, tienes que responder al pueblo. También le he escrito al defensor del Pueblo", expresaba Amargo a este diario, doliéndose por haber perdido la oportunidad de formar parte de una superproducción en India en una película de Bollywood. 

3. Cambio de abogados

El bailaor Rafael Amargo en el Teatro La Latina en diciembre de 2020 tras su detención.

El bailaor Rafael Amargo en el Teatro La Latina en diciembre de 2020 tras su detención.

Hasta el verano de 2021, la defensa de Amargo la llevaba el letrado Cándido Conde-Pumpido, hijo de Cándido Conde-Pumpido, magistrado del Tribunal Constitucional. En octubre de aquel año, el artista decidió dar un twist a su equipo y por la ayuda de un amigo suyo contrató al penalista José Antonio Choclán.

Choclán es una eminencia en el sector del Derecho. Con 29 años ya era juez. De 2000 a 2004, desempeñó la Dirección de Formación Continua de Jueces y Magistrados y la Dirección del Servicio de Estudios e Informes en el Consejo General del Poder Judicial.

Meses después, Rafael rescindió su contrato con Choclán y puso todo en manos del prestigioso letrado Jaime Caballero, quien en estos días de litigio defenderá a Amargo e intentará probar su inocencia.

4. Juicio

El juicio se celebrará los días 7, 8, 9 y 12 de junio en la Sección 30 de la Audiencia de Madrid. El magistrado que llevó la instrucción, Juan Ramón Reig, propuso inicialmente juzgar a los tres acusados y a la mujer de Amargo, Luciana Bonginiano, por un posible delito contra la salud pública y otro de pertenencia a grupo criminal, pero, al no acusar la Fiscalía a la mujer, el proceso no siguió contra ella.

Rafael Amargo, durante su traslado a los Juzgados.

Rafael Amargo, durante su traslado a los Juzgados.

Con vistas a este juicio el letrado de Rafael Amargo, Jaime Caballero, ha recordado que recientemente el artista rechazó un acuerdo con la Fiscalía, que supondría reconocer los hechos para rebajar la pena de nueve años de cárcel que pide el Ministerio Público, porque "es inocente" y confía en que se demostrará.

"No es verdad que traficara con droga; nada tiene que ver ser consumidor con vender", sostiene el letrado en conversación con la Agencia EFE. También destacó que el artista lleva tiempo sometiéndose a tratamiento por su adicción a las drogas, y que fue este problema el que hacía que recibiera a algunas personas en su casa, para adquirir las sustancias.

Por su parte, la Fiscalía pide nueve años de prisión para Amargo por vender droga de forma "persistente" en su casa, y la misma pena para el productor Eduardo de Santos, de quien dice que actuaba de forma "conjunta" con Amargo en la compra y posterior distribución de droga, según ha recordado este viernes el Ministerio Público. También solicita seis años de cárcel para el socio Miguel Ángel Batista por ser un "hombre de confianza" que entregaba la droga a los compradores.

En el escrito de acusación, el fiscal concluye que Rafael Amargo cometió un delito contra la salud pública al vender en su propio domicilio sustancias estupefacientes a terceras personas de manera "persistente" a cambio de dinero, actuando de forma "conjunta" con el productor Eduardo de Santos y el otro socio investigado.

Rafael Amargo junto al que era su abogado, Cándido Conde-Pumpido.

Rafael Amargo junto al que era su abogado, Cándido Conde-Pumpido. Gtres

Recuerda la Fiscalía que en la casa de Amargo se intervinieron tres botes de popper (nitritos de alquilo), una bolsita con feniletilamina con un peso neto de 0,089 gramos, y un frasco con seis mililitros de GBL con un valor en el mercado de 314,19 euros en su venta por gramos.

En el caso de Eduardo de Santos, los agentes decomisaron, entre otras sustancias estupefacientes como ketamina y popper, un envoltorio de plástico con 56 gramos de metanfetamina con una pureza del 76%, con un valor en el mercado de 1.452,14 euros en su venta por gramos, 5.800 euros en efectivo y cuatro móviles.

Ante el juicio la sección correspondiente ha rechazado la petición realizada por el gabinete de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Madrid para que se retransmitiera en streaming, tras valorar las alegaciones hechas por las partes y al considerar suficiente que los periodistas puedan grabar imágenes al inicio del juicio y luego seguirlo como una vista púbica común.