Tamara Falcó e Isabel Preysler en un fotomontaje de EL ESPAÑOL.

Tamara Falcó e Isabel Preysler en un fotomontaje de EL ESPAÑOL.

Famosos VACACIONES

El nuevo refugio de Tamara Falcó en Filipinas tras la última polémica que comparte con su madre

El pasado 4 de agosto, la marquesa de Griñón estrenó su docuserie, un formato que dejaba a la vista su día a día y el comportamiento de su familia.

18 agosto, 2022 01:03

Tamara Falcó (40 años) está viviendo un verano muy intenso en lo personal y en lo profesional. El pasado 4 de agosto estrenó su reality, La marquesa, un proyecto que se ha colado en el top 10 del ránking de Netflix en España, pero que también se está viendo empañado por las grandes críticas que recibe en las redes sociales. Su uso del spanglish, su vocabulario catalogado como 'pijo', así como su día a día tan alejado de la realidad de los ciudadanos ha indignado a muchos usuarios, pero en el mismo grado también se sitúa la comentada actitud de la madre de la protagonista.

Isabel Preysler (71) se ha visto salpicada por esta docuserie de su hija, porque el comportamiento de la pareja de Mario Vargas Llosa (86) ha sido muy analizada, y no han pasado por alto ni sus llamativas miradas ni sus respuestas en sus conversaciones con Tamara. La polémica no se ha hecho esperar. Sin embargo, madre e hija, habituadas a ser mediáticas desde hace décadas, continúan con sus vidas -de lujo- y disfrutando del verano.

Falcó está pasando unas vacaciones muy completas. Ha estado en Mallorca, en Dubrovnik y ahora como si de un guiño a su madre se tratara, Tamara ha compartido un post ubicado en un enclave idílico de Filipinas, país natal de Preysler. La marquesa de Griñón ha publicado una imagen de una playa paradisíaca, en el que se encuentra Amanpulo, que es mucho más que un alojamiento de lujo.

Algunos rincones paradisíacos de Amanpulo, en Filipinas.

Algunos rincones paradisíacos de Amanpulo, en Filipinas.

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"Arenas blancas puras. Mares turquesas. Cielos azules interminables. Amanpulo es un retiro en una isla privada en Palawan". Con estas palabras se define el propio resort en primera persona en su biografía de Instagram. Pero su descripción va más allá: "Felizmente abandonada en el archipiélago de Cuyo en el norte de Palawan en Filipinas, Amanpulo se encuentra en la isla de Pamalican, una isla privada rodeada de playas de arena blanca y arrecifes vírgenes. Ofrece una experiencia de regreso a la naturaleza con comodidad y privacidad supremas, este paraíso tropical está bañado por mares tranquilos y claros, ideales para practicar deportes acuáticos, mientras que las pistas de arena conducen a calas desiertas y miradores cubiertos de jungla".

El alojamiento está disponible en coquetas casitas o en majestuosas villas. "Ubicadas en el aislamiento natural del idílico paisaje de la isla de Pamalican, las casitas y villas de Amanpulo están situadas frente a la playa o dentro del dosel del bosque", reza la web oficial. Y es que este lugar está pensado para verdaderos amantes de la naturaleza, pero que al mismo tiempo deseen tener todas las comodidades de las experiencias más vip. De ahí que el precio por estancia supere los 1.400 euros por noche, la casita más humilde, y la villa más cara ronde los 7.000 euros por noche.

Para llegar a la isla un chófer recoge a los huéspedes en el aeropuerto y los traslada después en avioneta.

Para llegar a la isla un chófer recoge a los huéspedes en el aeropuerto y los traslada después en avioneta.

Además, el trayecto hasta la isla privada también es muy especial. El alojamiento pone a disposición de los huéspedes más poderosos un traslado en automóvil de cortesía desde el aeropuerto de Manila al hangar de Amanpulo para las conexiones de vuelos el mismo día. Pero también existe la opción más especial por la que los invitados vip vuelan directamente a la isla de Pamalican en un turbohélice bimotor de 14 asientos y aterrizan en la pista de aterrizaje privada de Amanpulo. El tiempo de vuelo es de 70 minutos por trayecto.

Solo así es como Tamara ha podido llegar hasta el paraíso filipino. Sin embargo, llama la atención que apenas unas horas antes de compartir el post con su ubicación en Pacífico Occidental, la marquesa mostrara un plato que estaba supuestamente degustando en el restaurante Agarimo Madrid. Pero no sería la primera vez que la socialité juega al despiste con sus seguidores y con la prensa.