Anabel Pantoja (34 años) se encuentra en uno de los momentos más gloriosos y dulces de su vida. En el plano personal, está enamorada de Omar Sánchez, su pareja desde hace más de tres años y su futuro marido. Con él vive en Pozo Izquierdo, una pequeña localidad de apenas 1.300 habitantes ubicada en Santa Lucía de Tirajana, Gran Canaria, donde su día a día en estos momentos es como el de una autóctona más.

En el ámbito laboral también triunfa. Hace exactamente un año, en marzo de 2020, la imagen de la sobrina de Isabel Pantoja (64) se tornó exponencialmente positiva a raíz del confinamiento total que se vivió en España y en todo el mundo por la pandemia de coronavirus que aún azota al planeta Tierra.

Anabel Pantoja en una imagen de su Instagram. Redes sociales

Sus divertidos bailes, sus imposibles clases de gimnasia con música a todo volumen y sus hilarantes directos en Instagram fueron el contenido necesario para todos sus followers en esos instantes en los que cualquier ápice de entretenimiento era motivo de alegría. Aquello provocó que su popularidad se disparase sobremanera y que Anabel se posicionara como una de las mujeres más influyentes de internet en España.

Pero Anabel se enfrenta ahora a un problema que le podría traer consecuencias en el futuro. Según ha podido saber JALEOS a través de fuentes cercanas, desde la agencia de representación In Management, cuya cara más visible es Dulceida (32), la prima de Kiko Rivera (37) ha sido reprendida con reiterados avisos para que "controle" determinadas publicaciones en sus redes sociales.

Anabel Pantoja es espontánea, cercana, muy natural, y utiliza su poder en redes sociales para promocionar los productos o los servicios de los que es embajadora, pero también para dar salida a contenido personal. Ya sea una foto en bañador sin filtros o una comida copiosa junto a su pareja y unos amigos bajo el sol de las islas Canarias.

Desde In Management han informado a la sevillana de que podría haber algunos clientes de la agencia que no vieran con demasiados buenos ojos que de un story a otro, las historias carezcan de sentido. Por ejemplo, promocionar bebidas y productos adelgazantes cuando justo en la siguiente historia aparece ingiriendo alimentos de alto contenido calórico. 

Dos 'stories' de Anabel Pantoja. Redes sociales

In Management es una prestigiosa agencia de representación "nacida de las inquietudes" de Aida Domenech, conocida popularmente como Dulceida, y Anna Pascual, su madre. El aforo de esta empresa es muy reducido y sólo cuentan con unos pocos perfiles, profesionales que deben tener una imagen está muy definida. "Contamos con un grupo de 16 perfiles que suman más de cinco millones de seguidores y que tienen como objetivo generar contenido de alta calidad para clientes nacionales e internacionales", reza la página web de la agencia.

Y continúa: "Desde In Management queremos enlazar al influencer con la marca, que haya un respeto mutuo, un buen trabajo y un cuidado manejo por parte del influencer para generar una satisfacción a la marca. Y todo, sin olvidarnos de lo más importante: el respeto al consumidor final, ese fan incondicional que les apoya".

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Efectivamente, entre su exclusivo grupo de influencers se encuentran nombres como el de Susana Bicho (30), la colaboradora Nagore Robles (38), Alba Paul (33), el artista Carlos Sadness (33), Àlex Domènech (26) o Marta Soriano (26). Todos ellos tienen en común la delicada estética de su feed de Instagram y el cuidado en la elección de sus fotografías, tanto en la galería fija como en los stories que desaparecen a las 24 horas.

Algo en lo que Anabel deberá ponerse las pilas ahora que las redes sociales han pasado a ser el cien por cien de su fuente de ingresos tras su abandono voluntario -y temporal- del programa Sálvame en todas sus versiones: Limón, Naranja y Tomate. 

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