Hace solo unos días que Isabel Pantoja (62 años) salía de su habitual ostracismo para dirigirse, de manera muy sentida, a su querido público. La artista quería agradecer de corazón la dedicación, la espera, la devoción y el amor de esas personas que, vengan como vengan, siempre están ahí. "Nos veremos muy pronto", cerró su discurso la Pantoja. Un cierre que significaba lo que se publicó a los días: tras el verano vuelve a los escenarios. Una ansiada vuelta para sus fans, pero, ¿un retorno significativo a otros niveles? 

Teniendo en cuenta que a comienzos de año Isabel arrancó su gira Hasta que se apague el sol por todo lo alto a golpe de 100.000 euros por concierto -tour que finalmente tuvo que cancelar-, JALEOS se ha preguntado: ¿cuál sería su caché en este regreso? Este medio ha podido conocer que los ceros han ido cayendo de sus habituales emolumentos de forma alarmante. De hecho, estaríamos hablando de que en septiembre Pantoja solo podría embolsarse cerca de 30.000 euros por concierto. "Lo que es seguro es que le costaría llegar a los 50.000. Le espera un arduo trabajo para reconectar", se desliza a este medio. 

La artista en el escenario. Gtres

Ante esta información, este periódico se ha puesto en contacto con un productor musical para que arroje luz. ¿Cuál ha sido el problema de la folclórica? "Sería imposible esa apuesta tan ambiciosa que emprendió a principios de año pidiendo 100.000 euros. Isabel es una de las mejores cantantes que ha tenido este país, puede que la mejor, pero no ha sabido manejar su imagen", expone esta fuente cualificada. En su opinión, la controversia que reina en su vida personal ha apagado su estrella: "Si ella se hubiera dedicado a vivir de su garganta hoy tendría el valor que se merece, pero los escándalos que todos conocemos y sus temas con Hacienda no permiten que levante el vuelo".

Al mismo tiempo, esta misma persona confía en que la artista sepa renacer de sus cenizas y desprenderse de ese pasado. Cabe recordar que su gira de principios de año echó el cierre de la peor de las maneras: negándole el visado para actuar en Miami y Puerto Rico. Sus antecedentes no le permitían cruzar el charco, algo para lo que se habría prevenido en su vuelta en septiembre: "Ha entendido que debe pisar el escenario poco a poco, que debe patearse España, aunque sea a menor escala. Las Américas sabe que son inalcanzables de momento". 

Precisamente, para ahondar más en los motivos que han llevado al público español a mirar con más distancia a Pantoja, hace unos meses este medio se puso en contacto con la agencia Personality Media. Haciendo una comparativa entre 2011 y 2017 -teniendo en cuenta que en 2014 entró en prisión-, los datos que arroja este medio son esclarecedores: sus mejores puntuaciones son en 2011 y justo cuando en 2014 salta la noticia de su ingreso, se desploman: "Isabel Pantoja registra su peor dato de valoración general en noviembre 2014 con un 2,6, teniendo un 79% de consumidores que le suspenden (puntuaciones de 1 a 4) y solamente un 6% que le da puntuaciones por encima del 7". 

Según las personas encuestadas, entonces la tonadillera no transmitía confianza ni se la consideraba un modelo a seguir cuando quedó privada de libertad por el Caso Malaya. Supuso el principio de su fin. "En noviembre 2014 un 88,5 de personas la suspenden y solo un 3% la apoya con notables y sobresalientes".

Isabel, encerrada en Cantora

La cantante solamente salía de su encierro voluntario a principios de año para su gira, pero tras la cancelación, volvió a ocultarse del mundo. En este tiempo de aislamiento social, la tonadillera ha hecho frente a los grandes cambios que han sacudido, de forma involuntaria, su vida. Su hija, Chabelita Pantoja (22), dejaba a Alejandro Albalá para volver con el padre de su hijo, al que, más tarde, dejó de nuevo; su anterior fiel mano derecha, Dulce, se sentaba en los platós a hablar de las interioridades de Cantora; y, finalmente, su hijo Kiko Rivera (33) caída en una severa depresión. 

Unos acontecimiento que, de seguro, no han empujado a que Isabel viva la vida. De hecho, su propia hija llegó a reconocer en Sábado Deluxe la "triste vida" que hace Pantoja: "Tiene que tener más vida. Es joven, puede disfrutar de muchas cosas. Me ha dado pena porque ha sufrido muchísimo y podría ser feliz. Pero lleva una vida triste. Se encuentra sola. No sale de Cantora. Ve la tele, películas… Solo sale por temas de trabajo".

[Más información: Los antecedentes penales de Isabel Pantoja paralizan su sueño americano]

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