Aitana Ocaña (18 años) es la segunda finalista de Operación Triunfo. La concursante del exitoso talent show ha sido una de las más queridas dentro y fuera de la Academia pero ahora se enfrenta a las críticas del exterior. 

La joven lleva una semana fuera del concurso y ha visto cómo su vida ha dado un giro total. Asimilar los ataques y gestionar la fama es el reto más complicado al que ha tenido que hacer frente la catalana. 

El pasado viernes 8 de febrero el Ayuntamiento de Sant Climent de Llobregat, su pueblo, le quiso hacer un homenaje a la benjamina del concurso. El momento, especial para la recién salida se vio nublado por el carácter independentista que muchos seguidores quisieron ver en el acto.

El gobierno del municipio está en manos del partido nacionalista catalán CiU y su alcalde, Isidre Sierra Fusté, acudió al homenaje luciendo un lazo amarillo como símbolo de protesta por la encarcelación de los políticos catalanes por el referéndum ilegal del 1 de octubre. 

Aitana, que en aquel momento llevaba dos días en la calle, asistió al Consistorio de su pueblo con un jersey amarillo. Poco tardaron las redes en interpretar eso como un movimiento a favor del independentismo. 

La joven nunca se ha posicionado y tampoco lo ha hecho en este caso. Incluso ha publicado imágenes en sus redes sociales agradeciendo el gesto. "Ayer fui al ayuntamiento de mi pueblo, Sant Climent del Llobregat, a firmar el libro de honor.. La verdad es que como climentona no me pudo hacer más ilusión", escribió la catalana. 

Los que sí se han manifestado para desmentir la vinculación política del acto han sido los miembros del Ayuntamiento. En un comunicado han querido expresar la desvinculación de Aitana con cualquier discurso político que defienda el independentismo catalán. 

"En ningún caso la recepción era un acto de carácter político y que la vestimenta elegida por la cantante y su color en ningún caso se pueden atribuir a una voluntad política o reivindicativa respondiendo, exclusivamente, a la casualidad", han explicado desde el Ayuntamiento del pueblo catalán. 

Alfred, envuelto en la misma polémica 

Lo mismo ocurrió con el cuarto finalista: Alfred García. Esta vez ocurrió cuando él estaba dentro de la Academia. Los medios de comunicación sacaron a la luz las publicaciones del catalán sobre la república catalana en el día de la Diada. "Seneyra, Votar es normal, Independencia...", escribía dejando ver su clara postura. 

El joven catalán se mantenía firme en su discurso de hace tres años. "República de la verdad y la equidad", rezaba una de las pancartas. Rodeado de una masificación de personas vestidos con los colores oficiales de Cataluña, Alfred se dejaba ver durante la manifestación del Día de Cataluña. "Frente al robo de la dignidad", exponía uno de los carteles. A su salida del concurso, el cantante ha querido aclarar la polémica y ha declarado que en ningún momento ha dicho sentirse independentista. 

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