Los concursante de la primera edición de Operación Triunfo.

Los concursante de la primera edición de Operación Triunfo.

Famosos 'EL REENCUENTRO 2"

Habla la psicóloga de OT: "Hice con ellos la terapia 'Morir de éxito', pero no me entendían"

María Palacín desmiente a Chenoa al afirmar que ella nunca intentó enfrentar a unos concursantes con otros.

25 octubre, 2016 00:07

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Rosa López (35 años), David Bustamante (34) y Nuria Fergó (37) han confesado que necesitaron terapia psicológica para afrontar el brusco cambio que sufrió su vida. De ser 'chicos de pueblo' se convirtieron en ídolos de masas con muchos ceros en sus cuentas corrientes. Se encontraron de repente con una fama que se les hizo difícil de gestionar a la mayoría, pero al mismo tiempo con una sorpresa que les cambió la vida y les permitió vivir de su sueño.

Ya en la Academia tuvieron el apoyo de María Palacín, profesora de la Facultad de Psicología en la Univeridad de Barcelona y experta en Conducción de Grupos, para afrontar el día a día con la mayor normalidad posible a pesar de estar encerrados entre cuatro paredes y conviviendo con gente desconocida. "Yo solo tenía 22 años. Acaba de terminar COU, nunca viajé, ni siquiera a Málaga capital y tenía mis tres amigas del pueblo. Así que el meterme de lleno con otras 15 personas me abrió la mente y me ayudó mucho", explicaba Nuria Fergó en el documental. Pero a pesar de crecer como personas, el impredecible éxito les hizo verse en una situación que no todos pudieron controlar, entre ellas la malagueña, "lo vuelvo a decir y lo diré. Yo fui a un psicólogo. Y lo diré, digan mis compañeros lo que digan, todo el que entró ahí creo que estábamos para psicólogo, porque necesitabas desahogarte, explicar tu experiencia, cómo te tomas la vida... Porque te agobias". De hecho, esa era una de las tareas de Palacín, la psicóloga de la academia, que intentaba canalizar las dificultades poniendo nombre a sus emociones y con terapias en grupo.

¿Qué le viene a la cabeza al ver los documentales de OT: El reencuentro?

Guardo un grato recuerdo. Veo con mucho cariño ese momento por lo que significó para todo el mundo, fue una novedad, una sorpresa para todos.

¿Cómo le anunciaron que formaría parte del equipo de Operación Triunfo?

En principio mi papel estaba en el equipo de selección de los candidatos, participé en el casting. Allí surgió la posibilidad de que participara dentro de la academia. En realidad la propuesta que recibí fue la de dar clases, y yo les hice una contrapropuesta porque vi que los chavales iban allí cantar, pero tenían que convivir todos en ese mismo espacio durante meses y les dije que sería más productivo para ellos que mi trabajo consistiera un poco en ayudarles a ponerle palabras a las emociones, a ayudarles a gestionar las diferencias, lo que resultara propio de la convivencia. Entonces lo vieron fantástico y mi trabajo consistió en eso.

¿Se televisó todo el trabajo que hacía con ellos?

También hacía un trabajo individual, en el sentido de que era pactado, sin cámaras, es decir, que si alguien tenía una dificultad más personal tenía esa disponibilidad para que me llamara y pudiera ir o quedar con él.

¿Cuál de los concursantes fue el que más acudía a usted por esta vía 'íntima'?

Una de las personas que más acudió a mí fue David Bustamante, que era una persona muy enérgica, con mucha energía como siempre se ha visto. Y el hecho de que estuviera ahí encerrado le producía muchísimo agobio. Tenía una gran necesidad de salir. Recuerdo además que empecé con el un método para descargar toda esa energía. Eran las fechas alrededor de Navidad, cuando los chicos se fueron unos días a sus casas, le recomendé que saliera a correr cada día al menos una hora. Porque era una manera de que se cansara, de que canalizase la energía, y tenía que hacerlo en un ambiente de aire fresco, que le diera el sol, el aire, si llueve, pues llueve... Y después de eso, vieron que funcionó y entonces lo pusieron en el plan de trabajo de todos, fueran al gimnasio o hicieran deporte.

De hecho, la necesidad de aire fresco fue una petición de Manu Tenorio (41) a la cúpula de la Academia. El sevillano fue el propulsor de la iniciativa que solicitaba un espacio al aire libre para poder respirar oxígeno renovado y poder ver el sol y entonces la dirección del centro les cedió una pequeña terraza en la que poder pasar el rato e incluso fumar. "Era necesario tener aunque fue ese pequeño rincón sin un techo que tapara tu cabeza, es que si no, entre estas paredes, por muy sano que estés, te vuelves loco", afirmaba Tenorio pletórico de que su iniciativa finalmente se llevara a cabo. "Ya no me acordaba cómo olía el Sol", decía feliz la concursante Gisela (37). Pero paradójicamente una vez que se vieron fuera de la Academia, suplicaban por poder volver y encerrarse en ella. "Fue difícil afrontar esa locura. La Academia era nuestro refugio, no queríamos salir de la zona de confort que nos aportaban esas cuatro paredes", explicaba Chenoa (41) en uno de los vídeos del reencuentro.

Supongo que la salida de la Academia fue muy difícil para todos, ¿cómo gestionó ese impacto de fama con ellos?

A algunas giras yo iba con ellos. Empecé a trabajar con ellos lo de 'Morir de éxito', una terapia para hablar de qué es lo que nos pasa en los procesos de cambio. Pero creo que no eran muy conscientes. Tampoco podían darse cuenta de lo que yo les decía por mucho esfuerzo que hiciera porque el propio automatismo de la situación, de ir para aquí y para allá, no les permitía reflexionar. Pero cuando pasó el tiempo ya cada uno sí que fue buscando un poco una ayuda, un soporte. No todos, a mí todos me consta que no es así, pero algunos sí, y eso yo creo que es bueno, porque la psicología donde puede hacer un gran trabajo es como prevención y como ayuda para minimizar otros problemas.

Aunque el 'shock' del éxito imprevisible les llegó a todos por igual, ¿hubo quién supo gestionarlo mejor que otros? ¿Quizá los más mayores?

Hay tres variables. La edad es importante, está claro que cuanto más joven se es uno no ha podido acumular recursos de vida para poder hacer frente a situaciones que son nuevas, que son diferentes o que producen un gran cambio. Pero la edad sola por sí misma no es suficiente, hay otra variable que es la experiencia de vida. Hay personas jóvenes que han acumulado grandes experiencias de vida, porque han viajado más, porque tienen más formación, etc. Así que cuanta más experiencia y en más ambientes diferentes te has movido, te da más recursos personales que no dejan de ser profesionales. Y otra variable es el apoyo inmediato, directo, el que recibes de tu entorno. Si tu entorno está preparado y te puede ayudar o te da ese soporte necesario, el impacto amortigua un poco. Chenoa, Manu Tenorio, Juan (43) y Alejandro Parreño (38) tenían un poco más de experiencia profesional aunque sea en otro ámbito, se habían movido un poco más, y estaban más enfocados al objetivo. Y eso de alguna manera minimizó, no digo que no tuvieran impacto porque el cambio fue muy radical para todos, pero una persona más curtida puede gestionar mejor una situación echando mano de sus recursos personales".

Los concursantes recién entrados en la academia y en el salón donde hacían sus sesiones con la psicóloga.

Los concursantes recién entrados en la academia y en el salón donde hacían sus sesiones con la psicóloga.

Precisamente una de estas personas maduras de las que habla, Chenoa, fue bastante crítica con la psicóloga, según pudimos ver en el documental del domingo, al afirmar que en las terapias usted intentaba crear enfrentamientos entre los concursantes.

Esa sería su sensación, yo su sensación no la puedo evaluar, ni juzgar. Ella siempre ha sido una persona de carácter y muy directa. Pero en las sesiones yo lo que intentaba es que ayudaran a clarificar las situaciones que a veces podían llevar a malos rollos. Y lo mejor para clarificar es poner nombres a las cosas que percibo. Sí que había alguna situación de tensión, o no las había, pero podía llegar a haberlas. Y en el fondo, el hablar, y el poderse escuchar unos a otros minimizaba el que pudiera haberlas, que la propia convivencia, además, podía potenciar. Por ejemplo, si entre dos se preparaban una canción y a lo mejor uno podía estar más tirante con el otro, porque quizá uno tenía un ritmo y el otro tenía otro. Entonces, era el hecho de poder hablar esas necesidades y encontrar el ritmo sincrónico. Ese espacio era para eso, para poner palabra a los sentimientos, ayudar a entender las percepciones que cada uno tenía respecto de los demás, llegar a entenderse más.

Dada la cercanía que tenía con los concursantes y vivía sus momentos de desahogo, ¿te enteraste antes que nadie de la relación entre Chenoa y Bisbal?

Ese es un tema que nunca he hablado, ni creo que sea yo la que deba hablarlo, sino los protagonistas en cualquier caso. Pero no acudieron a mí para confesarme nada de eso.

Pero quien sí buscó consuelo en usted fue Rosa López. La granadina sentía 'cosas' por el profesor de canto Manu Guix y se lo comentó para saber cómo reaccionar...

En ese momento mi comentario hacia ella fue que a veces podíamos confundir el amor con la admiración. Es el rol típico de alumna que admira al profesor, que además entiende de música y al que le atribuye una serie de características que a veces pueden confundir a la persona, pensando que siente amor y en realidad es admiración. Además, cuando es una persona que anteriormente no ha tenido experiencias con el amor o las relaciones, es normal que se cree un sentimiento que lleve a equívoco. Yo le decía 'lo mejor es dejarlo ahí, en reposo' y ya maduró. Recuerdo esa situación como muy entrañable de parte de ella, muy cariñosa, esta confundida.

¿Tiene Rosa tantos complejos y es tan insegura como parece?

Para mí Rosa es una persona muy inteligente. Yo creo que es mucho de palabra, sigue un poco en esa misma dinámica de antaño. Cuando la veía en el documental me recordaba mucho a cómo hablaba en esa época. Yo estoy segura de que ella sabe más de lo que dice saber, es mucho más inteligente de lo que da a entender, es una persona con mucho criterio, con sentido común, prudente y coherente. De alguna manera, su humildad y el cómo ha estado educada no le han permitido mostrarse tan inteligente como lo que es. Siempre tiene que estar como bajando el nivel, pero ella es mucho más.

Rosa siempre fue la más querida tanto por sus compañeros como por el público.

Rosa siempre fue la más querida tanto por sus compañeros como por el público.

¿Y es cierta esa relación fraternal, de unión y de buen rollo que nos venden a día de hoy los concursantes?

Yo te puedo hablar teóricamente como especialista que soy en grupos, que éstos cuanto más grandes son más fácil aparecen subgrupos. Estamos hablando de un grupo de tamaño mediano, 16 personas. Yo creo que el clima, en general, es positivo, es un clima de cordialidad y de afecto, eso te lo garantizo. Lo que no es óbice de que haya subgrupos. No todos tienen la misma relación. Hay una tríada que puede tener más afinidad porque se hayan dado más apoyo o hayan intimado más, pero es como la vida misma. En las familias pasa lo mismo", explica la mujer que estuvo más cerca de los jóvenes en aquel momento. "El cariño de haber compartido una historia que los hace únicos a los 16 por haberla vivido y de la manera en que la vivieron. Es como cuando vives una experiencia incapaz de transmitir con palabras, lo que tú viviste nadie lo podrá vivir jamás. Ni siquiera sus familias podían entenderles.