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    1. Exfoliación

    El primer paso para conseguir un buen bronceado este verano es realizarse una exfoliación. Con este tratamiento no se consigue coger más color, sino que el bronceado es más luminoso y uniforme. Esto se debe a que se eliminan las células muertas y las impurezas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cada vez que se realiza este proceso, se "adelgaza" la piel, por lo que no es recomendable hacerlo el mismo día que se va a tomar el sol. Destaca el exfoliante de Biotherm, valorado en 20 euros. 

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    2. Retirar impurezas

    La exfoliación también se puede complementar con mascarillas y arcillas, muy de moda entre los adictos a los tratamientos de belleza. Este tipo de producto son ideales, sobre todo, para las personas que tienen pieles muy grasas o las que lo tienen más delicadas. ¿La razón? Este producto consigue un resultado similar a las exfoliaciones pero sin llegar a ser tan agresivo. Para este tratamiento se puede utilizar la mascarilla de la firma The Body Shop, valorada en 20 euros.

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    3. Hidratación

    Uno de los factores más importantes a la hora de tomar el sol es tener la piel bien hidratada. Lo recomendable es aplicarse crema una vez al día. Puede ser una rutina habitual después de la ducha, ya sean cremas normales como aceites. También es preferible que entre las propiedades de este producto esté el que sea reafirmante, ya que estimula la formación de colágeno y elastina, esenciales para que la piel resista mejor al sol. Un producto que cumple estos requisitos es la crema de Babaria, valorada en 2 euros

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    4. Estimular melanina

    Para conseguir un buen bronceado, sin embargo, no solo es necesario preparar la piel para los rayos de sol. También es recomendable darle algún empujón desde dentro, sobre todo con alimentos que estimulen la melanina. Uno de los productos clásicos para cumplir este objetivo es la zanahoria, por su alto contenido en betacarotenos, que participan en la estimulación de esta proteína en el organismo. Es recomendable consumirlo varios días antes de la exposición al sol.

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    5. Protector solar

    Uno de los errores más comunes de las personas que quieren conseguir un bronceado rápido es tomar sol sin utilizar ningún tipo de protección. Realizando este tipo de práctica solo se consigue que aparezcan quemaduras, sequedades, tiranteces, y manchas en la piel. Para evitarlo, hay que utilizar una buena crema solar que defienda nuestra dermis de la radiación. Una de los productos mejor valorados es la crema de ISDIN Fusion Fluid mineral de factor 50, que está valorada en 16,21 euros.

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    6. Crema reparadora

    Aunque cumplamos todos estos pasos a rajatabla, no hay que olvidar que la exposición al sol puede ser bastante agresiva para nuestra piel. Por ello, y para evitar males mayores en un futuro, hay que continuar cuidándonos después de tomar el sol. Para conseguirlo, existen algunos productos que alivian e hidratan la dermis, y que favorecen la restauración de la barrera cutánea. Destaca la crema reparadora de Avène, hipoalergénica, sin comedogénico y sin parabenos, valorada en 13 euros.