El pantalón fue la prenda estrella en la pasarela de la Alta Costura de París, donde las firmas Antonio Grimaldi y Maison Rabih Kayrouz lo utilizaron para actualizar las propuestas de este centenario arte únicamente accesible a las clientas más ricas.

El italiano Antonio Grimaldi, miembro invitado de la Federación de Alta Costura y Moda en esta ocasión, apostó por vestidos de heroínas, en los que las siluetas favoritas de la alfombra roja (escotes asimétricos, aperturas en las faldas) se convirtieron en diseños más modernos y de apariencia de ciencia ficción. A esto ayudó la bandana a modo de gafas en torno a los ojos que llevaron todas las modelos, que parecían caminar sin visión.

Sobre la pasarela un vestido palabra de honor se convierte en un mono de pantalón en un diseño que parecía reproducir una antigua columna; el satén rosa y la organza fucsia envuelven el cuerpo de la modelo hasta los pies.

Grimaldi modernizó la colección al decantarse por modelos con pantalón, falda corta o largas y de telas ligeras, para facilitar el paso cuando en general la sofisticación y la técnica que requiere la alta costura acaba por responder más a la necesidad de crear una obra de arte que un vestido.

Cerró la pasarela la actriz italiana Asia Argento, amiga y musa del diseñador, que anunció su intervención hace unos días declarando la "gran admiración" que siente por ella.

La polémica intérprete, una de las figuras más sonadas del movimiento Me Too tras haber denunciado al productor Harvey Weinstein (66 años) por haberla violado y posteriormente ser acusada por un joven actor de haberlo agredido, desfiló con un minivestido blanco de escote desigual con cola por la parte trasera y asimétrico por delante, dejando las piernas a la vista y destacando sus tatuajes.

En esta primera jornada de desfiles Alta Costura también fue el turno de la firma libanesa Maison Rabih Kayrouz con una línea mas sobria con referencias orientales y siluetas fluidas.

Chilabas, vestidos con cuellos altos y mangas anchas y trajes de chaqueta convertidos en vestido, en una colección en la que también hubo algún diseño masculino, una de las últimas afirmaciones de este sector tradicionalmente reservado a la mujer.

[Más información: París busca actualizar el traje masculino al espíritu de su tiempo]

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