Las gemelas Kessler en un acto en Alemania en 2017. Gtres
El patrimonio de las gemelas Kessler tras suicidarse juntas: joyas para una amiga y una fortuna donada a varias ONGs
Alice y Ellen Kessler se quitaron la vida el pasado lunes, 17 de noviembre. No tuvieron hijos ni se casaron.
Más información: Mueren las gemelas Kessler, representantes de Alemania en Eurovisión 1959, tras recurrir al suicidio asistido
Nacieron a la vez y decidieron irse de la misma forma. Las gemelas Alice y Ellen Kessler, las célebres artistas alemanas y referentes de la televisión italiana fallecieron juntas el pasado 17 de noviembre, a los 89 años, en su residencia cerca de Múnich, tras recurrir al suicidio asistido.
Las hermanas, conocidas por su destacada trayectoria en la televisión y la música entre los años 50, 60 y 70, se habían retirado en su país natal después de una exitosa carrera, especialmente en Italia, donde su fallecimiento ha tenido una amplia repercusión mediática.
Vivían juntas en Grünwald, a las afueras de Múnich. No tuvieron hijos ni se casaron. Así, no tienen herederos directos.
Las gemelas Kessler en una imagen de 1975. Gtres
Las Kessler, no obstante, han dejado su voluntad por escrito. Hace años, en una entrevista con el medio alemán Bild, Alice ya hablaba de su decisión: "Ellen y yo queremos que nuestras cenizas se mezclen con las de nuestra madre algún día para que las tres podamos descansar juntas. Así lo estipulamos en nuestros testamentos".
Respecto a su herencia, inicialmente, según comentaron al citado periódico, estaba destinada a Médicos Sin Fronteras. Sin embargo, en 2023 cambiaron de opinión. Ya no sería una sola organización la que recibiría su patrimonio.
"Mi hermana y yo coincidimos en que no debía ir todo a parar a una sola organización, sino a varias. Queríamos que nuestra herencia fuera un poco más equitativa, no ponerlo todo en manos de una sola persona. Hay muchísima gente que necesita ayuda", explicó Ellen Kessler a Bild.
Así, a la lista de beneficiarios se suman la misión de CBM para personas ciegas, UNICEF, la fundación Paul Klinger Künstlersozialwerk, que apoya a artistas necesitados, y la Deutsche Stiftung Patientenschutz, dedicada a la defensa de los derechos de los pacientes.
La cifra exacta de su herencia sigue siendo un misterio. Pero en su día, y así lo aclaró Ellen, amasaron una gran fortuna: "Hemos ganado muy bien, nunca hemos malgastado el dinero y lo hemos invertido bien".
Al margen de dichas ONGs, se ha conocido que una de las beneficiarias ha sido su amiga Crolin Reiber (85), una presentadora de televisión alemana. Antes de quitarse la vida, Alice y Ellen Kessler le enviaron un paquete y le pidieron que no lo abriera hasta el 18 de noviembre, un día después de su muerte.
Alice y Ellen Kessler, representantes de Alemania en Eurovisión 1959.
Reiber ha desvelado su contenido a la revista alemana Bunte: "Preciosas joyas que siempre había admirado, algunas con piedras de jade. Alice y Ellen debieron de dejármelas como herencia". El paquete también contaba con una carta, cuyo contenido la presentadora prefirió no revelar.
Alice y Ellen Kessler nacieron el 20 de agosto de 1936 en Nerchau, Alemania, y desde pequeñas mostraron un gran talento artístico.
Se formaron en ballet y, con el apoyo de sus padres, a los 18 años emigraron a la Alemania Occidental, donde empezaron a destacar en el mundo del espectáculo.
El punto de inflexión en su carrera llegó en 1959, cuando representaron a Alemania Occidental en el Festival de Eurovisión con el tema Esta noche queremos ir a bailar, con el que consiguieron un octavo puesto entre los 11 participantes.
En 1960, se mudaron a Italia, donde su carrera despegó en la televisión y el cine, convirtiéndose en un referente de la Dolce Vita por su belleza y sofisticación.
A lo largo de los años, participaron en populares programas de televisión, películas y escenarios de cabaret, consolidándose como iconos de la televisión italiana.
A los 40 años, las Kessler posaron para la portada de la edición italiana de Playboy, un número que se convirtió en el más vendido de la revista en el país hasta ese momento.
Parte de sus últimos años la pasaron en gran villa con piscina en Grünwald, Múnich. Una propiedad con un jardín de más de 900 metros cuadrados. Según la prensa alemana, el dinero obtenido de su venta se repartirá entre las ONGs herederas. Tienen entradas independientes, con los dos dormitorios en la planta superior.