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Una de las propiedades más emblemáticas de Sarah Jessica Parker (60 años) en Nueva York se ha puesto a la venta. Una auténtica joya de la arquitectura que, según la agencia House Addictive, se ha puesto en el mercado inmobiliario por 29,99 millones de dólares, lo que equivale al cambio actual a unos 27,3 millones de euros.

Se trata de un edificio histórico del Greenwich Village, uno de los barrios con más encanto de Manhattan. Esta zona, donde el precio de las viviendas es elevadísimo, fue el epicentro del fenómeno contracultural de los años 60. Cuenta con calles arboladas, zonas ajardinadas y clásicos edificios de ladrillo rojo.

Lo mejor es su ambiente, pues hay numerosas cafeterías, bares, clubs de jazz y restaurantes. Uno de sus rincones más destacados es el Washington Square Park, una plaza con solera en la que tradicionalmente se celebran encuentros, mítines políticos, protestas y actividades culturales.

La casa, en cinco plantas, está situada en la calle 10 East y tiene una superficie de 735 metros cuadrados construidos. Tiene seis dormitorios, una gran escalera, un jardín privado de dos niveles y una bodega con capacidad para 1.000 botellas.

El edificio fue construido en 1864 y rehabilitado por el prestigioso estudio Deborah Berke Partners. De su planta original todavía se conservan preciosas molduras de escayola, puertas antiguas y siete chimeneas de leña originales en su interior.

La actriz, famosa por su papel de Carrie Bradshaw en la serie Sexo en Nueva York, compró el edificio en 2011 con su marido, Matthew Broderick (63), con el que lleva 30 años de unión. Entonces, su precio de adquisición fue de 19 millones de dólares. Al parecer, la pareja nunca llegó a vivir en la casa y Sarah la utilizaba únicamente como guardarropa personal.

Según adelanta Robb Report, la casa que en su día fue de Sarah Jessica Parker ya tiene nuevos propietarios. Roble Black y Jennifer (Kaufman) Stillman, de la empresa inmobiliaria Douglas Elliman, son los actuales dueños.

En cuanto a Parker y Broderick, viven no muy lejos de allí, en dos casas contiguas que adquirieron en 2016 por 34,5 millones de dólares. También son dueños de una propiedad frente al mar en la zona de Amagansett, en los Hamptons, el lugar favorito de veraneo y fin de semana de las grandes fortunas de Estados Unidos.

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    Un edificio construido en 1864

    La casa que fue propiedad de Sarah Jessica Parker en Nueva York fue construida a finales del siglo XIX, en 1864. Lo cierto es que en este barrio de Nueva York abundan las casas antiguas y restauradas, que crean un bonito conjunto arquitectónico en sus calles arboladas. Entre ellas, se encuentra la casa Isaacs-Hendricks, la más antigua de esta zona, que data de 1799.

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    Salón contemporáneo y ecléctico

    La decoración de la vivienda destaca por sus muebles de diseño, la funcionalidad del espacio y un ambiente ecléctico gracias a la mezcla de piezas de distinto estilo.

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    Cocina minimalista

    Los elementos protagonistas de cocina, de estilo minimalista, son la madera que reviste los muebles y que da calidez al espacio, así como la encimera de piedra que recubre la superficie de trabajo.

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    Comedor luminoso y de diseño

    Piezas muy ligeras, -tanto la mesa como las sillas-, componen la zona del comedor, donde el principal punto focal son dos amplias ventanas que dan a la calle.

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    Bodega propia

    Uno de los principales atractivos de la casa se encuentra en el sótano, donde se ha habilitado una bodega de vinos aprovechando los arcos de ladrillo visto. También se expone la colección de caldos de la actriz en un extenso mueble de madera realizado a medida. 

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    Jardín bien aprovechado

    El jardín dispone de pocos metros, pero estos se han optimizado al máximo gracias a una distribución del espacio en dos niveles, el uso de especies vegetales que aportan color sin recargar visualmente la zona, y un completo sistema de iluminación que resalta aún más este rincón en las noches y en horas de poca luz solar.

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    Sencillez 'made in NY'

    En una ciudad abarrotada de habitantes como Nueva York, el verdadero lujo es el espacio. Y la luz. Dos elementos a los que se saca todo el partido en la espectacular casa de Sarah Jessica Parker.

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    Bañera independiente

    El baño principal del inmueble cuenta con una bañera independiente en el centro de la estancia. En la 

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    Dormitorio con chimenea

    El dormitorio es igual de sencillo que otros lugares de la casa. En su pared principal, pintada de un sugerente color turquesa, destaca la chimenea, con un marco clásico realizado en mármol.

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