En el verano de 1997, hace justo 25 años, el gigante Disney estrenaba una de las pocas películas de imagen real -es decir, de no animación- de la época: George of the Jungle (en español, George de la jungla). El protagonista era americano Brendan Fraser (53 años), que para entonces tenía 28 años y gozaba de un físico espectacular, tal y como se muestra durante toda la película.

El argumento es el siguiente: George ha sido criado desde que era un bebé por un grupo de gorilas en el corazón de África, en el Bukuvu. Esta especie de Tarzán ha crecido para ser el rey de la jungla y junto con Mono, un gorila parlante, y Shep, un elefante con ansias de ser perro, conocerán a una bella joven llamada Úrsula.

Salvo en los momentos en los que George viaja a la ciudad San Francisco, en California, para conocer "la jungla" de la protagonista, de quien después se enamora, permanece todo el tiempo de duración del filme prácticamente desnudo -apenas un taparrabos-, lo que dejaba a la vista su cincelado cuerpo.

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El actor Brendan Fraser antes y después de su gran cambio físico.

Ahora, un cuarto de siglo después de aquel éxito, que hoy sigue en la plataforma Disney+ para deleite de los usuarios más nostálgicos, Brendan Fraser vuelve al cine como protagonista de una película que, según los expertos, huele a estatuilla. 

Se trata de The Whale, que ha sido presentada este pasado fin de semana en el Festival de Cine de Venecia, donde se ha podido ver el impresionante cambio físico que el actor ha experimentado en este tiempo.

El argumento trata la vida de Charlie, un hombre traumatizado por la trágica muerte de su amante quien, intuyendo el final de sus días, intenta restablecer el vínculo con su hija adolescente, Ellie (Sadie Sink, la Max Mayfield de Stranger Things), pero el peso del tiempo perdido se presenta como un lastre difícil de sobrellevar.

The Whale adapta la obra de Samuel D. Hunter que habla precisamente del autocastigo que uno de inflige después de una gran pérdida. En el caso de Charlie, su flagelación es comer, ingerir todo tipo de alimentos hasta convertir a su cuerpo en algo que hasta a él mismo le suscita repulsión. 

Brendan Fraser, Hong Chau, Darren Aronofsky, Sadie Sink, Samuel D. Hunter en la premiete de 'The Whale' en el Festival de Venecia. Gtres

Brendan Fraser fue uno de los hombres más deseados de finales del milenio, principios de los años 2000. Su innegable atractivo físico acercó a las marcas, los productores y, desafortunadamente para él, también a algún acosador. Según publica Zachary Baron para la versión española de GQ, en el año 2003, en el hotel Beverly Hills, el intérprete fue víctima de una situación absolutamente intolerable.

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Fraser fue abordado por el poderoso Philip Berk, antiguo presidente de la Hollywood Foreign Press Association, quien le dio un pellizco en el trasero cuando el actor salía del hotel y se disponía a extenderle la mano para saludarlo.

Según Berk, aquello no fue más que una broma, pero Fraser declaró lo siguiente: "Me pasó su mano izquierda por detrás, me agarró una nalga y uno de sus dedos me alcanzó el ano. Y luego la empezó a mover [...] "Me puse malo. Me sentí como un niño con un nudo en la garganta. Creía que me iba a poner a llorar".