El emérito Juan Carlos I, en una fotografía tomada en Madrid en 2012.

El emérito Juan Carlos I, en una fotografía tomada en Madrid en 2012. Gtres

Casas Reales MEMORIAS

Juan Carlos I, sobre el drama que marcó su vida: "Se disparó un tiro al aire, la bala rebotó y dio a mi hermano en la frente"

El Emérito publica 'Reconciliación', un libro donde repasa los episodios más duros de su vida, entre ellos el trágico accidente que marcó su existencia.

Más información: El emérito Juan Carlos, sobre la reina Sofía: "Hice todo lo posible, a pesar de mis torpezas, por velar por su bienestar"

Publicada

Este miércoles, 5 de noviembre, se han publicado en Francia las memorias del emérito Juan Carlos (87 años). El libro, redactado por Laurence Debray (49), cuenta la historia del anterior jefe del Estado desde su punto de vista y detalla cada uno de los episodios de su vida.

Juan Carlos ha narrado desde su retiro en Abu Dabi una historia con la que ha querido reconciliarse. No podía faltar en este libro uno de los capítulos más importantes de su vida: la muerte de su hermano.

El Emérito asegura en sus memorias que la muerte de su hermano Alfonso, en 1956, mientras jugaban con una pistola, marcó un "antes y un después" del que nunca se recuperaría.

"No me recuperaré de esta desgracia. La gravedad me acompañará en adelante", confiesa en este breve capítulo, de apenas dos páginas, que consagra al funesto incidente.

Sus memorias, tituladas Reconciliación y publicadas en Francia por la editorial Stock -antes de su aparición en España-, incluyen por primera vez su testimonio directo sobre aquel suceso. En ellas admite que no le gusta hablar del tema y que es la primera vez que se ha expresado sobre ello, en un epígrafe que ha titulado El drama.

Imagen de la familia de Borbón en un documental que nunca vio la luz.

Imagen de la familia de Borbón en un documental que nunca vio la luz.

"Lo echo de menos -cuenta-. Me gustaría tenerlo a mi lado, poder hablar con él. He perdido a un amigo, a un confidente. Dejó un vacío inmenso. Sin su muerte, mi vida habría sido menos sombría, menos infeliz", ha confesado, sincerándose por primera vez.

Rememora, aunque sin entrar en grandes detalles, cómo ambos jugaban aquel 29 de marzo de 1956, Jueves Santo, con una pistola del calibre 22 que le había dado un lugarteniente. Le habían quitado el cargador. Sin embargo, el destino parecía tener la desgracia escrita en los ojos de su hermano Alfonso.

El Emérito ha destacado que nunca se le pasó por la cabeza que pudiera quedar una bala en la recámara. "Se disparó un tiro al aire, la bala rebotó y alcanzó a mi hermano en plena frente. Murió en brazos de nuestro padre", ha narrado Juan Carlos.

El monarca ha asegurado en sus memorias que "todavía es difícil hoy hablar de ello", aunque piensa en el incidente "todos los días". "La fecha del 3 de octubre, el día de su aniversario, sigue siendo un día inolvidable", afirma.

Tras el funeral, recuerda, el silencio reinaba y fueron "momentos terribles". Sin embargo, dos días después fue enviado de regreso a la Academia Militar en España porque hacía falta "retomar la vida".

Portada del libro de memorias del emérito Juan Carlos.

Portada del libro de memorias del emérito Juan Carlos.

Uno de los episodios más complicados de su existencia que marcó un antes y un después en la que sería su vida como parte de la Corona española.

Juan Carlos ha querido dar veracidad a un relato que nunca existió. En aquellos años, la Casa Real afirmó que Alfonso se encontraba limpiando el arma junto a su hermano y que la pistola se disparó por accidente, alcanzándolo en la cabeza y provocándole la muerte pocos minutos después. En ese entonces, Juan Carlos tenía 18 años y su hermano 14.

Tras conocerse la noticia, esta se transmitió a través de comunicados oficiales a los medios de comunicación; sin embargo, la prensa española y portuguesa permaneció prácticamente en silencio por la presión de los regímenes dictatoriales de Franco y Salazar.

Algunos medios extranjeros y miembros de la realeza europea publicaron versiones alternativas. Por ejemplo, la prensa italiana recogió testimonios más directos que sostenían que era Juan Carlos quien tenía el arma y que su dedo estaba en el gatillo.

La muerte de Alfonso se silenció rápidamente y no se realizó autopsia ni investigación judicial formal sobre el incidente.

Ahora, casi 70 años después de aquel "desgraciado accidente", el rey emérito cuenta su verdad sobre uno de los episodios más complicados de su vida en sus memorias, un libro que verá la luz en España el próximo 3 de diciembre y que ya se puede leer en territorio francés.