
El rey Juan Carlos ha disfrutado de una jornada más en las regatas de Sanxenxo arropado por su hermana, la infanta Margarita, y su sobrina, María Zurita. Europa Press
El rey Juan Carlos, arropado por el clan Zurita en Sanxenxo tras las nuevas revelaciones de Bárbara Rey en sus memorias
En su tercer viaje a España, el Emérito se ha reunido con su hermana, la infanta Margarita, a la que está muy unido, y la familia de esta.
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Un día más, el rey Juan Carlos I (87) ha disfrutado de una jornada muy especial junto a su familia y amigos en Sanxenxo. El Emérito se ha relajado surcando el mar en las regatas de la localidad pontevedresa en el que es su tercer viaje a España en lo que va de año.
El Emérito aterrizó en el aeropuerto de Vigo el pasado lunes, 19 de junio. Ese mismo día, su mujer, la reina Sofía (86), se dejaba ver en solitario en Madrid en el Congreso Internacional sobre la investigación del ELA "Manolo Barros”. Cuatro días antes de poner pie en Galicia, Bárbara Rey (75) presentó Yo Bárbara. Mis memorias, en el que revela numerosos momentos vividos junto al padre de Felipe VI (57).
Al margen de las intimidades que recoge la exvedette en su libro autobiográfico, el que fuera Jefe de Estado ha vivido horas de relax y felicidad, arropado por las personas a las que quiere. Entre ellos, los miembros del clan Zurita: su hermana, la infanta Margarita (86) y su cuñado, Carlos Zurita (81), sus sobrinos, Alfonso Zurita (51) y María Zurita (49) y el hijo de esta, el pequeño Carlos (7), con quien protagonizó un beso de lo más cariñoso antes de embarcar.
El rey Juan Carlos, arropado por la familia Zurita
Como es habitual en sus visitas a la localidad de Pontevedra se ha vestido con ropa deportiva para subirse a bordo de un navío junto a sus compañeros de aventuras.
Patrón del 'Bribón'
Gorra, gafas de sol, una sudadera azul con cremallera, pantalones técnicos y guantes de vela ligera, especialmente diseñados para evitar rozaduras durante la práctica de navegación deportiva.
Y como viene siendo costumbre también, Juan Carlos I ha contado con la ayuda de Vicente García-Mochales, el teniente coronel de la Guardia Civil (más conocido como "Mochi") que le acompaña y vela con sumo cuidado cada uno de sus pasos en sus salidas públicas.

El rey Juan Carlos, ayudado por un escolta, a su llegada a las regatas de Sanxenxo, el pasado 21 de junio. Europa Press
No ha faltado un detalle para participar en la competición, en la que se inscribió como patrón del 'Bribón' a lo largo del viernes, el sábado y el presente domingo.
El beso de su ahijado
La hermana del monarca llegó a Sanxenxo el pasado miércoles a última hora. Lo hacía acompañada de su marido, Carlos Zurita, sus dos hijos, y su nieto Carlos.
El pequeño, que es ahijado del emérito, ha protagonizado una de las imágenes más tiernas de su visita a las costas gallegas al darle un cariñoso beso en el Real Club Náutico, antes de disfrutar de un día de navegación en alta mar.

El rey Juan Carlos se agacha para recibir un beso de su ahijado y sobrino nieto Carlos, hijo de María Zurita. Europa Press
Este sábado, el monarca volvió al puerto y junto a su familia. Allí se pudo ver la estrecha relación que tiene con todos ellos, en especial con el hijo de María Zurita.
Unido a los Zurita
La familia Zurita se despidió del emérito cuando su embarcación comenzó a navegar y, minutos más tarde, abandonaron el puerto de Sanxenxo.
Entrada la noche, el Emérito y los Zurita disfrutaron de una cena en el Real Club Náutico de Sanxenxo. A la velada acudieron también su amigo Pedro Campos y su mujer, Cristina Franze.

El rey Juan Carlos, durante la cena que compartió con su hermana, la infanta Margarita, y su cuñado, Carlos Zurita. Europa Press
Cabe recordar que su amigo Pedro, junto a su mujer, son los anfitriones del rey Emérito cada vez que viaja a Sanxenxo.
Alojado en casa de Pedro Campos
Desde que el emérito cambió su residencia a Abu Dabi, en todos los viajes que ha hecho a las costas de Pontevedra con motivo de las regatas ha elegido la casa del matrimonio para alojarse y disfrutar de la compañía de sus seres queridos.

María Zurita, con su hijo Carlos y su madre, la infanta Margarita, en el Club Náutico de Sanxenxo. Europa Press
A la mañana siguiente, el domingo 22 de junio, Juan Carlos ha vuelto a hacer acto de presencia en el club náutico. En su última jornada en altamar ha lucido nuevamente atuendo deportivo. Fiel a su vestimenta marítima -gorra, gafas de sol y prendas especiales para la navegación- se ha entregado por completo a su gran pasión.
En esta ocasión lo han acompañado un grupo de amigos, encabezado por su fiel e inseparable Pedro Campos.

El rey Juan Carlos, en las regatas de Sanxenxo, el domingo 22 de junio. GTRES
Cabe recordar que estos días Felipe VI ha estado en Galicia. El pasado martes 17 de junio -un día después de la llegada de su padre a Sanxenxo- el Jefe de Estado y la reina Letizia (52) visitaron la localidad lucense de Burela para conocer de primera mano la situación del sector pesquero.
En este lugar se pusieron en contacto con la Cofradía de Pescadores, recorrieron la nave de trabajo Redeiras, visitaron un barco bonitero histórico en el muelle y presenciaron una descarga de pescado, así como la subasta en la lonja. Todo ello a unos 263 kilómetros de distancia de Sanxenxo.

Los reyes Felipe y Letizia, en su visita al Concello de Burela, en Lugo, el pasado martes, 17 de junio. GTRES
En la anterior visita de Juan Carlos a España, a finales del pasado abril, el rey Juan Carlos permaneció seis días alojado en la casa de Pedro Campos, tras los cuales partió desde Vigo hacia Cascais, en Portugal.
En aquella ocasión no participó directamente en la competición a bordo del ‘Bribón’. Prefirió seguir las regatas desde una lancha semirrígida.
Durante su visita estaba previsto que se celebrara un acto de conciliación con el expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla (82), a quien había demandado por supuestas expresiones calumniosas e injuriosas.
Sin embargo, Juan Carlos I no acudió al acto celebrado en los juzgados de Santander, que terminó sin acuerdo. Y continuó su estancia en Sanxenxo acompañado de su hermana, la infanta Margarita, y los suyos. Un círculo que ha vuelto a estar a su lado, como una piña, en su nueva y ya casi costumbrista incursión en Sanxenxo.