
El rey Simeón de Bulgaria junto a su mujer, Margarita, en Madrid, en 2019. Gtres
El rey Simeón de Bulgaria pone a la venta el impresionante palacio que ordenó construir su padre, el zar Boris III, en 1929
La propiedad, situada en la localidad de Banya y conocida como 'La Villa del Zar', está asentada sobre un terreno de 1.000 metros cuadrados.
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En las últimas horas han trascendido dos importantes noticias provenientes de Bulgaria. En primer lugar, la separación matrimonial de Konstantin de Bulgaria (57 años), uno de los cinco hijos del rey Simeón II de Bulgaria (88), y la que ha sido su esposa, María García de la Rasilla.
Por otro lado, ha visto la luz una información que tiene que ver con uno de los bienes inmuebles de los que dispone la familia, que ha sido puesto a la venta. Se trata de un palacio especialísimo y con una vasta historia familiar.
Este palacio real ha salido al mercado inmobiliario a través del rey Simeón. Hasta la fecha, se desconocen los motivos que han llevado a Simeón II a deshacerse de esta propiedad. El palacio tiene una construcción de 1.000 metros cuadrados y una superficie de más de 10.000.

El rey Simeón II de Bulgaria junto a su esposa, Margarita Gómez-Acebo y Cejuela, en una imagen de archivo. Gtres
No es sólo este bien inmueble una joya arquitectónica, sino también un símbolo de la historia reciente de la monarquía búlgara y de la propia vida del último zar de Bulgaria.
Ubicada en la localidad de Banya y conocida como La Villa del Zar, esta residencia fue un encargo directo del zar Boris III, padre de Simeón, en 1929, cuando la monarquía aún gozaba de estabilidad y prestigio en el país.
El palacio, de unos 1.000 metros cuadrados y enclavado en una finca de más de 10.000 metros, se conserva en buen estado. Mantiene la distribución original de 1929, con vestíbulo, comedor, cocina, bodega, varios dormitorios y baños, así como el histórico despacho de Boris III.
El complejo está protegido como monumento cultural y su mantenimiento corre a cargo de la bodega Valle de las Rosas.

El rey Simeón II de Bulgaria en una fotografía junto a Kate Middleton, en 2012. Gtres
La puesta a la venta de la villa ha generado expectación tanto en Bulgaria como en el extranjero, aunque los motivos exactos de la decisión y el precio de venta no han sido revelados públicamente. El anuncio inmobiliario señala que el importe es "negociable".
Más allá de su valor material, la villa representa un capítulo fundamental de la historia de la monarquía búlgara y de la vida de Simeón II, quien fue Rey en la infancia y más tarde primer ministro del país.
Historia familiar
Boris III quedó fascinado por los manantiales de aguas termales que rodean la zona y decidió establecer allí una de sus propiedades de descanso. Para el proyecto, confió en los arquitectos Ivan Vasilyov y Dimitar Tsolov.
Estos arquitectos, huelga decir, son los responsables de varios edificios emblemáticos de Sofía, como el Banco Central y la Biblioteca de la Universidad San Clemente de Ojrid. La construcción de la villa impulsó la modernización de Banya, que se consolidó como balneario de referencia en Bulgaria.

El matrimonio royal en una imagen captada en 2020. Gtres
La villa fue utilizada por la Familia Real búlgara como residencia vacacional alternativa al Palacio Real de Sofía, hasta la abolición de la monarquía en 1946 tras un referéndum popular.
Con la llegada del régimen comunista, la propiedad fue expropiada y destinada a diversos usos públicos y representativos, entre ellos como sede del Museo Militar de Sopot. El acceso se restringió y la villa experimentó un progresivo deterioro.
Décadas después, tras la caída del comunismo y la aprobación de la Ley de Restitución, Simeón de Bulgaria y su hermana recuperaron la propiedad, junto a otras fincas familiares, aunque no sin dificultades legales y políticas.
La villa de Banya fue el primer lugar donde Simeón se instaló al regresar definitivamente a Bulgaria tras décadas de exilio, en 2001. Desde entonces, sigue censado allí y es donde acude a votar en cada elección nacional.
Simeón II y el amor
La historia de amor entre Simeón II de Bulgaria y Margarita Gómez-Acebo es un relato de compromiso, resiliencia y unión que ha perdurado a lo largo de las décadas. Desde su encuentro en la alta sociedad europea hasta su matrimonio en el exilio, su relación ha sido un pilar fundamental en la vida del último zar de Bulgaria.
La pareja se casó el 21 de enero de 1962 en Lausana, Suiza, en una ceremonia que reflejaba su compromiso con sus respectivas tradiciones religiosas. A lo largo de los años, Simeón y Margarita han formado una familia con cinco hijos, quienes han mantenido un fuerte vínculo con la historia y la cultura búlgara.