Este pasado miércoles, 13 de marzo, el rey Juan Carlos I (86 años) aterrizaba de nuevo en España, siendo esta su octava visita al país desde que se trasladó a Abu Dabi. Su primera parada fue Vitoria, donde visitó la clínica privada del doctor Eduardo Anitua para unas revisiones médicas. Llegaba procedente de Ginebra, donde reside su hija, la infanta Cristina (58). 

Tras pasar por el doctor, el Emérito volvió a coger su avión privado, pero esta vez destino Vigo para trasladarse en coche hasta la localidad pontevedresa de Sanxenxo. Estaba previsto que los entrenamientos para las regatas de este inminente fin de semana comenzaran este jueves, pero las inclemencias meteorológicas impidieron que Juan Carlos pudiese salir a navegar. 

A última hora de este jueves, aterrizaba en Vigo la infanta Elena (60), quien se ha convertido en su apoyo más cercano en cada uno de sus viajes a España. Al mediodía de este viernes, 15 de marzo, ambos se han dejado ver camino al Bribón, el barco con el que compite el Emérito. 

[El rey Juan Carlos aterriza en España y visita a su médico en Vitoria antes de poner rumbo a su destino final, Sanxenxo]

La meteorología ha acompañado para que Juan Carlos pudiese subirse al Bribón y su hija hiciese lo propio a bordo de la lancha semirrígida Cristina. El Emérito ha llegado al puerto deportivo de Sanxenxo y, sentado en el asiento del copiloto, ha saludado a aquellos medios que ya le estaban esperando, pero no ha hecho ningún tipo de declaración.

Antes de descender al embarcadero con su inseparable muleta, ha aprovechado unos minutos para hablar con los miembros de su tripulación y también con su hija Elena. Para llegar hasta el Bribón, ha necesitado la ayuda de uno de los miembros de seguridad. En todo momento, se ha mostrado muy sonriente y padre e hija han protagonizado un tierno momento. Una vez subido al barco, la infanta ha empezado a tomarle fotografías con su teléfono móvil. 

La anécdota

Además de este momento tan familiar, el exmonarca también ha protagonizado una de las anécdotas de la jornada. El perro de una mujer con la que ha estado conversando durante unos minutos ha empezado a lamerle la cara, tal y como recoge Europa Press. Juan Carlos ha reaccionado encantado y ha presumido de su amor por los animales. 

La idea del monarca es participar en las regatas de este fin de semana, siempre que la meteorología lo permita. Se trata de la primera de las ocho regatas que el Real Club Náutico de Sanxenxo tiene previstas hasta el mes de noviembre. Después de cinco meses sin navegación en la categoría en la que participa el Emérito, se prevé que las jornadas tengan como protagonistas al viento. 

Juan Carlos y el perro, este 15 de marzo. Gtres

Las visitas de Juan Carlos I a España son cada vez más frecuentes. Las regatas le han valido para regresar al país en el que fue Rey durante casi 40 años. Fue en mayo de 2022, meses después de su traslado a Emiratos Árabes Unidos, cuando aterrizó por primera vez en Vigo. 

Se trata de la primera visita del Emérito a su país en este 2024. La última vez que viajó hasta Madrid fue para la celebración del 60 cumpleaños de su hija, la infanta Elena. Una cita en la que se volvió a reunir la familia para disfrutar de una agradable comida que no duró más de dos horas.

Sólo en 2023 llegó a realizar hasta seis viajes fugaces, los cuales ya se ven con cierta normalidad. En cada una de sus visitas, ha optado por mantener un perfil bajo y aprovechar ese tiempo para reencontrarse con amigos y su familia.