La reina Isabel II (96 años) no acudirá este sábado 4 de junio de 2022 al hipódromo para presenciar la carrera de Epsom Derby, que seguirá por televisión desde su residencia de Windsor, como ha confirmado este viernes un portavoz del palacio de Buckingham.

Ese era uno de los actos previstos en el calendario de festejos para celebrar -desde este pasado jueves y hasta este domingo- los 70 años en el trono de la monarca, de 96 años.

La reina seguirá el evento hípico por televisión desde su residencia en el castillo de Windsor, en el condado de Berkshire, debido a los problemas de movilidad que sufre últimamente.

La reina Isabel II en una imagen de archivo tomada el pasado 17 de mayo de 2022 en Londres. Gtres

La reina sufrió, según reveló un portavoz real, "ciertas molestias" al término del desfile militar Trooping the colour celebrado este jueves, y que marca oficialmente su cumpleaños.

Isabel II tampoco ha asistido este viernes al servicio religioso de Acción de gracias que se celebró en la Catedral de San Pablo, en Londres, aunque un día antes, el jueves, estuvo saludando desde el balcón del palacio de Buckingham y presenció el vuelo rasante de aviones militares en su honor y participó también anoche de otro acto, en la iluminación de las balizas del Castillo de Windsor.

La duquesa de Cambridge, Catalina (40), ha indicado este viernes, durante una recepción en Londres, que la monarca se lo había pasado "de maravilla" en los actos celebrados hasta la fecha, si bien el día le resultó "muy cansado", según medios de comunicación locales.

Los compromisos oficiales públicos de la monarca se han limitado al máximo en los últimos meses a causa de su avanzada edad. Este viernes ha su primogénito y heredero al trono británico, Carlos de Inglaterra (73), quien representó a su madre durante la ceremonia religiosa en San Pablo, un tributo al servicio público desempeñado durante siete décadas por la reina. 

Su sonrisa desde el balcón

La Familia Real en el balcón antes del desfile 'Trooping de Colour'. Gtres

Este pasado jueves, a las 13:20 horas aparecía Isabel II en el balcón de Buckingham Palace para celebrar el tradicional Trooping de Colour que marca el inicio de los festejos. Lo hacía acompañada de su primo, el duque de Kent (86), que sustituía al fallecido Felipe de Edimburgo.

En un arranque de naturalidad, la soberana británica, entusiasmada al ver a las tropas y las miles de personas que la esperaban, exclamaba: "¡Oh, qué increíble!'. Lucía el mismo traje azul de Angela Kelly que había usado en su retrato oficial del Jubileo de Platino, esta vez con sombrero a juego ribeteado con perlas y guantes blancos. Analizar el mensaje oculto del estilismo resulta muy oportuno.

Es de color azul cielo, símbolo de tranquilidad, protección y generosidad, tres palabras que describen no sólo su estado de ánimo actual si no la manera en la que ha llevado la jefatura de su país durante todos estos años. En su mente, el recuerdo a su marido, que murió en abril de 2021 a punto de cumplir un siglo de vida.

La Reina salía apoyada en su bastón, pues tiene bastantes problemas de movilidad desde hace tiempo, pero lucía un aspecto inmejorable y se mostró feliz y muy sonriente en todo momento. Durante los diez minutos que estuvo asomada al balcón principal de la que fuera su residencia (actualmente vive en el castillo de Windsor) compartió varias confidencias con el duque de Kent, uno de los miembros de su familia más cercanos a ella, mientras la multitud la ovacionaba.

[Más información: Con 'look' inmaculado y entre aplausos y abucheos: Meghan Markle reaparece oficialmente en Reino Unido]