Felipe VI (54 años) y Letizia (49) fueron recibidos con todos los honores este jueves, 12 de mayo, en Las Hurdes, una bella comarca al norte de la provincia de Cáceres. La localidad está muy vinculada a la Casa Real, por lo que el lugar se convirtió en una gran fiesta en la que todos sus vecinos se echaron a las calles para recibir a los representantes monárquicos. Tantos gestos de respeto y admiración recibieron, que el Rey no dudó en expresar su agradecimiento, y visiblemente emocionado declaró: "Vuestro cariño, el cariño de la gente, es un honor".

Los Reyes tuvieron la oportunidad de conocer al descendiente de un ahijado de Alfonso XIII y "amigo" de Juan Carlos I (84) durante su visita oficial, en la que un hurdiano invitó al Rey a un café, "Majestad, es lo único que le puedo ofrecer".

Esas fueron dos de las anécdotas más curiosas de una visita que estuvo marcada por la emotividad de la gente, pero especialmente para José María Vázquez, cuyo padre, primer nacido por cesárea en estas tierras en 1925, fue ahijado de Alfonso XIII y mantuvo una relación especial con Juan Carlos I. Vázquez participó en el encuentro que los Reyes ofrecieron a las autoridades y vecinos de la comarca en Pinofranqueado con motivo del centenario del viaje que realizara Alfonso XIII a esta zona en 1922.

Los Reyes disfrutaron del cariño de la gente de Las Hurdes, en Cáceres. Gtres

"Para mí hoy es un día maravilloso, porque es una forma muy bonita de recordar a mi padre, que siempre llevó con honor y orgullo el haber sido ahijado del rey Alfonso XIII y porque, en cierta forma, yo no estaría aquí sin aquella visita real de 1922", explicó a Efe el propio Vázquez. José María Vázquez recordó que su padre, hasta su muerte en 2012, mantuvo un contacto continuo con el rey emérito Juan Carlos.

"Siempre que venía a Las Hurdes se entrevistaba con él y mi padre, cada año, me hacía escribir una carta de felicitación en el cumpleaños de Juan Carlos que enviábamos a Casa Real, y ellos siempre contestaban amablemente", ha detallado.

Además, reveló que su padre siempre llevaba guardada en su cartera una foto que se hizo con Juan Carlos cuando visitó Las Hurdes siendo príncipe, unida al último telegrama de contestación de la Casa Real a su felicitación. "La foto la enseñaba más que el DNI", narró entre risas.

En su recorrido por las calles y la plaza consistorial, Felipe VI y Letizia estrecharon manos de escolares, ancianos y pequeños comerciantes. Los Reyes se fotografiaron con la gente. La Reina cogió en brazos a varios bebés mientras sus madres hacían la foto. "La voy a subir al Facebook y la pondré en el salón... pues claro", aseguró una de ellas. Letizia no dudó en plasmar su firma en uno de los tambores con los que se amenizó la visita real; también hubo poesía, decenas de miradas de complicidad y reciprocidad.

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