El 6 de febrero es una fecha triste para la reina Sofía (83 años). Un día como este, pero en 1981, falleció su madre, la reina Federica de Grecia, de forma inesperada. Tenía 64 años y, aunque el fortuito desenlace ocurrió tras una operación, nada hacía vaticinar que la duquesa de Brunswick y Luneburgo perdería la vida. El proceso al que se sometía fue calificado de poco importante y era tan sencillo que no hizo falta que su primogénita permaneciera a su lado. La mujer del rey Juan Carlos I (84), de hecho, se encontraba en un viaje familiar cuando ocurrió aquella desgracia. 

Hace 41 años, un viernes por la noche, la monarca helena falleció en Madrid de un infarto miocardio tras una intervención quirúrgica en los párpados, aparentemente sin riesgo. Con el paso de los años, algún portal ha expresado que se trataba de un procedimiento estético. Sin embargo, en aquella ocasión se habló de una afección en esta zona ocular. Eso sí, en cualquier caso, se ha hecho saber que era una operación simple.

Algunas versiones también han comentado sobre la forma en la que la reina Federica llegó a la Clínica de La Paloma, en la capital, para someterse al proceso: de forma incógnita -para evitar el revuelo de la prensa- y ante el desconocimiento de algunos de sus familiares, como el de la propia reina Sofía.

La reina Sofía y el rey Juan Carlos un año antes de la muerte de Federica de Grecia. Gtres

La muerte de la royal helena, incluso, sorprendió a su hija mayor en medio de un viaje de fin de semana en la estación de esquí de Baqueira-Beret junto su marido y sus hijos. Nada más enterarse de la noticia, la Familia Real regresó a la capital por vía aérea. A Madrid también arribaron los hermanos de la reina Sofía: Constantino II de Grecia (81), junto a su esposa, Ana María de Dinamarca (75), y la princesa Irene (79). Por otro lado, el entonces presidente en funciones, Adolfo Suárez, decidió abandonar Palma de Mallorca, donde se encontraba en el momento del fortuito desenlace, para dar personalmente su pésame a la mujer del rey Juan Carlos I. 

En el palacio de la Zarzuela se ofició un responso religioso por el eterno descanso de Federica de Grecia, según el rito ortodoxo, religión a la que pertenecía. Casi una semana después de su partida, los restos de la abuela materna de Felipe VI, también conocida como Federica de Hannover, fueron enterrados en el panteón familiar de Tatoi, a pocos kilómetros de Atenas. Allí es donde descansan los demás miembros de las familias reales griegas desde 1913, incluyendo Pablo de Grecia, padre de la reina Sofía. 

La reina Sofía se encontraba en Baqueira cuando murió su madre. Gtres

Días antes del fatídico desenlace, Federica de Grecia hacía su última aparición pública cuando recibía en el aeropuerto de Barajas a los entonces Reyes de España, Sofía y Juan Carlos, quienes regresaban del País Vasco. La madre de la Reina esperaba a los monarcas junto a sus nietos, Felipe VI (54) -en aquel momento Príncipe- y las infantas Elena (58) y Cristina (56). 

En el instante de su inesperada muerte, la reina Federica se encontraba en Madrid en medio de una larga visita a su hija mayor y sus tres nietos. Su residencia, en este momento, estaba fijada en Madrás, India. 

La reina Sofía recuerda a su madre como una persona "dinámica" y "activa". Tal y como cuenta en el libro La Reina de Pilar Urbano, mucho más que su padre. Sobre Pablo de Grecia se expresa como "un hombre templado, mesurado, más apacible y sereno". Una personalidad que, en sus palabras, se parece más a la suya. "En mi vida y en mi forma de ser hay más influencia de él que de mi madre. Teníamos caracteres más afines", cuenta en el texto la madre de Felipe VI, quien este domingo 6 de febrero tendrá presente el recuerdo de Federica de Hannover. 

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