Por fin buenas noticias para Charlène de Mónaco (43 años). La Princesa, después de su estancia de seis meses en Sudáfrica con motivo de la grave infección que padeció y que le impedía regresar al palacio monegasco, ya se encuentra en Mónaco. Así lo ha anunciado el medio de comunicación Bild, quien sostiene que Charlène tomó este pasado domingo un jet privado en Durban con dirección Niza. Desde la ciudad de Francia, ha volado este lunes 8 de noviembre en helicóptero hasta el Principado.

Un portavoz de Palacio ha asegurado al rotativo lo que sigue: "La Princesa está de buen humor y deseando volver a casa". La mujer de Alberto de Mónaco (63) comenzó el viaje de vuelta a su hogar este domingo 7 de noviembre. Llegó al aeropuerto King Shaka de Durban en compañía del rey de los zulúes, Misuzulu kaZwlithini, gran amigo y la única persona con la que se ha dejado ver durante su convalecencia en tierras africanas.

Charlène saludando a los medios de comunicación tras su llegada a Mónaco.

Una vez en Europa, en Niza, tomó una aeronave, Dassault Falcon 8X, propiedad del Gobierno monegasco, que la ha trasladado con éxito a palacio. Se insiste en que este viaje se ha podido realizar una vez que Charlène ha sido examinada por sus médicos, quienes han dado la luz verde para regresar a casa. Fue a finales de octubre cuando Alberto de Mónaco arrojó luz sobre cuándo regresaría la Princesa. En una entrevista a Point de Vue, el Príncipe sostuvo: "Está mucho mejor. Su última operación en el tabique nasal fue muy bien". "Pronto podremos considerar su vuelta. Puedo deciros que volverá a Mónaco antes de la Fiesta Nacional, aunque no puedo daros la fecha exacta os prometo que lo sabréis cuando llegue el momento", añadió. Finalmente, ha sido antes de lo previsto. En People, Alberto de Mónaco informó hace unos días que Charlène estaría en casa antes del 13 de noviembre, con el objetivo de que pueda acompañarle a Dubai. Todo hace indicar que viajarán juntos con motivo de la Exposición Mundial que se celebra en la capital árabe.

Sea como fuere, lo que es un hecho es que Charlène de Mónaco está de regreso y ya se ha podido reencontrar con sus dos hijos, Jacques (6) y Gabriella (6). Todos están felices con el regreso de Charlène. El primero, su padre, Mike Wittstock. "Gracias a Dios que ha vuelto a casa", ha asegurado en Johannesburgo para la Agencia de Prensa Alemana. 

Dura pérdida para Charlène

La noche del pasado 25 de octubre tuvo que ser francamente dura y difícil para Charlène: fue informada de que su perra chihuahua había sido atropellada. La propia Princesa se encargó de compartir la triste noticia a través de sus redes sociales: "Mi angelito murió anoche, fue atropellada. Te extrañaré mucho, descansa en paz".

Acompañó su escrito con una imagen en la que Charlène besa tiernamente a su animal de compañía, Monte. La fotografía no es actual: pertenece a una serie de instantáneas que se tomó la princesa consorte la pasada Navidad en Palacio.

Charlène de Mónaco en una imagen junto a su perra, Monte. Redes Sociales

De momento, se desconoce si la mujer de Alberto de Mónaco se desplazó a Sudáfrica con su mascota o si esta había permanecido hasta su deceso en Mónaco, al arropo de sus hijos y su marido. Monte tenía una gran importancia para Charlène. De hecho, apareció en alguno de los actos públicos más importantes de Mónaco. Sea como fuere, un mazazo que llegó en un momento delicado para ella, a escasos días de retomar su vida en Mónaco. Hace unas semanas, la Princesa se sinceró en una entrevista sobre su estado de salud y lo difícil que le está resultando estar lejos de su familia. "No puedo esperar más para volver a casa y estar con mis hijos", expresó Charlène de Mónaco. "Creo que cualquier madre que haya estado separada de sus hijos durante meses se sentiría como yo", añadió la exnadadora, quien había visto por última vez a Jacques y Gabriella el pasado mes de agosto, cuando los pequeños viajaron hasta Sudáfrica junto a su padre, el príncipe Alberto. 

La primera vez que la mujer del príncipe Alberto pasó por quirófano fue el pasado 25 de mayo, a causa de la grave infección que contrajo tras someterse a un levantamiento de senos paranasales e injerto óseo antes del viaje. Así lo explicó ella misma días después de su intervención, en el canal sudafricano News24. En la misma conversación, la Princesa comentó que no se dio cuenta del problema hasta que experimentó un fuerte dolor de oídos que la llevó a visitar a un especialista. Dos meses y medio después, debido a la misma afección, la exnadadora tuvo que someterse a otra operación de cuatro horas y bajo anestesia general.

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