Pipi Estrada, 68 años

Pipi Estrada, 68 años

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Pipi Estrada, 68 años, sin rodeos sobre su explosión mediática: "Este fue el peor momento de mi vida, no podía más y me asusté"

El conocido periodista habló sin tapujos sobre un momento delicado de su exposición en los medios de comunicación.

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Pipi Estrada, 68 años, es uno de los nombres propios de las tertulias de la televisión de nuestro país. Su estilo ácido y transgresor le ha convertido en un personaje recurrente dentro y fuera de los medios de comunicación.

Conocido por un apodo que se ganó en la escalerona de Gijón, donde le decían que "era más revoltoso y travieso que Pipi Lanstrum", llegó a Madrid como un prometedor estudiante de ingeniería industrial.

Su destino, sin embargo, lo llevó a la radio de la mano de Jesús Hermida y, posteriormente, a convertirse en uno de los reporteros deportivos de cabecera en el influyente equipo de José María García.

Tras 22 años bajo la intensa disciplina de García, Estrada parecía tener una carrera sólida y controlada.

Pero hubo un momento, provocado por una "torpeza" personal que él mismo reconoce, en una entrevista en el pódcast La Chalana de Xuan, en el que su vida dio un giro de 180 grados.

El periodista pasó de ser un profesional reconocido en la radio a protagonizar las portadas de la prensa rosa.

La razón fue su ruptura matrimonial y el inicio de una relación con una persona "muy mediática" (Terelu Campos), cuya madre (María Teresa Campos), según Pipi, poseía un "poderío a nivel de comunicación tremendo".

De repente, Pipi Estrada se vio rodeado de paparazzis y apareció en las revistas. Esta "explosión mediática" fue un impacto tan "tremendo" que le impidió "hacer la digestión" de su nueva realidad.

"Hay un momento en el que peto, me quedo frenado y me da miedo. Tengo vértigo", se abría en canal el periodista durante la entrevista.

De esta manera, el periodista se dirigió al despacho de Fernando Ónega, su director en Onda Cero, para confesar su agotamiento.

"Fernando, no puedo. No puedo", le dijo, incapaz de cubrir un partido de la Selección Española de Fútbol en el extranjero.

Afortunadamente, el apoyo de Ónega fue clave. "Me dedicó palabras de tanto cariño, de tanta cercanía...", explica. "Tú puedes, te quiero, te admiro y te valoro", le dijo el veterano periodista radiofónico a un joven Pipi.

Estrada remontó y, a partir de ese momento, decidió tomarse la fama con una visión mucho más pragmática.

Hoy, Pipi Estrada ve la exposición mediática como "una cosa natural, nada importante, una cosa sencilla". Pero advierte a quienes se dejan seducir por el brillo superficial del famoseo.

Para el periodista gijonés, "la fama es una rosa que hoy huele bien y mañana te saca las espinas". La clave para sobrevivir es evitar caer en la "tontería", pues si uno se convierte en un "idiota que va por la vida", la fama no paga ni el agua ni la luz.

La trayectoria de Pipi

Además de su batalla contra el foco mediático, Estrada explicó algunos detalles de su férrea formación profesional.

Sus 22 años junto a José María García fueron una "escuela de disciplina". Aunque las broncas del líder eran legendarias, asegura que eran "muy constructivas", pues García era "el primero en llegar y el último en irse".

De hecho, la nobleza de su carácter asturiano fue reconocida incluso por su jefe. Pipi recordó una fuerte discusión en antena por defender a Jorge Valdano.

Aunque García estaba molesto, terminó elogiándolo públicamente: "Siga usted con ese corazón tan grande de asturiano, defendiendo a sus amigos aunque sea indefendibles".