Mónica Naranjo, 51 años

Mónica Naranjo, 51 años

Corazón

Mónica Naranjo, 51 años, alto y claro: "Este fue el mayor error de mi vida, la ambición me pudo"

La cantante catalana habla sin reparo sobre uno de los momentos más delicados de su carrera profesional.

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Mónica Naranjo es sinónimo de talento vocal, disciplina férrea y éxito rotundo. Desde su precoz debut en México a los 18 años, la artista catalana ha forjado una carrera basada en una confianza inquebrantable.

De esta manera ella misma confiesa, en una entrevista en el pódcast Tengo un plan, su pensamiento cuando se fue de casa para triunfar en América: "Yo sabía lo que iba a pasar. Lo iba a petar".

Esta seguridad personal, que Naranjo atribuye en parte a venir de una familia humilde donde "el no, ya lo tienes aceptado", ha sido la guía de su vida, junto con un lema que adoptó de Salvador Dalí a los 14 años: "Guía siempre tu pincel por la pasión".

Esta pasión y la "disciplina de soldado" que le inculcó su madre la llevaron a conquistar escenarios internacionales y a mantenerse relevante en una industria volátil durante más de tres décadas.

Sin embargo, en su camino hacia el estrellato, la "pantera de Figueras" cometió un error profesional que, visto en retrospectiva, considera el mayor fracaso de su carrera.

A pesar de que los números y las cifras lo señalaron como un éxito, para Naranjo fue un "terrible error". Hablamos de la creación de su álbum Chicas Malas.

La artista explica que, en ese momento, la ambición fue más fuerte que su voz interior, una decisión que lamenta profundamente.

En lugar de seguir su instinto y hacer el disco que realmente quería (Tarántula), se dejó llevar por la posibilidad de trabajar con "los mejores productores" que le ofreció la discográfica.

El resultado fue una profunda desconexión con su trabajo: "No era yo. Yo ya estaba preparada para hacer Tarántula no para hacer otro disco pop".

Mónica Naranjo es contundente sobre la lección aprendida: el éxito no es medible en ventas si traicionas tu propia esencia.

"No seguí mi intuición porque me mentí a mí misma", afirma. Para ella, la consecuencia fue la peor de las "hostias".

Esta honestidad brutal es la base de su filosofía actual. La artista, que vivió un burnout y estuvo 7 años desaparecida de la música debido a su entorno "que no era bueno", asegura que ese parón fue necesario. "Tenía que pasar. No sería quién soy hoy", se sincera.

Desde entonces, su enfoque es la libertad. La artista recuerda a quiénes se sienten atrapados que el trabajo da independencia: "El dinero no te va a hacer nunca feliz, pero te va a dar libertad, te va a dar alas".

Tras un concierto, tiene un ritual inusual: "Estoy 24 o 48 horas sin hablar", pues el silencio es "la nota más poderosa de un pentagrama" y el único modo de descansar la mente.

En cuanto a su vida personal, Naranjo confiesa la gran pregunta de por qué no fue madre. La respuesta es clara y fiel a su lema de vida: ella es "demasiado leona" y no concibe darle a un hijo una vida nómada. Como ella dice, para ser madre tendría que ser "una madre en mayúsculas" y "sacrificar el trabajo".

Al final, su consejo más valioso para cualquiera que busque la felicidad o quiera salir de la desconfianza es "ponerte en marcha". El verdadero fracaso no está en el resultado, sino en la inacción: "Fracasar es no intentarlo".