Rato durante su retiro budista en Pedreguer (Alicante)

Rato durante su retiro budista en Pedreguer (Alicante) Interviú

Corazón CORRUPCIÓN POLÍTICA

Rato busca la paz en el yoga

El ex vicepresidente del Gobierno asistió durante una semana a un retiro de silencio en Pedreguer (Alicante) que cuesta 2.500 euros. Lleva más de 30 años practicando yoga con el maestro Ramiro Calle. 

18 abril, 2016 17:31

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Rodrigo Rato, acusado de once delitos de corrupción (caso Bankia, tarjetas black y nueve delitos fiscales) buscó encontrar "la serenidad contemplativa" en un retiro de silencio impartido entre el 19 y el 25 del pasado mes de marzo en el Centro Internacional de Estudios Budistas de Pedreguer (Alicante). La revista Interviú publica un amplio reportaje fotográfico en exclusiva de su estancia.  

Portada del reportaje del retiro de Rato en Alicante

Portada del reportaje del retiro de Rato en Alicante Interviú

No es la primera vez que Rato recurre al yoga en busca de la armonía del cuerpo a través de la mente. Desde hace 30 años acude a la madrileña Calle Goya, al estudio del maestro Ramiro Calle, que ha sido su instructor en esta tradición india. La Reina Doña Sofía o el futbolista Guti también han sido alumnos de Calle. Rato practica yoga físico a diario y meditación. Expertos en la materia aseguran que el ex presidente "ha aprendido a concentrar sus energías pero en vez de dirigirlo hacia lo bueno, lo ha hecho al contrario, hacia lo malo", explican. 

El estrés de los procesos judiciales está pasando factura a la mente de Rato, por eso ha buscado la salvación en uno de los mejores en la materia, Allan Wallace, antiguo colaborador del Dalái Lama. Este gurú del yoga impartió teoría y práctica a 130 alumnos para que se embarcaran en un proceso "de transformación y realización personal definitiva". 

Tal y como relata un compañero de retiro de Rato a la revista Interviú, este acudió solo y pasó desapercibido. Se ponía un pañuelo azul para meditar y lo hacia apartado del grupo. Llevaba como todos su zafú (cojín para meditar). Se sentaba a veces en postura de yoga, pero en una silla.

La jornada empezaba para todos a las 7 de la mañana pero Rato solía llegar sobre las 8 de la mañana. Cada sesión, dirigidas por el profesor Wallace, duraba 24 minutos y contaba con una traductora. Las sesiones teórico-prácticas del gurú terminaban a las 13 horas.

Después había una pausa para la comida (estrictamente vegetariana) y luego continuaban las sesiones hasta las diez de la noche, con una pausa para cenar a las siete de la tarde. El coste de los seis días con alojamiento y pensión completa cuesta 2.500 euros. Y tal y como se puede leer en la web promocional de este retiro de meditación: "se produce un fenómeno de introspección tan intenso que posibilita una transformación psicológica definitiva".