Cuando llegan los meses más fríos del año a España, no hay nada mejor que poder disfrutar de un buen caldo caliente. Es perfecto para poder entrar en calor y tiene un gran sabor, además de que apenas aporta calorías y te sirve para preparar una gran cantidad de recetas. Aunque algunos caldos que podemos encontrar en el mercado están bien y tienen un gran sabor, no habrá nada mejor que preparar un caldo casero hecho a nuestro gusto.

Por este motivo, te traemos la receta más sencilla de caldo casero que puedes hacer en casa para combatir el frío, con ingredientes muy sencillos de conseguir y una preparación que te llevará muy poco tiempo. De hecho, en apenas 40 minutos de olla exprés lo tendrás listo para disfrutar. Además, no necesitas de conocimientos de cocina para poder disfrutar de esta elaboración.

Ingredientes

Lo primero que debes tener en cuenta para poder disfrutar de un buen caldo casero has de saber los ingredientes que vas a necesitar para la elaboración de este plato. En este caso nos vamos a centrar en elaborar un caldo de pollo y verduras.

[Cómo hacer el mejor caldo para paella y para cualquier otro arroz]

Para ello necesitaremos una olla con cinco litros de agua, al que añadiremos dos zanahorias, dos cuerpos de pollo, dos puerros, cuatro patas de pollo y 200 gramos de morcilla. Además, de otras verduras como la patata, el nabo o la cebolla necesitamos solo una unidad de cada, ya que aporta un gran sabor.

Asimismo, también necesitamos de una pechuga de pollo de corral, un hueso de rodilla de ternera, dos hojas de laurel y un ramillete de apio. Para darle más sabor, también necesitamos perejil, pimienta y sal al gusto. En cualquier caso, debes asegurarte de que los ingredientes sean de una alta calidad, ya que de esta manera el caldo casero tendrá el mejor sabor.

Preparación de la receta más sencilla de caldo casero

Lo primero que se debe hacer para que el caldo casero de pollo y verduras tenga un gran sabor es empezar por dorar un poco la cebolla y el pollo. Para ello, se utilizará muy poca cantidad de aceite, de forma que estará mejor y será una receta que apenas engorde, con pocas calorías. Simplemente es suficiente con pasar un poco por la sartén hasta que queden del color deseado.

[Caldo de jamón casero, receta fácil para principiantes]

Si contamos con unas verduras de un tamaño grande, deberemos cortarlas y prepararlas para agregarlas a la olla exprés y cocinar, mientras que en el caso de que quepan perfectamente podremos ahorrarnos este paso en la elaboración y podremos meter todo junto sin problemas.

Ahora llega un momento clave, y es la de preparar el caldo. Para ello es tan sencillo como agregar todos los ingredientes mencionados en una olla exprés junto a 5 litros de agua. No obstante, si tienes una olla de menor tamaño o no quieres tanta cantidad, podrás ajustar las proporciones de carne y verduras. También puedes realizar ajustes de los ingredientes en función de si prefieres un sabor más o menos fuerte.

Una vez agregados los ingredientes es el momento de calentar y empezar a cocinar. Sin embargo, antes de tapar hay que observar que, al hacer el caldo, se genera una pequeña capa blanquecina en forma de espuma. Esta hará que no quede bien el plato, por lo que habrá que desespumar para que el resultado final sea bueno.

[Cómo hacer caldo de pescado casero, todos sus trucos y variedades]

Para hacer esta acción sin que se pierda líquido tan solo tendremos que coger una espumadera e ir quitando poco a poco la espuma, hasta que no quede nada. Con un poco de paciencia podrás quitarlo todo.

Una vez que se haya desespumado, tan solo hay que esperar unos 40 minutos en la olla exprés para que se haga el caldo. No obstante, si quieres conseguir más cantidad, cuando haya terminado la cocción, cuela la mitad del caldo y resérvalo, añadiendo más agua a la mezcla y poniendo cocer durante otros 20 minutos.

Esto no consistirá solo en aguarlo, sino que servirá para sacar más jugo a los huesos. Con los huesos es posible sacar mucha cantidad, por lo que conseguirás sacar un poco más de caldo gracias a este truco. Una vez que hayamos finalizado, habrá que colar y juntar todo en el primer caldo reservado, de forma que todo tenga la misma densidad y proporción. Además, es importante respetar los tiempos de elaboración, ya que si te pasas podrías arruinar la preparación.

[Estos son los únicos caldos que recomiendan los nutricionistas]

Aunque puedas tener la tentación de disfrutar del caldo nada más has terminado de hacerlo, lo más recomendable es que lo dejes enfriar, ya que de esta manera se separará la parte más grasienta del pollo, que no es la más saludable, de la parte líquida. De esta manera podrás retirarlo con mucha facilidad al pasar la grasa a un estado sólido. Cuando la hayas retirado podrás calentarlo de nuevo y disfrutar de un caldo de pollo y verduras con mejor sabor y más ligero. Además, si lo deseas, podrás conservarlo durante mucho tiempo en el congelador, para lo cual tendrás que usar tuppers.

¿Cómo acompañar el caldo casero?

El caldo casero de pollo y verduras es una receta muy sabrosa y perfecta para combatir el frío, ya que es ideal para entrar en calor. Puedes tomarlo sólo o bien hacer otras recetas o combinarlo con otros alimentos, de manera que puedas disfrutar del mismo al máximo. Lo más habitual es cocinar el caldo junto a unos fideos.

[Caldo gallego, la mejor receta para reírte del invierno]

Sin embargo, también puede ser la base para un consomé de pollo, para una sopa castellana o para preparar salsas.