Las lentejas guisadas, tan populares en España pero también curiosamente la comida de fin de año en Italia, son una opción perfecta para los meses más fríos por todas las proteínas vegetales y minerales que aportan, por ser un alimento muy completo, y por permitirnos hacer raciones más grandes para después congelar y regenerar en cualquier momento. Son tan fáciles que con poner todo en la olla y olvidarnos estarán hechas después de que terminemos cualquier otra tarea. Además, si hacemos más cantidad de la necesaria lo ideal es reconvertirlo después en una crema tan sólo triturando todo el conjunto, dejando la morcilla aparte como un topping por encima. 

La receta de hoy es tan fácil como cocer unas lentejas en la olla - express o normal - y luego añadir en el último momento unas espinacas frescas y también unas rodajas de morcilla de Burgos frita, de esa con arroz que se quede bien crujiente por fuera. Si queremos que tenga menos grasa podemos hacerla también a la plancha o si queremos hacerlas veganas podríamos optar por una versión con calabaza y berenjena, al estilo Ottolenghi

Si tenéis Crock-pot o cualquier olla de cocción lenta, las lentejas con chorizo y morcilla (de estilo asturiano, no de Burgos) son siempre una receta perfecta para este tipo de utensilios que nos permite dejar la comida lista sin ni siquiera tener que mirarla mientras que si queréis una opción más especial siempre podríamos hacer unas lentejas con mejillones y cúrcuma, con ese toque asiático de una especia que es antiinflamatoria natural. 

Las opciones que nos presentan las lentejas son infinitas, si os gustan no me perdería las que hacen en Fismuler que son casi secas con tropezones suculentos o las de Viridiana en las que Abraham García añade un tris de leche de coco y de especias aromáticas, son portentosas. Hacerlas en casa no es tan complicado, pero lograr unas excepcionales tiene su misterio. Por supuesto, el primero reside en utilizar una legumbre de calidad, en este caso de variedad Pardina que es más pequeña y oscura que la castellana. 

Cómo hacer lentejas con morcilla y espinacas

Ingredientes

  • Lenteja pardina, 250 g
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas + 100 g para freír
  • Morcilla de Burgos, 1 ud
  • Cebolla, 1 u
  • Dientes de ajo, 4 u
  • Pimentón dulce, 1 cucharadita
  • Sal, c/s
  • Pimienta negra molida, c/s
  • Laurel, 1 hoja
  • Caldo de pollo, de verdura o agua, 800 ml
  • Salsa de soja, 1 cucharada
  • Salsa perrins, 1 cucharadita
  • Espinacas, 300 g

Paso 1

En una olla grande colocar las lentejas, el caldo o el agua, la cebolla pelada y partida a la mitad, los dientes de ajo pelados, el aceite, el pimentón, la sal y la hoja de laurel y llevar a ebullición a fuego fuerte. El caldo tiene que cubrir por lo menos 3-4 dedos por encima a las lentejas. Si las hacéis en una olla normal, una vez que rompa a hervir habrá que bajar el fuego hasta dejarlo muy suave y cocer las lentejas durante 45-90 minutos aproximadamente, controlando que si se quedan sin caldo tendremos que añadir más. Al principio lo recomendable es taparlas para que se concentre el vapor dentro de la olla. 

Si utilizamos, en cambio, la olla express necesitaremos menos cantidad de caldo. Taparemos desde el principio y una vez suba la válvula bajaremos el fuego al mínimo y dejaremos cocinar 30 minutos. Tras ese tiempo dejaremos que se enfríe poco a poco la olla, hasta que baje la válvula por ella misma. Rectificaremos de caldo si vemos que se ha secado mucho. 

Paso 2

Cuando las lentejas ya estén tiernas y el caldo trabado (siempre podemos triturar los dientes de ajo y la cebolla por otro lado y añadir el puré a la mezcla) será el momento de incorporar las salsas y también las espinacas. Siempre a fuego suave, durante 5 minutos. 

Paso 3

Por otro lado preparamos una sartén con un dedo de aceite de oliva y cortamos la morcilla en rodajas. Cuando el aceite esté bien caliente freír la morcilla por los dos lados, hasta que esté bien crujiente por ambos. Retirar la morcilla y dejar sobre un papel de cocina para que pierda el exceso de aceite. 

Paso 4

Servir las lentejas, con el punto de sal y de pimienta que a cada uno le guste, con los trozos de morcilla por encima y, si queremos, con unas hojas de hierbabuena o menta. 

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