Si la inteligencia artificial que está desarrollando Google es capaz de identificar e interpretar obras pictóricas, o vencer a campeones mundiales de juegos de mesa... ¿Por qué no impulsar la creatividad de un cerebro electrónico para crear música? Otra cosa es el resultado.

Hace ya un año, los investigadores del gigante tecnológico vieron que era posible generar algoritmos que no sólo eran capaces de clasificar imágenes, sino también de retocar lo que veían: es decir, las máquinas comenzaron a mostrar su peculiar interpretación del arte, gracias al proyecto DeepDream.

Ahora, un año más tarde, Google ha presentado el llamado proyecto Magenta, que trata de resolver si redes neuronales artificiales son capaces de crear música.

No parece ruido. Tiene cierto ritmillo. Pero no es probable que se pueda catalogar como una gran obra. La compañía explica que esta sencilla pieza musical surge del uso de un tipo de red neutral recurrente entrenada. Éste es el primer resultado publicado.

Google - Magenta Music Sample

Google, que sostiene que el proceso de creación fue "completamente autodidacta", reconoce que alimentó el programa con tan solo cuatro notas. Después, se agregó la caja de ritmos que suena de fondo.

En lo que parece un paso más allá a la reinterpretación de imágenes que proponía DeepDream, la creación de una pieza musical es una manera de avanzar en el aprendizaje de las máquinas. El investigador de Google Douglas Eck, al frente de Magenta, comenta que Google está utilizando su plataforma de aprendizaje automático TensorFlow para impulsar la creación de arte generado por máquina.

"Magenta tiene dos objetivos", afirma Eck en un post oficial. "En primer lugar, es un proyecto de investigación para avanzar en el campo de la inteligencia artificial para la generación de música y de arte". "El aprendizaje automático ya se ha utilizado ampliamente para entender los contenidos, como en el reconocimiento de voz o la traducción”, reconoce este experto, y añade: "Con Magenta, queremos explorar algoritmos que pueden aprender cómo generar arte y la música, que potencialmente generen contenidos atractivos y artísticos por sí solos".

En segundo lugar, lo que pretende el equipo de desarrolladores de este proyecto es construir una comunidad de artistas, programadores e investigadores de aprendizaje automático alrededor del proyecto; la idea es que músicos y artistas se sumen para desarrollar este incipiente cerebro creativo.

Google espera que surjan varios modelos en las manos de los desarrolladores para generar música. Y después habrá que decidir si la música así generada es original o buena, si tiene calidad. "Al final, necesitaremos poner las herramientas de Magenta en manos de artistas y músicos, y los resultados ante los espectadores y oyentes", añade Eck, y apunta: "A medida que Magenta evolucione, veremos cómo logramos este objetivo".

A pesar de las voces escépticas frente al desarrollo de la inteligencia artificial, lo cierto es que compañías como Google, Facebook e IBM -que este mismo año ayudó a la firma de moda Marchesa con el diseño de un vestido para la Gala del Met en Nueva York- están pisando el acelerador en este campo, y especialmente en la mejora de formas con las que los ordenadores pueden aprender por sí solos. Y ser creativos.