El ourensano Eustaquio Pérez, de 102 años, reconoce que se levanta sobre las cuatro de la mañana.

El ourensano Eustaquio Pérez, de 102 años, reconoce que se levanta sobre las cuatro de la mañana. Brais Lorenzo EFE

Salud

El misterio gallego de los 100 años: por qué hay más centenarios en Ourense que en ningún otro lugar

Las comunidades del norte tienen más población centenaria, aunque los expertos entienden que es una cuestión multifactorial, y no sólo geográfica.

25 febrero, 2024 01:43

España registró en 2023 sólo 322.075 nacimientos, según los datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE). De confirmarse, supondría la cifra más baja desde que se inició la serie histórica, en 1941. El otro extremo de la pirámide, en cambio, ha experimentado un crecimiento sin precedentes. "Los centenarios se hacen notar cada vez más. Pero esto no ha hecho más que empezar", advierte Julio Pérez, investigador en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En 1998, el número de personas con 100 o más años no superaba siquiera los 3.500; en 2022, ascendió hasta los 19.639. Un incremento del 465% en casi un cuarto de lustro. Aunque, como señala Pérez, si se realizara la comparación con épocas anteriores, la diferencia sería mayor: "Hace 100 años, por ejemplo, muy pocos llegaban a la adolescencia. Nuestro país tenía una esperanza de vida de 34 años, de las peores de Europa", apunta el coordinador del informe anual 'Un perfil de las personas mayores en España'.

¿Cómo se explica entonces que ahora apenas sorprenda que alguien alcance las tres cifras? "Es una suma de muchos factores", afirma a EL ESPAÑOL el genetista Salvador Macip y autor del libro El secreto de la vida eterna (Grijalbo, 2023), junto a Manel Esteller. "No le buscaría una explicación sencilla. El envejecimiento es uno de los procesos biológicos más complejos que estamos estudiando", añade.

Un gran número de estos factores parecen concentrarse en España, que se sitúa como el cuarto país más longevo del mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las proyecciones del Instituto para la Métrica y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington (Estados Unidos) han pronosticado que en 2040 nuestro país alcanzará la primera posición. No obstante, la longevidad no se distribuye del mismo modo a lo largo del territorio español.

De Soria a Murcia

Al observar el mapa de España por comunidades autónomas, llama la atención la diferencia que existe entre las del norte y las del sur. Las regiones septentrionales se caracterizan por tener tasas de centenarios más altas que las meridionales.

Castilla y León ocupa el primer puesto: por cada 100.000 habitantes, 79 han superado los 100 años. Sin embargo, la comunidad con el mayor número de centenarios es Galicia, con un total de 2.039 en 2022. Por el otro lado, nos encontramos con La Rioja (143), Murcia (274) y Navarra (278).

Galicia y Castilla y León no sólo son las comunidades con más centenarios entre sus habitantes, sino que también cuentan con las provincias que más tienen en términos relativos, Ourense y Soria. En ambos casos hay unos 127 centenarios por cada 100.000 habitantes.

Aunque si observamos los números absolutos, la situación varía. Y es que en Soria hay 113 centenarios, mientras que en Ourense son 387. Una cifra que podría verse incrementada, pues en la provincia gallega hay más de 200 personas que están a un año de superar las tres cifras. En el otro extremo se sitúan Murcia y Cádiz, con 17 y 23 centenarios por cada 100.000 habitantes, respectivamente.

Zona con buenos genes

Ourense bien podría cumplir con los requisitos para considerarse 'Zona Azul', un lugar en el que sus habitantes viven más de 100 años. El concepto surgió a raíz de un estudio publicado en 2004. En él, los investigadores se centraron en la región central de Cerdeña, donde una de cada 170 personas nacidas entre 1880 y 1890 llegaron a cumplir 100 años.

A este trabajo le siguió el del periodista Dan Buettner, quien identificó otros puntos del mundo como 'Zona Azul': Okinawa (Japón), la Isla de Icaria (Grecia), Loma Linda (California) y la Península de Nicoya (Costa Rica). Macip ha estado en este último: "Los científicos que están estudiando a esta población hablaban mucho de la deriva genética". Esto es, tener unos genes que te predisponen a vivir más años.

"Aunque España es muy heterogénea genéticamente, estamos en una zona donde los genes parecen buenos. De hecho, la persona más mayor del mundo en la actualidad es una catalana", recuerda Macip. No obstante, como aclara el genetista, las causas no se encuentran únicamente en la genética: "También influyen los factores ambientales, y seguramente algunos que no conocemos aún".

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Sobre los que sí se conoce, Macip incide en el estilo de vida y la alimentación: "En las zonas con más centenarios, nos solemos encontrar con campesinos o pescadores, por lo que llevan una vida más activa. El ejercicio beneficia la longevidad". Da buena muestra de ello el ourensano Eustaquio Pérez, de 102 años: "Mi vida es trabajar. Me levanto sobre las cuatro o cinco de la mañana, desayuno un cazo de café con leche, pan y azúcar, y después ya cuando se hace de día bajo a la cuadra y saco a las ovejas".

Por el contrario, también ayuda el hecho de que estén alejados de las grandes ciudades. "Parece más lógico que haya centenarios en zonas rurales que en Madrid o Barcelona. Sabemos que la polución, un estilo de vida estresante o el acceso a comida rápida que encontramos en las grandes ciudades contribuye al envejecimiento y a la aparición de enfermedades", explica Macip.

Dentro de una misma ciudad también hay diferencias considerables: "Es real y triste, pero el código postal determina mucho la esperanza de vida, puede cambiar de un barrio a otro”. El genetista cita el caso de Barcelona. Según un estudio publicado en la revista Preventive Medicine, en los barrios con las rentas más altas se puede llegar a vivir hasta 12 años más que en uno con un nivel socioeconómico bajo.

El secreto de Ourense

En España no existen demasiados estudios acerca de los centenarios. "No son personas a las que se les investigue porque nadie está interesado", critica Pérez. "Es muy curioso porque todo el mundo se interesa en saber cómo es la población en edad laboral, la población femenina que está rompiendo el techo de cristal o cómo se forma la familia. Pero no sobre cómo son los mayores. Hay una discriminación evidente y es un error", lamenta el investigador del CSIC.

De hecho, las pocas investigaciones que se han realizado centrándose en Ourense han surgido de autores de la zona. El fármaco gallego Pablo García Vivanco, que preside la asociación Ourensividad (en defensa de las virtudes de esta provincia para vivir más años), publicó un estudio el pasado año demostrando que la dieta atlántica posee propiedades antiinflamatorias, antioxidantes, antiproliferativas y protectoras de la salud.

Otro factor al que también señalan los expertos es el termalismo. Ourense es uno de los puntos de Europa con mayor concentración de aguas termales. Como ya han demostrado algunos estudios, los baños en estas aguas se vinculan con una menor prevalencia de hipertensión en adultos mayores de 65 años. No es casualidad tampoco que Japón (el país más longevo del mundo hasta la fecha) también cuente con un gran número de zonas con aguas termales.

En lo que respecta al género, y al igual que sucede con la esperanza de vida a nivel nacional, hay más ourensanas que llegan a los 100 años. En 2022, fueron 289, frente a los 98 hombres que lo hicieron. "Vemos más mujeres centenarias que hombres. Aunque es posible que vaya cambiando", indica Macip. "Anteriormente, la mujer no esta expuesta al estrés laboral. Ni tampoco fumaba".

Aun así, la balanza se seguirá decantando por el género femenino. Sabemos que los estrógenos actúan como antioxidante, reduciendo los niveles de colesterol malo; en cambio, la testosterona incrementa el riesgo de los hombres de sufrir hipertensión o enfermedades cardiovasculares.

Envejecer sin enfermar

"Estamos hablando de longevidad, pero no de cómo se llega a estos 100 años". Con estas palabras, Macip plantea el sinsentido que supone alcanzar esta cifra con un estado de salud deteriorado. "La gracia es que lleguemos cada vez mejor. No tiene sentido vivir 200 años. Vivamos los años que sea, pero con la máxima salud posible".

Esta es la lucha a la que se están enfrentando los investigadores en la actualidad: cómo frenar el envejecimiento. Y es que, como señala Macip, el aumento de la esperanza de vida de los últimos años se debe a mejoras científicas, médicas y sociales que nada tenían que ver con el propio envejecimiento. Ahora nos interesa que estos años que hemos ganado en las últimas décadas sean años de salud. Y esto aún no lo hemos conseguido. ¿Es posible envejecer sin enfermedad?", concluye.