El número de fumadores en el mundo, lejos de reducirse, va en aumento.

El número de fumadores en el mundo, lejos de reducirse, va en aumento.

Salud

El 'fracaso' de la OMS tras 20 años de lucha contra el tabaco: "Hay que buscar soluciones realistas"

El número de fumadores en el mundo no para de aumentar. Expertos instan al organismo fomentar medidas de reducción de daños.

3 octubre, 2023 02:37

En todo el mundo hay 1.140 millones de fumadores activos. En las últimas décadas, la comunidad científica y médica ha realizado multitud de esfuerzos para aplacar esta plaga, pero parece que nada es suficiente. Según arroja The Global Burden of Tobacco (La carga mundial del tabaco, en español), publicado por la revista The Lancet, el número total de consumidores de cigarrillos va en incremento en 1990 eran 1.000 millones. Además, advierte que, si no se hace nada, el número de muertes y años de vida perdidos por enfermedades atribuibles al tabaquismo "aumentará en las próximas décadas".

El mundo entero hace esfuerzos para que eso no suceda. Precisamente, este 2023 se cumplen 20 años desde que la OMS adoptase su Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT de la OMS), el tratado mundial de salud pública que sirve como guía para todas las naciones en la lucha contra el tabaquismo. En términos generales, las principales líneas de actuación van dirigidas a elevar los impuestos de este producto, legislar sobre zonas libres de humo, imponer advertencias en las cajetillas y prohibir su publicidad. Sin embargo, hay profesionales que piensan que no es suficiente.

"A pesar de los esfuerzos, millones de personas siguen fumando. 20 años después de la Conferencia de Partes (COP) de la OMS para el control del tabaco nos damos cuenta de que no hemos conseguido la meta", lamenta Fernando Fernández Bueno, cirujano oncológico del Hospital Gómez Ulla y portavoz de la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo, en el marco de la VI Cumbre Científica sobre Reducción de Daño por Tabaquismo.

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España, desgraciadamente, es una prueba de ello. Tal y como revela la última edición de la Encuesta sobre alcohol y otras drogas en España (EDADES, 2022), el porcentaje de fumadores de entre 15 y 64 años apenas ha variado con el paso de los años. De los 34,9% de consumidores diarios de 1997 (9,6 millones) se ha bajado a 33,1% en 2022 (10,5 millones).

Ejemplos extranjeros

El baile de cifras entre un menor porcentaje, pero mayor cifra de consumidores se debe al crecimiento de la población, algo que también reconoce el informe de The Lancet. "En muchos países, las reducciones de la prevalencia no han ido al mismo ritmo que el crecimiento de la población. Como resultado, el número de fumadores a nivel mundial ha aumentado constantemente cada año desde 1990".

En el otro lado, Fernández Bueno pone el ejemplo de países como Reino Unido, Nueva Zelanda o Japón, que han conseguido reducir sus tasas sobremanera a pesar del crecimiento poblacional. Concretamente, entre 2013 y 2022, las cifras de consumo disminuyeron un 27% en el Reino Unido, un 48% en Nueva Zelanda y un 33% en Japón. El caso más aplaudido es el de Suecia, que confía en transformarse este 2023 en un país libre de humo. Si baja de la tasa del 5%, sería el primero en hacerlo.

"El caso de Suecia se centra en el uso del snus", apunta Heino Stöver profesor de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt. El snus o nicotine pouches son bolsitas de administración oral que contienen sales de nicotina. Junto con los productos de vapeo y los productos de tabaco calentado forman parte de las alternativas de nicotina sin humo, una herramienta que tanto él como el cirujano oncológico consideran clave en la consecución de una política de reducción de daños por el tabaco.

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"Los productos de nicotina sin humo ofrecen una vía prometedora para reducir los daños derivados del tabaquismo", defiende una carta de cien especialistas en ciencia, política y práctica en nicotina dirigida a la OMS. Titulada Necesidad urgente de reducir los fallecimientos causados por el tabaco fumado: las partes deben desafiar a la OMS a modernizar su enfoque de la política del tabaco, lo que pretende es hacer ver al organismo que los países citados han conseguido tales números gracias a la promoción de alternativas al tabaco tradicional.

"En el caso de Suecia, líder europeo en enfoque y contribución a ello, la reducción de la tasa de tabaquismo hasta el 5,6% se ha traducido en una incidencia de cáncer un 41% inferior en comparación con otros países de la UE", objetiva Fernández Bueno. No hay investigaciones que asocien causalmente ambas realidades, pero el médico es valedor de la corriente científica que cree que "la nicotina no es el problema, lo es el fumar".

La nicotina y el humo

Según describen desde la Plataforma para la Reducción del Daño por Tabaquismo, las sustancias químicas que se producen al quemar los cigarrillos son la principal causa de enfermedades. El proceso de combustión produce humo que contiene más de 6.000 sustancias químicas nocivas. Por ende, cualquier alternativa que pretenda amainar los daños del hábito tabáquico debe eliminar la combustión. 

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Giuseppe Biondi Zoccai, profesor de Cardiología en la Universidad de Roma La Sapienza (Italia), confirma que la amplia variabilidad de estos productos hace que sea difícil sacar conclusiones definitivas sobre su impacto general en la salud. Por eso, anima a todos los investigadores del campo a "iluminar la cara oscura de la Luna". Hacerlo es fundamental para la lucha contra el tabaco.

Lo que sí parece haber encontrado evidencia a favor es el uso de cigarrillos electrónicos y terapias de reemplazo de nicotina para abandonar paulatinamente el hábito tabáquico, como demuestra un estudio publicado en la revista Annals of Internal Medicine. Expertos como Fernández Bueno apuestan por ello: "Es necesario buscar una solución realista".

Para él, la clave es conseguir una forma en la que la población fumadora haga un trasvase a productos que les ponga en el camino de dejar de fumar. Heino Stöver, también director ejecutivo del Instituto de Investigación sobre Adicciones de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Frankfurt (ISFF), coincide con esto último: "Desde hace años, se emplean los mismos métodos para lograr los ambiciosos objetivos de un mundo libre de tabaco, pero las medidas no logran impedir que los adictos dejen de fumar. Lo que se trata es de diseñar un sistema basado en una política de adicciones". 

Según su experiencia profesional, un adicto tiene mayores probabilidades de superar su problema cuando da muchos pequeños pasos en lugar de uno grande y ese es uno de los grandes pilares en los que se apoya la reducción de daños. "La reducción de daños es complementaria a la prevención y al cese", sentencia el cirujano oncológico.