Una joven luce una pancarta durante una manifestación contra la violencia machista.

Una joven luce una pancarta durante una manifestación contra la violencia machista. EFE

Salud

Las olas de calor disparan el riesgo de asesinatos machistas un 40%: la alerta de los científicos

Un estudio español refleja una relación entre el aumento la violencia ejercida hacia las mujeres con episodios de altas temperaturas.

11 julio, 2023 03:35

El goteo de crímenes machistas de los últimos días ha encendido todas las alarmas y puesto sobre la mesa el efecto del calor extremo en la violencia de género. Aunque los culpables son los hombres y no las temperaturas, estas sí parecen jugar un papel en desencadenar la situación de violencia.

En el lado positivo, esto puede servir a las fuerzas y cuerpos de seguridad para mejorar la prevención de crímenes en casos en que la víctima hubiera denunciado previamente. En el negativo, los episodios de temperaturas extremas cada vez más frecuentes alertan de un probable incremento de las situaciones de peligro.

Un hombre mató a cuchilladas a su mujer delante de su hijo y después de suicidó en Antella (Valencia) este domingo. Un día antes era detenido en Logroño un hombre de 44 años que había asesinado a su pareja e intentaba ahogar en el río Ebro a sus tres hijos. El 3 de julio, un turista irlandés era arrestado en Salou (Tarragona) como presunto autor de la muerte de una mujer con quien había sido visto discutiendo horas antes.

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Estos son solo los últimos ejemplos de un 2023 nefasto para la lucha contra la violencia de género: 26 feminicidios en la primera mitad del año. En los últimos 10 días han sido seis las víctimas de este tipo de crímenes.

Los datos estadísticos recogidos por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género son claros. Año tras año, la época de calor refleja un incremento en los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas masculinas. En 2021 fueron 19 entre junio y agosto. En 2018 se registraron 25 entre julio y septiembre. En 2015 hubo 20 víctimas en los meses estivales.

Investigadores de la Escuela Nacional de Salud Pública, del Instituto de Salud Carlos III, y el Ciber de Epidemiología y Salud Pública, han cuantificado cómo se incrementa el riesgo de violencia con las olas de calor y cuáles son los momentos críticos en esta relación.

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En un estudio publicado en Science of the Total Environment en 2018, analizaban la influencia de estos periodos, caracterizados por temperaturas máximas medias de 34 grados o más –este lunes más de medio centenar de pueblos en España han superado los 43–, en los feminicidios, las denuncias a la policía y las llamadas al 016, el teléfono de atención a las víctimas de violencia de género.

Entre 2008 y 2016 hubo 23 asesinatos, 61.117 llamadas al 016 y 38.088 denuncias a la policía por violencia de género en la Comunidad de Madrid. En los 304 días con ola de calor registrados (con una temperatura máxima media de 35,8 grados) hubo 5 feminicidios, 13.998 llamadas al 016 y 8.906 denuncias.

Los autores observaron que el riesgo de asesinato aumentaba un 40% tres días después de la ola de calor. Por cada grado por encima del umbral de 34 grados, el riesgo de muerte creía un 28,8%. Una posible explicación es que la dinámica de crisis alimentada por el calor se extiende hasta después del episodio de temperaturas extremas.

Hipótesis de la agresión por calor

Las denuncias policiales, en cambio, aumentaban un día después del episodio extremo y lo hacían en un 1,7% por cada grado de más. Las llamadas al 016 se incrementaban a los cinco días, posiblemente debido a que las mujeres acuden a la línea de ayuda una vez finalizado el episodio crítico. Por cada grado por encima del umbral, la probabilidad de llamar aumentaba un 1,43%.

Desde los años 80 se ha documentado la relación entre la violencia en la pareja y el calor, ya sea física, sexual o emocional. Sin embargo, los prejucios machistas que achacaban esa relación a la menor cantidad de ropa que llevan las mujeres en verano eran habituales hasta hace bien poco.

Ahora predomina la hipótesis de la agresión por calor, que se basa en que las altas temperaturas aumentan la producción de adrenalina, que podría aumentar la excitación fisiológica y activar una mayor agresividad bajo ciertas condiciones. Además, el calor extremo también altera las zonas del cerebro involucradas con la regulación de las emociones y se relaciona con la ansiedad, el estrés y los trastornos de estrés postraumático.

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"Existe evidencia científica que permite afirmar que hay una asociación entre la temperatura y la violencia", explica Belén Sanz, investigadora de la Escuela Nacional de Sanidad y autora principal del trabajo. Por tanto, "esa asociación también puede observarse en la violencia machista".

No obstante, deja claro que su causa no hay que buscarla en el aumento de las temperaturas, "la causa de la violencia contra las mujeres es el machismo. El aumento de la temperatura puede ser un factor que precipite un asesinato, pero no lo justifica, probablemente este asesinato hubiese tenido lugar en otras circunstancias".

En este sentido, el trabajo puede ayudar a mejorar los protocolos de la policía para la prevención de la violencia de género. En concreto, "durante las olas de calor, habría que extremar la protección de las mujeres que sufren violencia machista".

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Otro estudio reciente abunda en la relación entre el calor y la violencia machista más allá de los episodios extremos y se fija en el aumento de la temperatura media anual y su repercusión en las agresiones a mujeres.

El trabajo, publicado en JAMA Psychiatry hace unos días, estudia el incremento de la violencia en la pareja en el sureste asiático (India, Pakistán y Nepal) entre 2010 y 2018. Analizando los datos de 194.871 mujeres de entre 15 y 49 años, los autores concluyeron que por cada incremento de un grado en la temperatura media anual la prevalencia de violencia en la pareja aumentaba un 4,49%.

Esta subida es mayor en los casos de violencia física (6,55%) y sexual (6,21%). El tercer tipo de violencia hacia las mujeres, la emocional, crecía algo menos: el 1,39%.

Cambio climático y violencia de género

A través de esta constatación, los autores, liderados por Yixiang Zhu, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Fudan, en Shanghai, estiman que el aumento del calor asociado al cambio climático puede provocar un incremento del 21% en la prevalencia de la violencia de género para finales del siglo XXI. Este incremento será del 28,3% en el caso de la violencia física y del 26,1% en la sexual.

Sin embargo, Belén Sanz recuerda que es el machismo, y no el calor, el responsable de la violencia. "Los casos de violencia machista aumentarán o disminuirán según evolucione la sociedad en términos de igualdad entre mujeres y hombres y según se llevan a cabo medidas encaminadas a prevenir este tipo de violencia así como según se implementen medidas y recursos que permitan a las mujeres salir de la violencia machista de forma segura".

La línea de atención telefónica a víctimas de la violencia de género y sus familias, el 016, funciona las 24 horas del día, durante todo el año, y no queda registrado en la factura telefónica. También está disponible la atención vía Whatsapp en el número 600 000 016, un chat online en violenciagenero.igualdad.gob.es y el correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es.