La segunda fase del Estudio Nacional de Seroprevalencia (ENE-COVID-19) apenas ha variado los datos de generación de anticuerpos en la población española. Según esta nueva ola del estudio sólo el 5,2% de los españoles han estado en contacto con el coronavirus y ha generado anticuerpos. Según explica Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología, se trata de una diferencia insignificante.

Raquel Yotti, directora del Instituto de Salud Carlos III, ha explicado que en esta segunda oleada del estudio se han incorporado casi 6.000 nuevos participantes. La tasa de participación ha sido del 76%, algo mayor que en la primera fase del estudio. Mientras que en la primera ronda del ENE-COVID-19 contó con los resultados del 30% de las pruebas de laboratorio, Yotti asegura que para esta fase se han analizado casi todas las muestras.

La primera ronda del Estudio Nacional de Seroprevalencia —cuyos resultados preliminares se publicaron el pasado 14 de mayo— concluyó que el 5% de la población en España había generado anticuerpos para el Covid-19. Un porcentaje que nos dejaba muy lejos de la deseada inmunidad de rebaño, que se da a partir de un 60% de seroprevalencia y que favorece un menor contagio de coronavirus en el caso de un rebrote o de una segunda oleada.

Esos primeros resultados, además, señalaron a Soria, Cuenca, Segovia y Albacete como las provincias más castigadas por el coronavirus. Eso sí, en ninguna de ellas se llegó a superar el 15% de seroprevalencia. El estudio contempla tres oleadas de pruebas a la población analizada; tras los resultados que se han presentado este jueves, sólo quedaría una, cuyos resultados conoceremos a finales de mes.

La investigación, que se inició en la última semana de abril,  tiene como fin conocer el porcentaje de la población inmunizada en nuestro país, detectar posibles casos aislado y hacer un seguimiento de la enfermedad. Es decir, es un intento de situar al virus en un mapa. El Estudio Nacional de Seroprevalencia se encuentra a cargo del Ministerio de Sanidad en colaboración con el Instituto de Salud Carlos III, las comunidades autónomas y el Instituto Nacional de Estadística.

La muestra del estudio está formada por 36.000 hogares de nuestro país, es decir, unas 90.000 personas. A estos sujetos se les realizan dos pruebas: una rápida, a través de una gota de sangre, y otra más exhaustiva, con una extracción de sangre mayor. Los resultados pueden señalar si existen algunas diferencias significativas entre la población contagiada y la que no en cuanto a sexo, distribución territorial, profesión o edad.

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