Un hombre de 54 años trabajaba sobre su ordenador de sobremesa cuando empezó a visualizar cómo los iconos "saltaban" y "salían de la pantalla", como si flotasen en el aire, en la nada, durante aproximadamente 10 minutos. Finalmente, desaparecieron por su campo visual derecho

Pero esos no son los únicos síntomas que caracterizan a un trastorno neurológico conocido hoy en día como el Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, una patología que debe su nombre al famoso cuento de Lewis Carroll. Tras el angustioso suceso, el hombre acudió a Urgencias. El caso ha quedado recogido en un informe publicado en la revista Neurocase.

Se sabe que este extraño conjunto de síntomas, donde destacan las alucinaciones visuales, puede originarse en cuadros de crisis epilépticas, intoxicaciones por múltiples drogas, infecciones del sistema nervioso central, enfermedades psiquíatricas o incluso durante crisis de migraña como las que se sospecha que sufría Carroll. De hecho, algunos expertos sugieren que las fantasías relatadas en su cuento se inspiraron en el aura que rodeaba a sus episodios de cefaleas.

Por desgracia, este paciente no sufría ninguno de estos cuadros clínicos. En este caso el origen de su conjunto de síntomas fue un glioblastoma, una forma muy agresiva de cáncer cerebral, según los autores del informe del caso.

Dentro de los síntomas que caracterizan a este cuadro es posible tener una percepción errónea del propio cuerpo, afectando tanto a la percepción del tamaño como a su posición en el espacio, e incluso sufriendo alteraciones visuales sobre el ambiente que rodea a una escena visualizada.

En este caso, además, el Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas fue seguido de un intenso dolor de cabeza pulsátil, náuseas y una extrema sensibilidad a la luz; se trata de síntomas típicos de una crisis de migraña.

Y, de hecho, los médicos que atendieron a este paciente descubrieron que experimentaba crisis de migraña mensualmente, y que había antecedentes familiares de tumores cerebrales. Aún así, la exploración física que se le realizó fue normal, y pruebas como el electroencefalograma (una prueba típica para detectar crisis de epilepsia) o la tomografía computerizada (TC) no obtuvieron respuestas sobre la causa del cuadro clínico.

Por ello, el hombre fue ingresado a cargo del servicio de neurología del hospital, donde se le realizó una resonancia magnética, una prueba más específica para investigar el sistema nervioso. Esta vez sí se pudo visualizar la causa de todos los síntomas: una lesión de 2.5 cm en la región temporo-occipital izquierda de su cerebro; se trataba de un "pequeño" glioblastoma.

Esta región cerebral en particular está involucrada precisamente en las tareas de percepción y orientación espacial, algo que daría sentido a las alucinaciones visuales que esgrimía el paciente. De hecho, la posición exacta de cualquier tumor cerebral puede llegar a intuirse solo por los síntomas y signos que cuenta la persona afecta. Evidentemente, es necesario comprobarlo mediante pruebas específicas.

Cuándo se sospecha un tumor cerebral

Cabe destacar, por otro lado, que una crisis de migraña común, según su intensidad, puede presentar unos síntomas similares a los de un tumor cerebral, por lo que no se encontrarían lesiones en las pruebas y el cuadro clínico cedería. Aunque en este caso el hombre sí sufría migrañas, se descartaron como origen de las alucinaciones, pues sus dolores de cabeza no tenían el "aura" como síntoma adicional.

Aunque los tumores cerebrales tienen muchos imitadores, y pueden dar como único síntoma un dolor de cabeza, no siempre son la primera sospecha. De hecho, es común descartar tal origen en individuos que ya sufren migrañas o dolores de cabeza continuos.

La diferencia está en los "signos de alarma", en este caso, cuando un dolor de cabeza es diferente a los que se suelen sufrir, o bien existe algún síntoma nuevo (visión borrosa, pérdida de visión o alucinaciones visuales, por ejemplo). En este caso, el paciente fue sometido a una cirugía para extirpar su tumor cerebral con un láser, y posteriormente recibió quimioterapia y radioterapia.

Por desgracia, precisó una nueva intervención un año después, pues su tumor volvió a reproducirse. Actualmente, el tratamiento ha funcionado, y casi dos años después de iniciar el Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas, el paciente no ha vuelto a tener indicios de nuevos casos de glioblastoma. Se trata de una gran noticia, dado que la supervivencia media tras detectarse un tumor de estas características oscila entre los 11 y los 15 meses.

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