En ocasiones ser una persona que consume comida saludable y estar en muy buena forma no es suficiente para evitar accidentes o incluso rozar el desenlace fatal que llevaría a la muerte. De hecho, en ese aspecto, un reciente estudio sugirió que estar en forma no es suficiente para evitar un infarto.

En cuanto a accidentes se refiere, en ocasiones es casi imposible evitar algún que otro contratiempo. El claro ejemplo es un atleta profesional de 18 años, cuya identidad se desconoce, pero que ha sido objeto de estudio: un palillo de dientes casi le cuesta la vida. 

A primera vista un palillo de dientes puede ser un objeto cotidiano y medianamente inofensivo, pero en el caso de este joven, según el informe del caso, llegó a provocarle una perforación intestinal e incluso una perforación arterial, según el informe del caso publicado en The New England Journal of Medicine.

Todas estas lesiones conllevaron una hemorragia que podría haber sido mortal, e incluso una sobreinfección que llegó a su torrente sanguíneo. El problema es que el joven no recordaba haber tenido ningún percance con un palillo de dientes. El atleta estuvo semanas acudiendo a urgencias, siendo atendido en diversos hospitales hasta en tres ocasiones antes de que se descubriese al pequeño culpable de todos sus males.

Inicialmente, el atleta estaba completamente sano cuando emprendió un viaje al sureste de los Estados Unidos. Pero, durante el viaje, inició un cuadro clínico de dolor abdominal, fiebre, náuseas y diarrea. Tras realizarle análisis sanguíneos e incluso una tomografía computerizada (TC), fue dado de alta y volvió a su hotel. Parecía una gastroenteritis sin mayores complicaciones.

Pero los síntomas continuaron durante dos semanas más, aunque en menor intensidad. Al cabo de dicho tiempo, el joven volvió a sufrir dolor abdominal en un nuevo viaje al oeste de los Estados Unidos. Asimismo, en esta ocasión también asoció síntomas nuevos: dolor de espalda y heces con sangre, por lo que acudió de nuevo al hospital.

En esta ocasión sí se logró vislumbrar más datos en las pruebas, detectando aire y líquido en su intestino grueso, hallazgos que podrían sugerir una perforación intestinal. Aún así, las imágenes no quedaban totalmente claras, por lo que aconsejaron al paciente acudir a su médico de cabecera cuando volviese a su hogar (en Nueva Inglaterra).

En ese mismo centro médico, el Hospital General de Massachusetts (Boston), se le indicó que debía realizarse una colonoscopia. Sin embargo, durante la preparación para el procedimiento, el paciente experimentó fiebre y escalofríos, junto a un sangrado intenso por las heces. Se detectó que también sufría una infección bacteriana en la sangre, además de todas sus otras dolencias.

Aún así, se le realizó la colonoscopia, detectando el causante de todos los problemas: un palillo de dientes de cinco centímetros que sobresalía por la pared de su intestino grueso.

El joven no recordaban haberse tragado este cuerpo extraño, por lo que los médicos que lo atendieron no daban crédito. De hecho, dicho palillo jamás había sido visualizado en ninguna de las pruebas de imagen, ni siquiera en el TC.

Por suerte, gracias a la colonoscopia, el palillo de dientes pudo ser extraído, aunque no sin complicaciones: inmediatamente provocó un sangrado arterial intenso tras haber contactado con una arteria, por lo que fue conducido inmediatamente al quirófano para detener el sangrado.

Un 'inofensivo' peligro mortal

Aunque son casos poco comunes, las perforaciones intestinales a causa de un palillo de dientes no son demasiado raras. El pasado año 2014 un grupo de médicos germanos realizó una revisión sobre el tema, mencionando hasta 136 casos de ingestión de palillos de dientes, detectando que en el 80% de los casos se producía una perforación intestinal, y hasta el 10% falleció a causa de las lesiones.

Aún así, de forma general, sufrir lesiones graves por palillos de dientes es algo muy poco común. A menudo es posible extraerlos sin ninguna cirugía de por medio, pero es importante recordar que tanto niños como adultos precisarían atención médica si se diese el caso de una ingestión accidental.

El problema puede empeorar si una persona se traga este objeto y no se da cuenta, como fue ese caso, porque son objetos muy pequeños que a menudo pasan desapercibidos en las pruebas de imagen médica. Finalmente, el joven recordó haberse comido un sándwich "que le sentó mal", y probablemente llevaba un palillo consigo.

Por suerte, el hombre "solo" permaneció 10 días en el hospital, precisando antibióticos hasta un mes después para tratar su infección sanguínea. Además, dado que era atleta profesional, tuvo que realizar rehabilitación para volver a estar en forma. A los siete meses, pudo volver a jugar profesionalmente.

[Más información: El hito de Sergio ‘Panita’ con su DNI: salir fotografiado con un palillo en la boca]

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