Aunque las últimas revisiones sistemáticas han llegado a la conclusión de que los antidepresivos sí son eficaces, la realidad es que no son pocos los expertos que tachan estos medicamentos de "inútiles y peligrosos". De hecho, existen datos del nulo funcionamiento de estos fármacos hasta en el 50% de los individuos que los toman.

Por ello, encontrar nuevas formas de tratar este trastorno mental se ha convertido en un objetivo primordial a corto y medio plazo. Uno de estos nuevos tratamientos es la estimulación del nervio vago, una cadena nerviosa principal que emana directamente desde el tronco cerebral. De hecho, según un nuevo trabajo publicado en el Journal of Clinical Psychiatry, los individuos con depresión que reciben estimulación del nervio vago mejoran significativamente su calidad de vida, incluso aunque se mantengan algunos de los síntomas de la depresión.

Para este nuevo trabajo, se usaron estimuladores del nervio vago en 600 individuos diagnosticados de depresión que tomaban cuatro o más antidepresivos, juntos o por separado, pero que no habían mejorado.

Dicho dispositivo se implanta mediante un acto quirúrgico, debajo de la piel del cuello o el pecho. Originalmente se usaba en pacientes con epilepsia resistentes al tratamiento, aprobado por primera vez en 1997. Sin embargo, durante su uso en pacientes con epilepsia y depresión, los investigadores detectaron que los síntomas de esta última también mejoraban significativamente.

Posteriormente, en 2005, la Foods & Drugs Administration -FDA, el organismo que regula fármacos y alimentos en EEUU-, aprobó el uso de estos dispositivos en individuos con depresión resistentes al tratamiento médico, solo fueron evaluados a nivel de efectividad a nivel sintomático, pero no las mejoras en la calidad de vida como pretende el actual estudio. Dichos dispositivos envían leves impulsos eléctricos de forma regular al cerebro mediante el nervio vago, el cual se origina a nivel del tronco cerebral, pasa por el cuello y viaja hacia el tórax y el abdomen.

Como comenta Charles R. Conway, investigador principal del trabajo y profesor de psiquiatría de la Universidad de Washington en St. Louis, a la hora de evaluar las mejoras en la depresión resistente a fármacos, también es necesario investigar las mejoras en la calidad de vida, dado que actualmente existen muchos pacientes polimedicados con antidepresivos sin notar mejoría alguna, por lo que los estimuladores del nervio vago serían una opción viable.

Fármacos inútiles

Solo en Estados Unidos existen 14 millones de individuos diagnosticados de depresión, y dos de cada tres no responden al primer antidepresivo que toman, e incluso uno de cada tres no responde a sucesivos fármacos posteriores.

En este estudio se comparó a 328 pacientes que recibieron estimulación del nervio vago con otros 271 pacientes que recibieron un "tratamiento habitual", el cual podía consistir en la toma de diversos antidepresivos, psicoterapia, estimulación magnética transcraneal, terapia electroconvulsiva o alguna combinación de las anteriores.

Para evaluar su calidad de vida, los investigadores analizaron 14 categorías, donde se incluía su salud física, relaciones familiares, capacidad para trabajar y bienestar general. Según los investigadores, gracias al uso del estimulador del nervio vago los individuos mostraban mejoría en 10 de las 14 categorías.

Sin embargo, algunos pacientes con este tratamiento, aunque se sentían menor a nivel de calidad de vida, sus puntuaciones en cuanto a los síntomas de depresión se refiere no mejoraban de forma tan significativa: para considerar que se ha respondido bien a una nueva terapia, el puntuaje en los síntomas debe descender hasta un 50%, y en estos pacientes dicho puntuaje solo descendía entre un 34% y un 40%.

Aún así, el trabajo concluye que el uso del estimulador del nervio vago puede otorgar mejoras significativas en ámbitos tales como el estado de ánimo, capacidad laboral, relaciones sociales y familiares y actividades de ocio, en comparación con el tratamiento estándar con antidepresivos.