El científico Albert Einstein no solo pasó a la Historia por sus múltiples logros a nivel académico. Si ha llegado a convertirse en icono fue por una peculiaridad estética: su encrespada cabellera. Lo que en su momento se atribuyó al desaliño de un genio con la cabeza en las estrellas podría tratarse en realidad de un trastorno genético tan raro que solo lo compartiría con un centenar de individuos que se conozcan: el síndrome del cabello indomable o UHSUncombable Hair Syndrome en sus siglas en inglés.

Así lo afirma BuzzFeed tras entrevistar a la familia de Taylor McGowan, una pequeña de apenas 18 meses de la ciudad de Chicago que ya es conocida como "la bebé Einstein" por poseer el mismo rasgo característico del cabello del físico, un tipo de peinado rebelde que tiene una clara base genética.

Según los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de los Estados Unidos, esta condición suele afectar a niños de entre 3 y 12 años, que ven crecer su cabello en múltiples direcciones en lugar de hacia abajo como suele ser normal. Los expertos sospechan que muchos de estos casos se solucionan de forma espontánea en la edad adulta y pasan ignorados. Teóricamente, Einstein sería uno de los individuos en los que habría persistido con el paso de los años.

El trastorno también es conocido como "síndrome del cabello rizado" dado que los individuos que lo padecen poseen un cabello brillante, seco, rizado y por lo general de color rubio, plateado o pajizo. Pero en cualquier caso es difícil de peinar, como ya explicó un trabajo publicado en la American Journal of Human Genetics el pasado año 2016.

Según algunos expertos, no existen otros síntomas asociados a este trastorno genético, aunque algunos individuos han mencionado problemas dentales. Aunque no se sabe a ciencia cierta por qué ocurre este crecimiento caótico del cuero cabelludo, se especula que podría ser porque el pelo no es redondo sino más bien plano, triangular o incluso en forma de corazón debido a mutaciones genéticas.

Se trata de un trastorno recesivo, es decir, que para heredar el trastorno tanto el padre como la madre deberían poseer el gen responsable del mismo;. En algunos casos, sin embargo, podría ser un trastorno dominante para el que tan solo haría falta un gen de alguno de los progenitores.

Por el momento se sabe que en los casos recesivos los genes PADI3, TGM3 y TCHH estarían implicados, dado que tienen una función clave en la forma del tallo del cabello. De hecho, la pequeña Taylor posee una mutación en el gen PADI3 según BuzzFeed.

Actualmente no existe tratamiento alguno para el trastorno, pero dado que el único "problema" es el de poseer un cabello difícil de peinar y dada la rareza de la incidencia de los casos, a la pequeña Taylor no le queda otra que esperar a que se solucione por sí solo - o acostumbrarse a su genial aspecto.

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