El uso de antidepresivos en la población general se ha vuelto común en las consultas de atención primaria. De hecho, aunque ningún antidepresivo se encuentra entre los diez fármacos más recetados en España, los dos últimos -Trankimazin y Orfidal- si son recetados para la ansiedad, una patología íntimamente ligada a la depresión.

Por otro lado, expertos como el director del Centro Nórdico de Colaboración Cochrane, Peter Gotzsche, aseguran que los antidepresivos son "inútiles y muy peligrosos", algo que no ha logrado que dejen de prescribirse.

Ahora, un nuevo estudio publicado en el British Medical Journal, a cargo del Dr. Rafael Gafoor y sus colegas del King's College de Londres, añade un perjuicio más asociado al uso de antidepresivos a largo plazo: un mayor riesgo de aumento de peso.

Para este nuevo trabajo, los investigadores analizaron los registros de salud electrónicos de 294.719 individuos con 20 años o más de Reino Unido entre los años 2004 y 2014, con la finalidad de detectar el uso de antidepresivos y poder visualizar una posible relación con la ganancia de peso a largo plazo. 

Por otro lado, los investigadores tuvieron en cuenta otros factores de confusión que pudiesen afectar al peso, como por ejemplo la edad, sufrir enfermedades como la diabetes o algún tipo de cáncer, el tabaquismo, el uso de otros fármacos, etcétera.

Y, aún así, los investigadores detectaron un aumento de peso generalizado cuando se usaban cualquiera de los doce antidepresivos más comúnmente recetados en Reino Unido: Mirtazapina, duloxetina, sertralina, venlafaxina, citalopram, fluoxetina, escitalopram, trazodona, amitriptilina, paroxetina, nortriptilina y dosulepin. Algunos de estos fármacos han demostrado una mayor asociación con el aumento de peso que otros, pero todos ellos, a largo plazo, han contribuido a dicha ganancia según los investigadores.

Concretamente, la mirtazapina -recetada en raras ocasiones- aumentaba el riesgo de ganar entre un 5% y un 50% más de peso respecto a los pacientes que no consumían antidepresivos. Por su parte el citalopram aumentaba el riesgo hasta un 26%.

Según el Dr. Gafoor, incluso los pacientes con normopeso previo a la toma de antidepresivos aumentaban su riesgo de ganancia de peso con la toma de estos fármacos, y los pacientes con un sobrepeso previo aumentaban su probabilidad de pasar al nivel de obesidad tras tomar antidepresivos.

La causa es desconocida

Sin embargo, cabe destacar que incluso los mismos investigadores no saben especificar cuál es realmente la causa del aumento de peso. Por un lado, podría ser un síntoma más de la depresión como tal, o bien podría ser la misma toma de antidepresivos lo que incentivase estos síntomas y contribuyese al círculo vicioso de la enfermedad.

De momento este gran estudio tan solo ha podido identificar una relación. Sugieren que sería necesaria más investigación al respecto, dado que el mismo trastorno depresivo puede sesgar la situación. De hecho, la misma depresión puede provocar tanto disminución como aumento de apetito, y a su vez provoca una disminución de la actividad física, un cúmulo de factores que puede contribuir a la ganancia de peso por sí mismos.

Finalmente, los investigadores destacan otro factor de confusión en su estudio: tan solo se incluyó a individuos que tuviesen tres o más mediciones del Índice de Masa Corporal registradas en su historial clínico durante los diez años del estudio. Esto es un sesgo por sí mismo, dado que los individuos con enfermedades crónicas tienen más probabilidades de acudir al médico con más frecuencia, y por tanto existen más posibilidades de registrar y controlar su peso.

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