A principios de semana la empresa de cosméticos Dove protagonizaba una polémica indeseada. En un anuncio que se emitió en Facebook, se mostraba a una mujer negra que, tras utilizar un gel corporal de la marca, se convertía en una persona blanca y pelirroja. Aunque el mensaje que quería transmitir la compañía era que su producto era válido para todo tipo de pieles, la protesta de una influencer de color -Naomi Blake, más conocida como Naythemua, les llevó a borrar el post y disculparse. 

Anuncio Dove

Sin embargo, aunque a Blake no le parezca bien la idea, muchas mujeres -sobre todo en África- aspiran a acabar con la tonalidad negra de su piel y, para ello, recurren a medicamentos y cosméticos de dudosa seguridad, como alertó la revista The BMJ en un editorial el pasado año. 

En concreto, en aquella ocasión se daba la voz de alarma sobre unas inyecciones intravenosas de glutatión, un antioxidante que se vende como suplemento alimentario y cuya demanda ha aumentado incluso en Reino Unido en los últimos tiempos. 

Pero tal y como explica a EL ESPAÑOL la portavoz de la Academia Española de Dermatología y Venereología Elia Roó -también directora de la Clínica Dermatológica Clider de Madrid-, blanquearse la piel hasta conseguir un efecto como el que se muestra involuntariamente en el anuncio de Dove no es ni fácil ni recomendable

En el imaginario popular, el paradigma del blanqueamiento racial: el cantante Michael Jackson. Pero, ¿pudo el fallecido icono del pop transformar su aspecto con un producto similar a un gel? Roó tiene claro que no.  

En primer lugar, porque para conseguir un blanqueamiento tan radical hay que optar por medicamentos y no por cosméticos. En segundo, porque su uso ha de ser continuado en el tiempo "al menos tres meses". Cambiar de raza no es algo que se logra con una ducha. 

Medicamentos y cosméticos

La dermatóloga señala que el medicamento más potente para la despigmentación es la monobenzona. Se trata de un fármaco que elimina prematuramente la pigmentación lo que implica la destrucción de la melanina y los melanocitos. Esto no se logra sin consecuencias. El paciente habrá de protegerse esa zona completamente de la exposición solar. Es lo que Roó cree que pudo utilizar Jackson. "Por eso iba siempre cubierto", reflexiona. 

Existen otras alternativas farmacológicas, como la hidroquinona -que según la legislación europea no puede ir incorporada a ningún cosmético-, el ácido retinoico -que se usa más bien como complementario o adyuvante o ciertos corticoides "que ayudan" a la despigmentación. 

También existen sustancias que sí se pueden incorporar a cosméticos y que blanquean la piel. La más usada, señala la dermatóloga, es el ácido kójico, pero también está el ácido ascórbico, el cítrico o la arbutina

La verdadera utilidad

Sin embargo, el fin de todas estas sustancias está lejos de ser blanquear totalmente la piel. Lo que se suele buscar, comenta la experta, es "dar uniformidad", que toda la dermis tenga un tono similar. Es algo muy buscado en la cultura asiática, donde les gusta mucho "la piel clara y uniforme, por lo que existen unas famosas cremas coreanas que actúan en este sentido". 

En el caso de fármacos como la monobenzona, que consiguen una despigmentación más cercana a la totalidad, su principal indicación médica son los casos graves de vitíligo, una enfermedad que consiste precisamente en la despigmentación de la piel, pero que no es uniforme, sino que se manifiesta en áreas de la misma, que lucen como manchas. Cuando la parte blanca superar al tono real, se puede optar por uniformizar éste con un despigmentador para reducir el impacto estético de la dolencia.  

Así, incluso asumiendo que la queja de Naythemua tuviera visos de realidad -algo que ha negado la propia actriz negra que protagonizaba el spot-, lo que narra el anuncio de Dove distaría mucho de ser veraz. Afortunadamente.