En pleno siglo XXI no son pocas las dietas que intentan hacerse un hueco en el día a día de la sociedad occidental, cada una de las cuales suele intentar vender un factor determinado como pilar básico de la misma: tomar zumos de frutas, alimentos antioxidantes, evitar el gluten... Sin embargo, en gran parte de los casos la evidencia científica detrás de estas recomendaciones es escasa o nula.

Así lo pone de manifiesto una revisión que abarca los últimos 40 años de tendencias dietéticas. El trabajo se ha publicado recientemente en el Journal of the American College of Cardiology y lo firma el cardiólogo Andrew Freeman, director de Prevención y Salud Cardiovascular en el Hospital National Jewish Health en Denver. 

En el estudio, los autores no sólo disipan las dudas sobre las tendencias dietéticas más populares sino que también intentan presentar un patrón de la dieta más saludable para el corazón.

La mejor dieta para prevenir cardiopatías

Según sus resultados, los consumidores deben tener cuidado con modas nutricionales tales como alimentos o pastillas antioxidantes o el abuso de los zumos de frutas, ya sean prefabricados (repletos de azúcares añadidos), o naturales, de los cuales se puede abusar y consumir en exceso sin apenas percatarnos.

La conclusión final sobre "la mejor dieta para el corazón" es que debe ser una alimentación rica en frutas enteras, verduras, granos enteros, legumbres, frutos secos y sobre todo, en la que todos los alimentos se consuman con moderación. También es adecuado incluir, de forma limitada, carne magra y pescados bajos en grasas, además de productos lácteos sin grasa y aceites vegetales. Asimismo, es aconsejable evitar grasas saturadas, grasas trans, exceso de sodio y azúcares añadidos y retirar los cereales refinados (como la bollería, por ejemplo).

Según la revisión, hay cinco tendencias nutricionales que están empezando a ponerse de moda y que deberían o bien evitarse o bien entenderse correctamente evitando los abusos:

Zumos de frutas

Actualmente existe una escasa evidencia científica sobre los beneficios de los zumos de frutas sobre las frutas enteras. Lo que si se sabe es, según la revisión, que la extracción de zumo "concentra las calorías", lo que hace más fácil ingerir un exceso de zumo de frutas en comparación a la fruta entera.

Hasta que existan más estudios al respecto los investigadores opinan que el consumo de frutas enteras debe prevalecer sobre los zumos. Y, si se prefieren los zumos, deben reservarse para ocasiones donde las personas no reciban un suficiente aporte de frutas y verduras en su dieta diaria. Por supuesto, añadir azúcares adicionales al zumo u otras sustancias edulcorantes (como la miel) no es recomendable.

Suplementos antioxidantes

De nuevo la evidencia científica actual no ha encontrado beneficio alguno en la toma de suplementos antioxidantes a dosis elevadas. Una vez más, las frutas y verduras enteras son la fuente más saludable y beneficiosa de antioxidantes, sin necesidad de suplementación externa, como sucede con las vitaminas.

Dietas sin gluten

Aquellas personas que sufren enfermedad celíaca o alergia al gluten deben evitar esta proteína en su dieta diaria. Sin embargo, si no se sufre esta condición, evitar el gluten por cuenta propia no es aconsejable bajo ningún concepto según los investigadores.

Asimismo, cabe recordar que estudios recientes indican que una dieta sin gluten puede envenenarnos por su exceso de arsénico y mercurio; e incluso algunos estudios han demostrado que puede causar desnutrición.

Aceites de coco y de palma

Los aceites de coco y de palma destacan por ser ricos en ácidos grasos saturados, los mismos que destacan por aumentar los niveles de colesterol a nivel sanguíneo según la Asociación Americana del Corazón.

Actualmente la evidencia científica sugiere que el aceite de palma aumenta el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, por lo que es recomendable evitar su consumo y sustituirlo por aceite de oliva, el cual sí se ha relacionado con beneficios a nivel cardiovascular. De todas formas, de nuevo, se aconseja moderación, ya que cualquier tipo de aceite contiene un elevado número de calorías por muy saludable que sea.

Frutos secos

Finalmente, tenemos el caso de los frutos secos, los cuales sí han demostrado ser necesarios en una dieta saludable para el corazón (como es el caso de las nueces). Sin embargo, los investigadores aconsejan de nuevo moderación, ya que es fácil consumir frutos secos en exceso y estos son ricos en grasas y calorías, por lo que su aportación saludable tan solo se notará si se ponen límites a su consumo. 

Los investigadores finalizan las conclusiones de su revisión apuntando al hecho de que llevar a cabo una alimentación saludable no es suficiente, ya que es necesario acompañarla de otras conductas generadoras de salud como realizar ejercicio regular y evitar el consumo de tabaco o alcohol, entre otras cosas.

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