En toda despensa que se precie hay al menos una lata de atún. Se trata de la conserva de pescado que más se vende en España, suponiendo un 66% de la venta total, seguida del bonito del norte (11%), los mejillones (10%) y las sardinas (6%), según los datos del informe Radiografía del consumidor responsable, de la conservera Rianxeira. Si ya habitualmente es uno de los ingredientes más socorridos, en verano cobra incluso un protagonismo especial como elemento clave de una buena ensalada o ensaladilla, entre otros muchos platos.

La nutricionista Leticia Garnica ha explicado en este otro artículo de EL ESPAÑOL, que el atún en lata no es tan sano como el fresco, pero sí es una buena opción por su alto contenido en proteínas y grasas saludables. El pescado azul agrupa a las especies con una proporción de grasa insertada entre los músculos mayor al 5%, que aporta a nuestro organismo incontables beneficios para nuestra salud al aportar omega 3, un ácido graso que protege nuestro corazón, como valoran desde multitud de artículos en la Fundación Española del Corazón (FEC) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC), recomendando tomarlo dos veces por semana.

El efecto cardioprotector que nos aporta el atún y otros pescados azules como el salmón o la caballa, reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 30% al disminuir los niveles del colesterol LDL y aumentar el HDL, conocido como colesterol bueno. También contribuye al descenso de la presión arterial, baja los triglicéridos y reduce la formación de coágulos, ayudando también con la mejora del revestimiento interno del corazón y las arterias. Asimismo, controla la frecuencia cardíaca y previene arritmias.

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El atún es uno de los alimentos más apreciados de la gastronomía, sobre todo en Japón, donde prima su consumo en fresco y, más concretamente, crudo. En el país nipón, precisamente, han realizado una investigación tutelada por la Universidad de Okayama, en la que han concluido que su ingesta puede ser eficaz para reducir la progresión del tumor colorrectal. En concreto, es por la selenoneína, un análogo de la ergotioneína con más actividad antioxidante y que es la forma de selenio orgánico en la sangre, los músculos y otros tejidos de este pescado.

¿Cuántas calorías tiene una lata de atún?

La conserva del atún ha ido variando con el paso del tiempo. En nuestro país es también muy apreciada la mojama o las huevas en salazón, pero lo más corriente es la lata que nos presenta su carne al natural, en aceites vegetales como el de oliva y el de girasol, en escabeche e incluso con tomate. De media aportan por 100 gramos de producto escurrido unos 37 gramos de grasas, 0 gramos de hidratos de carbono, 0 azúcares, 16 gramos de proteína y 0,44 gramos de sal, uno de los ingredientes con los que hay que tener cuidado.

Así, el atún al natural es el más saludable que podemos encontrar y con menos calorías por 100 gramos, rondando las 100 calorías. En cambio, el que lleva aceites vegetales aportan entre 300 y 400 calorías. Teniendo en cuenta que una conserva de atún pesa una media de 50-60 gramos escurrido, podemos concluir que una lata de atún al natural nos aporta unas 50 calorías y de aceite de oliva virgen extra o con aceite de girasol serán unas 200 calorías, cuatro veces más, una gran diferencia según el nutricionista Eladio González.

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También es importante observar su contenido en sal, siendo preferible y más saludable escoger aquellas conservas o latas de atún en versión reducida en sal. Según Garnica, "tiene más contenido en sal y sodio que el atún fresco, por lo que está poco recomendado para personas que sufren hipertensión aunque es cierto que posee, sin embargo, una gran ventaja con respecto al fresco: es mucho más fácil y rápido de consumir".

El peligro de pasarse con el atún

El atún tampoco se libra de la carga de mercurio común a la mayoría de los pescados que podemos encontrar en el mercado. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido que el consumo máximo de este tóxico no debe superar los 1,3 microgramos semanales por cada kilogramo que pesemos. Así, una persona que pesa unos 70 kilogramos no debería consumir más de tres latas y media de este pescado en conserva.

No obstante, los expertos aconsejan un consumo incluso menor, limitando el consumo hasta las dos latas semanales como máximo. Los niños y las mujeres embarazadas, no obstante, deberían dejar el atún para ocasiones puntuales. El mercurio es un metal pesado que se encuentra en el mar de forma natural, principalmente por erupciones volcánicas y residuos industriales, y que las bacterias convierten en metilmercurio, una sustancia que se adhiere a la carne de los peces y los moluscos tras ingerirlos.

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