Unas lentejas en una cazuela de barro.

Unas lentejas en una cazuela de barro. E. E.

Nutrición Alimentos saludables

Por qué un buen plato de lentejas puede ayudarte a combatir la ola de calor

Cuando comemos un plato caliente nuestro organismo lo reconoce y envía señales al cerebro para hacer descender nuestra temperatura corporal.

13 agosto, 2021 02:29

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España registra esta semana temperaturas infernales en ciertos puntos de su geografía: varias localidades de nuestro país van a superar los 42 grados durante este fin de semana. Ante esta situación, las autoridades recomiendan mantenerse hidratado durante todo el día, evitar realizar ejercicio físico en las horas de más calor y permanecer en lugares frescos y a la sombra. Pero, además, la dieta puede ser una ayuda para superar estos días.

En este sentido, los alimentos que más nos interesa añadir a la dieta son aquellos que nos ayudan a mantener la hidratación. Los alimentos que contienen más agua son, por supuesto, las frutas y las verduras. Por esta razón, la ola de calor es un buen momento para disfrutar de ensaladas y de la fruta de temporada de verano. A algunas personas les cuesta más beber agua y estos alimentos pueden ayudar a evitar la deshidratación.

De todas formas, lo que comemos también hace variar nuestra temperatura corporal: los helados son uno de los alimentos más populares del verano porque el calor los hace especialmente apetecibles. Sin embargo, las comidas frías no siempre son la mejor opción si lo que queremos es sentirnos más frescos. A continuación, los mejores alimentos para combatir la ola de calor.

Frutas y verduras

Si bien el riesgo de deshidratarse en verano es más alto que durante resto del año, las olas de calor elevan todavía más estas probabilidades. Aunque durante esos días apetece poco realizar esfuerzos, las altas temperaturas provocan que perdamos más cantidad de agua a través de la sudoración. Por eso, en esta estación hay que estar especialmente atentos al consumo de líquidos que hacemos todos los días.

Beber agua no es lo único que podemos hacer por nuestros niveles de hidratación, existen muchos alimentos sólidos que pueden ayudarnos. Las frutas y las verduras, en este sentido, cuentan con una altísima proporción de agua en su composición, pero además, cuentan con una gran cantidad de vitaminas y minerales. De hecho, estos dos tipos de alimentos deberían ser la base de nuestra alimentación durante todo el año.

El alimento que más agua contiene es el pepino: el 97% de esta verdura está compuesto por este líquido. Por esta razón, no contiene demasiados nutrientes, pero aporta vitamina C y potasio. Tras el pepino, la lechuga y el tomate son los alimentos que mejor hidratan: el agua constituye más del 93% de su composición y destacan por su contenido en vitamina C y compuestos antioxidantes. La sandía y el melón son las frutas con más agua y son muy populares durante esta época del año.

Helados 'healthy'

Aunque es recomendable hidratarse a base de agua y de frutas y verduras, los helados son uno de los productos más deseados del verano. Sin embargo, la gran mayoría de los que podemos comprar llevan entre sus ingredientes un exceso de azúcares. Aunque las bebidas y los helados con azúcar pueden parecer una solución a la sed y al calor, su efecto dura poco tiempo. Lo mismo pasa con las bebidas alcohólicas, ya que el etanol que contienen nos deshidrata.

Sin embargo, existe una manera de seguir disfrutando de los helados durante estos días de temperaturas extremas y mantenernos saludables e hidratados. Tal y como se explica en este artículo de EL ESPAÑOL, podemos escoger ingredientes como los yogures griegos naturales, la fruta congelada, los frutos secos e, incluso, el chocolate negro con un alto porcentaje de cacao para hacer nuestros propios helados caseros saludables y sin azúcar.

¿Unas lentejas?

Ahora bien, aunque en verano los alimentos fríos se vuelven especialmente apetecibles, no son la mejor solución para librarnos del calor. Tal y como explica el experto en Nutrigenética, José María Ordovás en este artículo de EL ESPAÑOL, "la digestión de los alimentos genera un aumento de la temperatura corporal que, combinado con el rápido enfriamiento originado por los alimentos o las bebidas frías, hace que uno pueda terminar peor de lo que ha empezado".

Ordovás explica que cuando comemos alimentos calientes o picantes, nuestro cerebro lo identifica y manda señales para enfriarnos, como puede ser la sudoración. Es decir, que un plato de lentejas puede ayudarnos en mayor medida a combatir el calor de esta ola mejor que un gazpacho, aunque al principio nos pueda apetecer menos. 

De todas formas, en ese mismo artículo, la nutricionista Natalia Moragues explica que no es imprescindible y que si nos apetecen platos frescos, deberíamos tomarlos. Eso sí, Moragues recomienda que cuando bebamos agua optemos por una que no esté demasiado fría porque el agua del tiempo calma mejor la sed.