Los frutos secos aún arrastran una mala fama en España que no les hace justicia para nada. Nos referimos a esa falsa creencia, aún muy extendida, que apunta que las nueces o almendras, entre otros tipos, engordan, algo que no es para nada cierto. Como no se cansan de repetir los nutricionistas, los frutos secos son alimentos muy nutritivos que se aconsejan incluir en la dieta para que sea sana, equilibrada y que ayude a mantener un peso adecuado, es más, incluso en aquellas que buscan la pérdida de peso. 

Esta euforia en torno a estos alimentos se debe a que cuentan con un alto contenido en grasas saludables, sobre todo para la salud del corazón ya que reducen el colesterol malo, también aportan fibra, lo que les confiere un efecto saciante, y proteínas (los cacahuetes son los que más proteínas aportan). En este punto, antes de que nadie se lleve las manos a la cabeza, hay que matizar que los cacahuetes realmente no son frutos secos sino legumbres, pero se les encasilla dentro del primer grupo porque tienen un valor nutricional más parecido al de estos y se comen de la misma forma.

Aunque quedan pocas, aún sobreviven algunas tiendas dedicadas a la producción artesanal de frutos secos, como la mítica Sucesores de Ignacio López en el barrio de Lavapiés de Madrid. En los supermercados también cuentan con un pasillo casi en exclusiva para ellos. En el caso concreto de los cacahuetes, Mercadona acaba de lanzar unos que se venden tostados, sin sal añadida, sin piel, en bolsas de 200 gramos a un euros, según informa un perfil no oficial de Instagram que hace seguimiento de los nuevos productos del supermercado.

¿Qué aporta desde el punto nutricional este nuevo producto? Por un lado, 24 gramos de proteínas cada 100 gramos de cacahuetes, o sea, un aporte significativo. En cuanto a las grasas de los 50 gramos que aportan, 42 gramos son monoinsaturadas y 2,2 poliinsaturadas, por lo que hay una buena proporción de grasas saludables. La fibra también es considerable: 8,2 gramos por cada 100. 

También aportan una cantidad interesante de minerales: fósforo, potasio, magnesio y zinc, según señalan desde la Fundación Española de Nutrición. Respecto a las vitaminas, la niacina es la más destacada, seguida de la vitamina E. La niacina ayuda a mantener sano el sistema nervioso, el aparato digestivo y la piel. Por su parte la vitamina E es importante para la visión, la salud de la sangre, el cerebro y la piel.

Por todo estas características que acabamos de señalar, tanto los cacahuetes, las almendras o las nueces son uno de los alimentos que más recomiendan los nutricionistas para las pequeñas comidas que se hacen a media mañana o para la merienda, que se pueden acompañar estupendamente de frutas, otro de los alimentos que más precencia deben tener en la dieta. También hay que señalar que no sirve cualquier tipo de frutos secos, hay que elegir aquellos al natural o tostados, evitando los fritos, y que no tengan sal o azúcares añadidos o miel. Justo el caso del nuevo producto lanzado por Mercadona. 

Es preciso añadir, como señalamos al principio del texto, que a pesar del alto contenido calórico de los frutos secos, debido su alto porcentaje de grasa, los frutos secos encajan perfectamente en una dieta de adelgazamiento, eso sí, siempre que su consumo se limite a un puñadito al día, no más. Esto es debido a que el efecto saciante de la fibra que contienen las almendras o los cacahuetes, ya que va a ayudar a no comer más de la cuenta o el picoteo.  

Así lo apuntan dos recientes estudios: uno 2018, publicado en la revista Nutrition & Metabolism, que señaló que los frutos secos previenen el sobrepeso y el síndrome metabólico, un grupo de factores de riesgo de enfermedad cardiaca, diabetes y otros problemas de salud. El otro, de 2017 y publicado en European Journal of Nutrition, también encontró un menor riesgo de obesidad y sobrepeso entre quienes consumían frutos secos.

Para finalizar, hay que recordar que el Plato para Comer Saludable de la Universidad de Harvard recomienda que cada comida, en concreto cada plato, esté constituida por en un 50% por frutas y verduras, un 25% por proteínas de calidad (frutos secos, pescado, huevo, legumbres, carnes de ave) y el 25% restante por cereales integrales (pasta, arroz, pan). 

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