De ingrediente de la medicina tradicional a producto estrella de los complementos nutricionales y de belleza: la jalea real, la secreción cremosa con la que las abejas obreras alimentan a las larvas en sus primeros días de vida, y a la reina de la colonia durante toda su vida, está experimentando un auge de popularidad en todo el mundo. Un grupo de investigadores de la Universidad de Vigo y del Instituto Politécnico de Bragança publican ahora en la revista Nutrients una extensa revisión de estudios para valorar si sus presuntos beneficios están suficientemente respaldados por la ciencia.

El término de 'jalea', o gel comestible dulce, la define adecuadamente: la componen esencialmente proteínas (50%) carbohidratos (30%) y lípidos (19%), pero también vitaminas, minerales y compuestos fenólicos. A esta sustancia natural se le han atribuído efectos antioxidantes, antiinflamatorios, antimicrobianos, antienvejecimiento, de refuerzo del sistema inmune, neuroprotectores y estimulantes de la producción de estrógenos, lo cual la ha llevado a 'colarse' entre los remedios tradicionales para estimular la fertilidad.

El 60% de la producción de jalea real para consumo humano está en manos de China, precisan los autores, que señalan también la dificultad para realizar estudios comparados ya que la composición de las muestras usadas en cada trabajo no tiene el mismo origen y no es homogénea. Sin embargo, sí se encuentran unas caraterísticas comunes, siendo la principal el componente exclusivo de esta sustancia, el ácido trans-10-hidroxi-2-decenoico (10-HDA) y un grupo de proteínas principales denominadas MRJPs, las siglas en inglés de 'major royal jelly proteins'.

La concentración de 10-HDA tiene otra ventaja: es una buena manera de determinar si se han producido alteraciones del producto. Las abejas necesitan azúcares y polen para producirla, pero los productores pueden verse tentados de alimentarlas con productos de baja calidad para reducir costes y adulterar después la jalea con leche en polvo, clara de huevo, levadura o incluso yogur. En estas circunstancias, las concentraciones de compuestos únicos no sería la natural.

En cuanto a los beneficios 'bioactivos' o 'funcionales', el primero a revisión es el que atribuye efectos antilipidémicos a la jalea, es decir, que ayudaría a "limpiar" de colesterol las arterias o a evitar las acumulaciones de grasa nociva en órganos vitales como el hígado. Aunque los participantes en un ensayo que tomaron 3,15 gramos de jalea real durante 12 semanas vieron descender sus niveles de LDL o 'colesterol malo', los resultados de otros trabajos a este respecto han sido "contradictorios", reseñan los autores, por lo que no se le puede atribuir fehacientemente esta función.

"Se ha llegado a sugerir que inocular distintas cantidades de jalea real en la leche desnatada tendría el potencial de controlar enfermedades humanas como la hiperglicemia (diabetes de tipo 2), la hipertensión y varios tipos de cáncer, incluyendos los de pecho y de piel", recogen. Sin embargo, como en el caso anterior, la evidencia es insuficiente como para determinar la eficacia de una leche enriquecida con jalea como alimento funcional.

En cuanto a otros efectos, los ensayos también son demasiado escasos como para llegar a conclusiones categóricas. En un estudio, mujeres posmenopáusicas que tomaron un gramo en cápsulas durante ocho semanas sí reportaron una mejora de los síntomas; la misma cantidad durante dos meses ayudó a aliviar, según otro trabajo, el síndrome premenstrual en las participantes. Esta función estrogénica sería efectiva también cuando se aplica la jalea en forma de crema vaginal para tratar los síntomas ligados a la menopausia. El consumo en los hombres, por otra parte, mejoraría la movilidad del esperma.

La revisión concluye que se pueden encontrar estudios para respaldar cada una de las alegaciones saludables de la jalea, pero son insuficientes como para determinar los mecanismos y los efectos en el organismo humano. Debido a su popularidad, resulta "esencial" incrementar la investigación sobre estos aspectos. La máxima autoridad europea de Consumo, la European Food Safety Authority (EFSA), se pronunció en 2011 con una misma conclusión abierta: si bien no se pueden descartar estos efectos, es necesario investigar más en profundidad para darlos por buenos.

De este modo, la EFSA constataba que no se ha proporcionadouna evidencia sólida de que exista una causa-efecto entre la jalea real y todas estas propiedades que se le atribuyen. Y, más importante, todos estos beneficios podrían obtenerse mediante el consumo de una dieta equilibrada y a un coste económico menor.

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