En España, cada año se consume alrededor de 30 millones de roscones de Reyes, un dulce popular pero difícilmente recomendable. Dependiendo de la receta y los añadidos, 100 gramos de roscón pueden llegar a suponer casi 500 kilocalorías, con una combinación de ingredientes como las harinas refinadas, el azúcar y la mantequilla, relacionados con marcadores del sobrepeso y el riesgo cardiovascular como son el elevado índice glucémico y las grasas saturadas. Si además los compramos envasados, nos encontraremos aditivos poco recomendables.

Para ayudar a la elección del mejor producto, o en este caso, el menos malo, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha estudiado la variedad rellena con nata a la venta en cadenas de supermercados. Los resultados del análisis reúnen la valoración nutricional, la calidad de los ingredientes, la presencia de aditivos y la información del etiquetado, además de las calificaciones de degustación de un panel de expertos pasteleros. Y es precisamente en este último criterio en el que destacan los mejores productos, entre los cuales destacan, por este orden:

Eroski Roscón de Reyes. 60 puntos de calificación global. Precio: 12,95 €/800g (16,19 €/kg). Destaca por un relleno de nata abundante y agradable en boca, y un bollo muy esponjoso con aromas muy ligeros.

Ahorramás Roscón relleno. 60 puntos de calificación global. Precio: 9,99 €/kg. Un roscón que destaca por un relleno ligero y abundante, y un bollo con aromas suaves donde destaca la mantequilla. Esta segunda opción se alza con el calificativo de "compra maestra", por su relación calidad-precio

Sin embargo, advierte la OCU, "este año las valoraciones obtenidas por los roscones analizados son inferiores a las de años anteriores. Pese a que la presencia de mantequilla y nata, ingredientes tradicionales en su elaboración, es mayor que en años anteriores, esto no ha sido garantía de éxito."

Según explica la organización, "los pasteleros han encontrado por una parte que ninguno de los bollos se asemeja al tradicional roscón, siendo más un brioche ligero, inundado, en muchos casos, de aromas demasiados intensos y poco agradables. Los mejores han sido aquellos que presentaban aromas ligeros a cítricos. En cuanto al relleno, el resultado es muy variable, los productos destacados presentan un relleno agradable, incluso el de Ahorramás que mezcla nata con grasas vegetales. Por la otra parte, encontramos roscones con natas desestructuradas, algunos escasos de contenido o con texturas pegajosas en boca".

El estudio revela un exceso de aromas industriales y de aditivos de todo tipo: incluyen 15 aditivos de media, entre colorantes, conservantes, emulsionantes y agentes de textura. Además, con el fin de abaratar el producto, varias marcas sustituyen parte de la mantequilla del bollo y de la nata por otros tipos de grasas y aceites vegetales. Y con el mismo objeto alternan el uso de azúcar con jarabes de glucosa y fructosa.

"Tampoco ayuda el hecho de que la mayoría se vendan congelados, ya que la descongelación ablanda las almendras y pierden su característico sabor y textura. Por eso OCU recomienda priorizar siempre que sea posible los roscones frescos", añaden.

Por último, la OCU recuerda que "si el roscón está congelado, conviene descongelarlo en nevera durante unas 5 horas y sacarlo a temperatura ambiente 30 minutos antes de su consumo. Si no se consume de una vez puede volver a guardarse en la nevera un par de días".

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