Desde siempre nos dijeron que había que hacer cinco comidas al día, y que de todas, el desayuno era, por excelencia, la ingesta más importante de todas. Pero ni hace falta hacer cinco comidas diarias ni el desayuno es la comida más importante. Todo esto que aprendimos de pequeños o, al menos, hace ya algunos años, se desvanece. La evidencia científica no es que demuestre ahora lo contrario, pero sí sostiene que lo importante no es la cantidad de las ingestas que hagamos al día sino la calidad de los alimentos que tomemos en ellas.

"Hacer cinco comidas al día y desayunar puede ser una práctica totalmente saludable, siempre y cuando hagamos elecciones alimentarias saludables y nutritivas en esas comidas. Pero de igual forma, hacer menos comidas al día, e incluso prácticas de moda como el ayuno intermitente, también pueden ser igual de saludables si las elecciones de alimentos son buenas y se planifica bien la dieta", afirma a EL ESPAÑOL la dietista Andrea Calderón, secretaria científica de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA).

Según explica Calderón, esta recomendación de las cinco comidas diarias, se basaba en que "se consideraba que comer más veces a lo largo del día, es decir, repartir la ingesta de calorías y nutrientes en más tomas en lugar de concentrarlas en dos o tres comidas, era beneficioso en el control de peso y en la salud metabólica". Se decía, además que "comer cinco veces al día se relacionaba con un mejor control del peso corporal e incluso que era clave para adelgazar".

Sin embargo todo esto ha cambiado. Actualmente, "se ha afirmado que no es necesario hacer 5 comidas al día y que el número de ingestas debe determinase en función de multitud de factores individuales como el hambre, posibilidad de ingestas entre horas, qué tomaríamos en esas ingestas, etcétera.", añade Calderón.

Y lo mismo con el desayuno: "Sabemos que el desayuno no es la comida más importante sino una comida más, en la que además tendemos a hacer elecciones menos saludables (harinas blancas en cereales y galletas, demasiado azúcar añadido, productos procesados de baja calidad nutricional con grasas vegetales refinadas, etc.) y que deberíamos mejorar. Por ejemplo, incluyendo alimentos saludables y de interés, como son las frutas o los frutos secos".

Por qué no hace falta hacer 5 comidas al día

Existen varias razones que explican por qué no es necesario ya hacer cinco comidas al día. Insistimos: no se trata tanto de la cantidad de ingestas sino de la calidad, del total de los alimentos que tomemos al día y de lo equilibrada que sea o no nuestra dieta.

La primera razón del porqué no hacer cinco comidas al día tiene que ver con las calorías. "Se ha demostrado que hacer más comidas al día no contribuye mejor a mantener el peso, y tampoco a perder grasa corporal. Se puede llevar una dieta saludable hipocalórica con cinco comidas, pero de igual forma, se puede conseguir

con tres, o con prácticas como el ayuno intermitente que justo restringe las ingestas a no más de 2 al día en muchos casos", explica Calderón.

El segundo motivo es que, a diferencia de lo que se pensaba antes, "no hay un beneficio añadido por hacer cinco comidas al día respecto a hacer menos comidas:

no mejora los niveles de colesterol, ni de glucemia, ni de triglicéridos", asegura. Ni tampoco -añade- reduce el riesgo de desarrollar patologías crónicas, pero tampoco lo aumenta. Es decir, no influye.

El tercer motivo es que no a todo el mundo le sacia comer entre horas ni todo el mundo llega más calmado a la siguiente comida. Eso sí, "si te funciona, bien, si no,

no es necesario meter ingestas entre horas", apunta. En algunos casos, puede ser incluso peor. Y así, como cuarto motivo la experta señala que "hay personas que no tienen hambre entre horas porque piensan que así van a sentirse más saciados de cara a la siguiente comida. Y así, hacen ingestas innecesarias.

El quinto motivo (quizá el más importante) es que en las ingestas entre horas (o incluso en el desayuno, como hemos dicho antes), es habitual que se utilicen productos malsanos como harinas blancas de galletas y cereales azucarados, pan blanco con carne procesada, fiambres y embutidos… productos que no suponen

ningún beneficio. "Si no vamos a utilizar el plus en comidas para incluir opciones

saludables", aconseja.

Por tanto, no hace falta hacer cinco comidas diarias siempre y cuando incluyamos en un menor número de comidas todos los alimentos básicos de una dieta saludable y cumplamos adecuadamente todas nuestras necesidades de calorías y nutrientes. Por ejemplo, "si en tres comidas al día, ingiero de forma habitual suficiente fruta, incluyo verduras, legumbres, frutos secos, pescado, etc. no tengo un motivo específico para hacer más comidas", concluye Calderón.

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