La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan) ha advertido a los alérgicos e intolerantes a la lactosa de la presencia de leche en unas palomitas de maíz procedentes del Reino Unido, y distribuidas en Alicante, sin que figure en su etiquetado.

Por ello, la Aecosan, según informa en su página web, ha emitido una alerta alimentaria sobre dos productos de la marca comercial "The Big Night in", etiquetados como "Sweet and Salted Popcorn" y "Cinema Sweet Popcorn", ambos con fecha de consumo preferente entre el 23 de agosto de 2019 y el 23 de febrero 2020.

Como medida de precaución, el Ministerio de Sanidad ha recomendado a los consumidores alérgicos o intolerantes a la leche o sus componentes que tengan este producto en sus hogares que se abstengan de consumirlo.

Las palomitas envasadas sobre las que se ha emitido la alerta.

Sanidad, que ha asegurado que su ingesta no supone ningún riesgo para el resto de consumidores, ha tenido conocimiento de esta alerta a través del RASFF (Red de Alerta Alimentaria Europea) y ha informado de ella a las autoridades competentes de las comunidades autónomas.

Quién debe evitar la lactosa

Los expertos diferencian entre alergia a la proteína de esta leche e intolerancia a la lactosa, que es un carbohidrato. "Cuando se habla de alergia el sistema inmune se ve involucrado y provoca diferentes reacciones como picores, rojeces o vómitos. Se diagnostica con un análisis de sangre para medir el anticuerpo involucrado (inmunoglobulina E) y se tiene que evitar consumir cualquier producto derivado de la leche de vaca", señala Anaïs Rico, investigadora farmacéutica y nutricionista del Proyecto SUN de la Universidad de Navarra y también miembro de CIBEROBN.

En el caso de la intolerancia a la lactosa, Rico explica que el sistema involucrado es el digestivo y se produce cuando una enzima (la lactasa), que se encarga de procesar la lactosa, no se produce o se hace de forma insuficiente, provocando dolor, hinchazón, flatulencias o diarrea. Se calcula que entre 10% y un 15% de la población mediterránea presenta esta intolerancia, que se soluciona consumiendo productos sin lactosa.

Según Serra Majem, este problema es más frecuente en civilizaciones que han ingerido poca leche de vaca. Por su parte, sobre quienes afirman que les sienta mal la lactosa, De la Roza se pregunta: "¿Cómo pueden saber que es precisamente la lactosa lo que les sienta mal? En personas sin ningún trastorno metabólico es absurda esa afirmación".

Alternativas animales y vegetales

Es posible que los productos que se publicitan como "sin lactosa" incluyan en realidad lactasa de forma que los intolerantes puedan digerirla. Otra opción son los productos de base vegetal (leches de soja, coco, almendra o arroz) que tienen como contrapartida altas concentraciones de azúcar que se añaden para que resulten más agradables de sabor.

En cuanto a las alternativas animales a la leche de vaca, como son la de burra, la de cabra o la de camella, si nos centramos en la intolerancia a la lactosa, es cierto que las personas que la sufren toleran mejor otras leches alternativas. Al tratarse de animales distintos, pueden ser leches que no afecten a los alérgicos. Pero los productos que llegan a la cadena de consumo pueden sufrir contaminaciones cruzadas.

Tanto la leche de oveja como la leche de cabra poseen un nivel de azúcares similar a la leche de vaca, siendo 4,7 gramos y 4,5 gramos por cada 100 mililitros respectivamente, en comparación a los 5 gramos/100 mililitros que contiene la leche de vaca. Por tanto, podríamos decir que no son una buena alternativa a la leche de vaca si se quiere evitar la lactosa. 

[Más información: La 'leche' vegetal que debes tomar: de la mejor a la peor para tu salud]

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