Si eres de los que se meten en la cama con el móvil y no pueden evitar estar un rato whatsappeando, deslizando el dedo por las publicaciones de Instagram de tus amigos o tuiteando podrías estar acumulando kilos de más. 

Un nuevo estudio demuestra que tan solo una hora de exposición a la luz azul en la noche (la producida por las pantallas de muchos de nuestros dispositivos) eleva los niveles de azúcar en la sangre y aumenta el consumo de azúcar en ratas macho.

El estudio está dirigido por Anayanci Masís-Vargas, investigadora de la Universidad de Costa Rica y en el mismo también han participado científicos de la Universidad de Estrasburgo y la Universidad de Amsterdam. El trabajo se presentó en la conferencia anual de la sociedad para el Estudio del Comportamiento Ingestivo (SSIB) en Utrecht, Países Bajos.

Investigaciones anteriores ya demostraron una fuerte correlación entre la obesidad y los niveles de luz artificial durante la noche. Mucha de la luz artificial a la que estamos expuestos proviene de luces LED y pantallas LED, que emiten altos niveles de luz azul. Las células de la retina del ojo son sensibles a esta luz azul y transmiten información directamente a las áreas del cerebro que regular el apetito.

En el estudio de Masís-Vargas se expusieron ratas a la luz nocturna y después se midió su consumo de alimentos y la tolerancia a la glucosa al día siguiente. Para conseguir representar mejor la exposición a la luz humana, las ratas que se usaron para este estudio fueron diurnas, es decir, despiertas durante en día y dormidas durante la noche, a diferencia de las usadas normalmente en laboratorios que están despiertas durante las horas nocturnas. Los resultados fueron que tan solo con una hora de exposición nocturna a la luz azul, la tolerancia a la glucosa se veía alterada en las ratas macho lo que claramente advertía de una pre-diabetes.

Experimento con ratas

Para realizar la investigación a las ratas se les dio la opción de elegir un alimento nutricionalmente equilibrado (pienso para roedores), agua, manteca de cerdo o una bebida a base de azúcar. Tras la exposición a la luz azul, los animales macho bebían mucha más azúcar esa noche que durante las noches sin exposición a la luz azul.

Por tanto, si sigues pensando en coger el móvil un rato antes de dormir debes saber que aumentará tu tendencia a consumir alimentos azucarados y tu capacidad para procesar el azúcar se verá reducida. “Limitar la cantidad de tiempo que pasamos frente a las pantallas por la noche.

El uso de las funciones de modo nocturno en los dispositivos, que hacen que las pantallas se vuelvan más azules o el uso de gafas de filtrado de luz azul” son algunas de las recomendaciones que hace Massís-Vargas para no encontrarnos por sorpresa con un aumento de peso o incluso el desarrollo de diabetes en un futuro.

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