La sal rosa del Himalaya está rodeada de un glamour que provoca que los españoles estemos dispuestos a pagar un dineral por este producto, aunque realmente no lo merezca. Y es que, "desde el punto de vista nutricional no tiene ninguna atribución que la haga mejor", explicaba Paula Crespo, dietista-nutricionista y presidenta del Colegio Oficial de Dietistas y Nutricionistas de la Comunitat Valenciana, a EL ESPAÑOL. Además, lo cierto es que se extrae de una mina de Pakistán a 1.137 kilómetros de la formación rocosa que le da su nombre.

La sal del Himalaya y sus "beneficios", ¿es tan buena como parece? Carmen Suárez

Para la experta, la principal diferencia entre una sal corriente y este producto gourmet es el precio. Mientras el coste de un paquete del condimento convencional ronda los 20 céntimos el kilo, la sal rosa del Himalaya se puede encontrar por hasta 300 euros por la misma cantidad. "Son mucho más caras porque se les atribuye la presencia de otros minerales y un contenido extra de otros nutrientes, pero la diferencia es insignificante", señala Crespo.

"Desde el punto de vista del consumo habitual no tiene sentido recurrir a estas", insiste. "Otra cosa son los restaurantes que quieran ir un poco más allá e incorporar ingredientes por marketing o innovación culinaria, pero a nivel de consumo diario no tiene ningún sentido gastarse más dinero estos condimentos", añade la presidenta del colegio valenciano.

[Más información: El absurdo de gastarse 300 euros en sal rosa del Himalaya: "No tiene nada que la haga mejor"]. 

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