El desperdicio de comida es responsable del 15 % de las emisiones de gases de efecto invernadero vinculadas a la cadena alimentaria y supone un gasto para la economía europea de 143 billones de euros al año, según ha denunciado este lunes la organización conservacionista WWF España.

WWF propone en un nuevo informe sobre alimentación sostenible, recomendaciones para lograr un cambio en la política alimentaria y reducir "este despilfarro a la mitad en la Unión Europea", con motivo del Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y Desperdicio de Alimentos que se celebra cada 29 de septiembre.

Se estima que la tercera parte de todos los alimentos producidos se desperdicia y el malgasto es "uno de los mayores problemas del insostenible del sistema alimentario predominante", ha advertido la entidad en un comunicado.

Según WWF, cada año se desperdician 88 millones de toneladas de alimentos en la Unión Europea, y sin embargo, 112 millones de personas en esta región vivían en 2017 en riesgo de pobreza o exclusión social, y 5,8 millones en circunstancias de privación severa, sin acceso a alimentos adecuados ni dietas saludables.

Pérdida de biodiversidad

La organización denuncia que este malgasto también supone "una de las principales causas indirectas de pérdida de biodiversidad" ya que producir cada alimento requiere "una huella de agua, suelo y energía".

En el caso de no malgastar a nivel mundial un tercio de la comida, precisa, "evitaríamos el derroche de 250 billones de litros de agua al año", lo que equivale al consumo de agua potable para los próximos 30 años de 7.600 millones de personas.

ODS

Recuerda que los próximos años "serán cruciales" para poder cumplir en 2030 el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos y las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro.

Para la responsable del programa de alimentos de WWF España, Celsa Peiteado, cinco años después de haberse firmado los ODS, la meta de frenar el despilfarro alimentario "sigue avanzando lentamente", y España debe actualizar la estrategia estatal para reducir el malgasto de alimentos, con objetivos "ambiciosos y medibles". 

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