La crisis de los plásticos se extiende por playas de todo el mundo. Varias toneladas de plástico llegan al mar cada año y las bolsas son uno de los elementos más comunes entre la basura marina. Por eso, la Unión Europea les ha declarado la guerra. A partir de 2021, los comercios en España tendrán prohibido distribuir bolsas de plástico ligeras y muy ligeras, las más utilizadas, excepto aquellas que sean de plástico compostable. Pero, ¿qué pasa con las bolsas para la basura?, ¿se podrán seguir utilizando?

Actualmente, cada ciudadano se deshace de 144 bolsas de plástico al año, siendo la vida útil de estos sacos desechables de 12 minutos, según datos del Ministerio de Transición Ecológica (Miteco), después se tiran a la basura, todo un desperdicio de energía y recursos. Además, la bolsas tarda entre 150 y 500 años en degradarse en la naturaleza.

Ante esta plaga, cada vez más personas tratan de erradicar el plástico de sus vidas y han dejado de comprar pajitas, botellas de agua de plástico o tampones para la regla, pero hay un envase que resulta difícil de reemplazar por otro reutilizable: las bolsas para la basura. 

Según explica el Miteco a EL ESPAÑOL, la norma que prohibirá las bolsas de plástico a partir de 2021 solo hace referencia a aquellas "con o sin asa, hechas de plástico, proporcionadas a los consumidores en los puntos de venta de bienes o productos, lo que incluye la venta online y la entrega a domicilio", pero no hace referencia a las bolsas de la basura. No obstante, desde el Ministerio apuntan que es "aconsejable el uso de bolsas compostables", aquellas que pueden transformarse en abono para la agricultura o la jardinería.

El objetivo de esta recomendación, según apunta el Real Decreto 293/2018 sobre la reducción del consumo de bolsas de plástico, es acompasar la obligatoriedad de que las bolsas de plástico ligeras y muy ligeras sean solo compostables con la plena implantación de la recogida separada de materia orgánica en el contenedor marrón. Dos patas necesarias para poder cumplir con los objetivos comunitarios de reciclado de residuos municipales. En 2035 hay que alcanzar el 65%, pero por ahora en España solo se reciclan un 36%. 

Sobre las bolsas de la basura, la regulación se establece en ordenanzas municipales, ya que son los ayuntamientos los encargados de la gestión de residuos. Por ejemplo, en el caso del Consistorio madrileño, la norma establece que "las bolsas deberán ser de plástico o de cualquier otro material con la suficiente resistencia para el cierre, contención y aislamiento íntegro de su contenido". Así, el texto deja abierta la puerta a otras opciones, ¿cuál es la más sostenible? 

Desde el Ayuntamiento de Madrid señalan que, aunque no es obligatorio, es recomendable usar bolsas biodegradables. "Se degradan junto con la materia orgánica, de manera que una vez en la planta de compostaje no es necesario separar la bolsa de plástico de los residuos, proceso que sí que hay que hacer con las bolsas convencionales", explican

Pero estas bolsas biodegradables, no se han escapado de las críticas. Alba García, responsable de plásticos de Greenpeace, advierte de que las alternativas que se ofrecen como menos malas en los supermercados, aquellas que cambian el plástico por el papel, que presumen de ser biodegradables, compostables o reciclables, son un engaño.

"Pueden seguir llevando plástico convencional en grandes cantidades y solo degradarse en condiciones muy específicas que no se dan en la naturaleza", matiza. Entonces, ¿qué opciones quedan? 

Reducir los desechos 

La elección más sostenible es intentar reducir al máximo los residuos generados. Como siempre, la opción más ecológica no se basa en sustituir un material por otro, sino de cambiar la forma de consumo. El primer consejo para conseguirlo es utilizar un cubo pequeño.

Lo ideal es abandonar los envases de un solo uso, tanto de plástico como de otros materiales, y hacer abono con los restos orgánicos (cáscaras de fruta, posos del café, etc), pero no siempre hay espacio en los hogares para esta tarea. Por eso, hay quienes optan por reutilizar las bolsas del supermercado, una alternativa que dejará de ser posible en 2021. 

Reutilizar la bolsa del súper

Para los autores del blog Vivir sin plástico, reutilizar las bolsas comerciales no es la mejor opción. "No estamos seguros de si eso se le puede llamar reutilizar, bueno sí, es reutilizarla una sola vez. Y a nosotros nos parece que dos usos para una bolsa son muy pocos", apuntan en una entrada de su web.

Según Patricia y Fernando, la alternativa más frecuente entre aquellos que intentar vivir sin plásticos es fabricar bolsas con la publicidad no deseada que llega al buzón o periódicos antiguos. La propuesta es de la activista Linsday Miles y se encuentra en su blog Treading my own path.

La bolsa de papel

Con las páginas de papel se forra el interior de un cubo pequeño, con varias capas en el fondo si se va a depositar basura orgánica, como si fuera una cebolla. Antes de que se llene, el papel que queda por encima del cubo se dobla hacia dentro y se le da la vuelta al cubo, de forma que quede una especie de pelota de basura.

Si se tienen envases para reciclar, se pueden acumular en una bolsa reutilizable y vaciarla en el contenedor amarillo, ya que estos residuos ni necesitan ir dentro de una bolsa. 

Bolsa biodegradable

La opción de las bolsas biodegradables, como señala la experta de Greenpeace en plásticos puede tener trampa. Su reclamo es que al estar hechas de materiales vegetales se descomponen sola en la naturaleza en poco tiempo.

Pero un grupo científicos de la Universidad de Plymouth (Inglaterra) demostró en un estudio publicado el pasado abril en Environmental Science & Technology, que este proceso puede extenderse más de lo que se pensaba. Las bolsas biodegradables pueden tardar hasta tres años en desaparecer del todo

Bolsas compostables

Beth Terry, autora del blog My plastic free life, añade otra opción: las bolsas de basura compostables. "Están hechas de una combinación de féculas vegetales y plásticos que están certificados para degradarse en una instalación de compostaje industrial bien administrada", explica. Estas serán las únicas permitidas en los comercios, previo pago, a partir de 2021.

Aunque resultan la opción menos mala, los activistas de Vivir sin plástico denuncian que si acaban en medios naturales no se degradan tan fácilmente. "En el entorno marino, sin oxígeno y con muy poca luz, pueden ser igual de dañinas que las convencionales", apunta.

Coinciden con este punto de vista en Greenpeace. "Las bolsas compostables pueden seguir llevando plástico y solo se degradan en condiciones de altas temperaturas (hasta 70 grados) y aireación. Al no degradarse en el medio ambiente, ya que esas condiciones no se dan en la naturaleza, tienen que ir a plantas de tratamiento específicas", apuntan. Los ecologistas opinan que, aunque el Real Decreto fomenta su uso, seguirán dañando el medio ambiente.

La peor alternativa

Sin duda la peor opción son la bolsas convencionales. Hay opciones que contienen entre un 55%  y un 80% de plástico reciclado, pero mayoría están fabricadas con plástico virgen, no reciclado, hecho a partir de combustibles fósiles (petróleo o gas natural), que no son recursos renovables y, además, ¡cuestan dinero!.

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