Dicen que la música es una de las pocas medicinas que no se venden en las farmacias. Sin duda, escucharla puede acarrear grandes beneficios a la salud, especialmente a nivel psicológico, pero debemos tomarnos el dicho al pie de la letra. La música no cura enfermedades y nunca las curará.

Como tampoco lo hacen los clips de audio que un médico de California vende a través de Internet bajo el nombre de "remedios electrónicos". Según Bill Gray, formado en la prestigiosa universidad de Stanford, estos fragmentos sonoros en mp3 pueden curar todo tipo de dolencias, desde el ébola hasta el tifus pasando por los dolores menstruales.

Este disparate que califica como "tratamiento homeopático" puede costarle su licencia médica. Es lo que exige la Junta Médica de California, que ha interpuesto una denuncia en su contra acusándolo de "negligencia grave" y "repetida". Además, argumentan que el acusado comercializa estos audios sin la aprobación de la Agencia Federal del Medicamento (FDA) ni los acompaña de una receta válida.  

Audios que "curan"

En su web, MD In Your Hands, Gray pone a la venta estos e-remedies a cinco dólares el tratamiento. El procedimiento es sencillo. El comprador contesta a una serie de preguntas específicas sobre su afección. En base a sus respuestas, un algoritmo matemático selecciona cuál de los 263 archivos de audio será más efectivo.

Solo queda pagar, recibir el archivo mp3 por correo electrónico y escuchar 13 segundos de remedio sonoro en forma de silbido. Entre sus logros, Gray asegura haber conseguido frenar varios casos del brote de ébola de 2014, después de que los enfermos escucharan en su teléfono móvil uno de los e-remedies durante una hora. Dado el rebrote de la epidemia en África, esta ha sido la gota que ha colmado el vaso para los especialistas en EEUU.

Y aquí viene el detalle curioso: las teorías de Gray son tan extravagantes que hasta la homeopatía, una práctica sin constancia de efectividad médica, le ha repudiado. "A mi me parece que lo que está haciendo no tiene nada de homeopático, va por su cuenta con esto" - declaraba Robert Stewart, que dirige la denominada Escuela de Homeopatía de Nueva York, a Los Angeles Times

Así se lucha realmente contra el ébola

El nuevo brote del virus que ya ha afectado a cientos de personas en la República Democrática del Congo ha reabierto la veda al desarrollo de vacunas capaces de prevenir su contagio. El pasado 20 de mayo comenzaba la campaña de vacunación de todas aquellas personas susceptibles de contraer la enfermedad, desde personal médico hasta empleados de funerarias.

Se han administrado 7.500 dosis de la vacuna experimental rVSV-ZEBOV. Desarrollada en 2014 por investigadores canadienses, consiste en una modificación del virus de la estomatitis vesicular, al que se añade una proteína característica de la envoltura del virus del ébola. De este modo, el organismo reconoce al virus y crea anticuerpos contra él aunque no haya habido contagio.

Ya fue probada en el último brote en Guinea, pero se hizo cuando éste ya estaba prácticamente erradicado, por lo que no se pudo medir su impacto en profundidad. En esta nueva ocasión, los investigadores realizarán también un seguimiento de las personas vacunadas, tanto para comprobar si desarrollan la enfermedad como para analizar posibles efectos secundarios.

Paralelamente, otros centros de investigación de todo el mundo están manos a la obra en busca de su propia vacuna. Por ejemplo, en España un equipo de investigadores del CSIC trabaja también con cinco prototipos de vacuna, algunas de ellas con muy buenos resultados en ratones. No curarán la enfermedad, pero contribuirán a frenar epidemias como la que costó la vida a más de 11.000 personas entre 2014 y 2016.

La homeopatía no cura

En los últimos años, miles de investigadores y divulgadores científicos se han unido a una de las cruzadas más difíciles, la lucha contra la homeopatía en una era digital en la que las informaciones erróneas y los bulos pueden llegar a viajar mucho más deprisa que la ciencia.

Por eso es importante que se tomen las medidas adecuadas para frenar actitudes como la de Bill Gray. Aunque los audios no provoquen daño alguno, si la enfermedad que padecen tiene un tratamiento útil en la medicina convencional, lo dejarán de lado en favor de una cura falsa, poniendo en peligro su salud. Y si se trata de una afección incurable, estarán siendo víctimas de una estafa que se aprovecha de su desesperación.

En España ha crecido la concienciación de la población en torno a este tema en los últimos años, pero aún queda mucho por hacer. Varias universidades han retirado ya los estudios en homeopatía que formaban parte de sus programas educativos, muchas farmacias han dejado de vender este tipo de remedios y algunos ayuntamientos han dejado de prestar sus instalaciones para la realización de charlas y otras actividades sobre el tema.

Además, han nacido iniciativas y asociaciones dispuestas a desenmascarar este tipo de tratamientos. Por ejemplo, la Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico promueve iniciativas dedicadas a la educación científica y el uso de la razón con el fin de cuestionar las afirmaciones paranormales y pseudocientíficas que nos bombardean día a día. También es interesante la labor llevada a cabo por Salud sin Bulos, una iniciativa de la Asociación de Investigadores en eSalud, que alberga a una red de colaboradores que desmienten las falsedades sobre salud que encuentran en la red.

Pero sigue habiendo libros de educación secundaria en los que se habla de la homeopatía como una alternativa a la medicina, centros públicos en los que se promueve el desarrollo de conferencias sobre el tema e incluso médicos que recomiendan la homeopatía a sus pacientes. Por eso, las medidas tomadas por la Junta Médica de California contra los e-remedies del doctor Gray es un acierto. Ahora queda saber si cundirá el ejemplo en otras partes del mundo.

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