Hanna es una farmacéutica española con más de una década de experiencia en Oslo (Noruega) que no ha dudado ni un segundo en hablar abiertamente sobre la realidad de su vida profesional.
Su relato en el podcast Salmón y punto ha puesto sobre la mesa una pregunta que muchos españoles se hacen al mirar a los países nórdicos. ¿Merece la pena emigrar por el salario?
Hanna emigró a Noruega a los 14 años, estudió Farmacia allí y actualmente trabaja en una de las cadenas que dominan el sistema farmacéutico noruego.
Aunque no tiene experiencia previa en España, afirma que los salarios de los farmacéuticos en Noruega son "un poco más altos" que los de sus compañeros en el Mediterráneo.
Según las estimaciones que maneja Hanna, las diferencias salariales son notables al comparar el bruto anual.
Mientras que en España el sueldo de un farmacéutico se sitúa "entre 30.000-32.000 euros al año", en Noruega las cantidades son significativamente superiores, variando según el nivel de estudios.
De esta manera, la profesional sanitaria explica que un farmacéutico con el grado de 3 años, conocido como "farmacéutico de recetas", cobra "entre 50.000 a 58.000 al año".
Por otra parte, aquellos que cuenten con el máster de Farmacia, denominados en Noruega como "provisores", ganan "60.000 al año, más o menos".
Aunque la diferencia nominal parece abrumadora (hasta 30.000 euros al año), Hanna insiste en que las comparaciones deben hacerse con cautela. Noruega es un país caro y el coste de vida neutraliza buena parte de ese sueldo más alto.
Hanna es contundente al respecto: "Aquí sí es cierto que tú cobras más pero las cosas están muy caras, la comida es cara, el alquiler también. Entonces, el coste de la vida es verdad que es muy, muy alto".
Al sopesar ambos factores -salario alto versus precios desorbitados- la farmacéutica llega a una conclusión sorprendente: "En realidad, yo creo que menos es casi igual".
Más allá del dinero, la profesión en Noruega presenta diferencias fundamentales con respecto a España, como la estructura de la carrera y los servicios ofrecidos.
En Noruega, el farmacéutico está facultado para hacer un seguimiento especial del paciente tras la dispensación de un medicamento (un servicio llamado Medicine Stars Tale) e incluso para administrar vacunas como la de influenza o vacunas para viajes.
A pesar del alto coste de la vida, Hanna anima a los profesionales sanitarios a probar la experiencia, sobre todo si su objetivo es financiero.
Noruega ofrece una gran tranquilidad y seguridad y la posibilidad de mejorar la economía personal. Como ella misma señala, el país "te da la oportunidad de poder ahorrar, si a lo que vienes es a ahorrar".
En España, el sueldo base para un farmacéutico se rige por el Convenio Colectivo Estatal de Oficinas de Farmacia, que establece un salario bruto mensual en torno a los 1.900 euros.
Sin embargo, portales de empleo como Talent.com sitúan el salario medio anual en unos 25.000 euros brutos, pudiendo alcanzar los 36.300 euros para profesionales con más experiencia.
En Alemania, el salario medio se eleva a 3.362 euros mensuales y en Francia la media oscila entre 3.154 y 3.541 al mes. En Reino Unido, un farmacéutico del Servicio Nacional de Salud puede esperar un salario mensual que va de 2.900 euros a 5.300 euros.
